{"id":21134,"date":"2017-11-25T08:00:10","date_gmt":"2017-11-24T23:00:10","guid":{"rendered":"https:\/\/voyapon.com\/es\/?p=21134"},"modified":"2024-12-02T11:57:02","modified_gmt":"2024-12-02T02:57:02","slug":"niigata-murakami-salmon-2","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/voyapon.com\/es\/niigata-murakami-salmon-2\/","title":{"rendered":"Murakami: la capital del salm\u00f3n"},"content":{"rendered":"
Patrocinado por la ciudad de Murakami<\/em><\/span><\/p>\n Ya en la \u00e9poca de los samur\u00e1i, la localidad de Murakami<\/strong> destacaba por su relaci\u00f3n con la pesca del salm\u00f3n<\/strong>. Seg\u00fan se explica, fue en el Murakami de aquellos tiempos donde por vez primera se acert\u00f3 a relacionar el ascenso fluvial de los salmones con un retorno a su lugar de nacimiento. Un descubrimiento fundamental, ya que eso permiti\u00f3 que se creara una industria boyante alrededor de este pescado. Haciendo desovar en sus riberas, los pescadores se aseguraban un flujo abundante y sostenido de salmones en sus dominios. Una suerte de ganader\u00eda acu\u00e1tica. As\u00ed, la historia nos explica el porqu\u00e9 de tan rica cultura gastron\u00f3mica entorno al salm\u00f3n.<\/p>\n Conservar el pescado no era tan sencillo en aquellos tiempos. Ante la ausencia de refrigeradores, el desecado<\/strong> se impuso como forma preferente de almacenado. As\u00ed naci\u00f3 una de las costumbres m\u00e1s vistosas de Murakami<\/strong>, donde no es infrecuente ver ristras de salmones colgados por la cola. Con el vientre abierto y despojado de v\u00edsceras, el pescado se sala antes de ser expuesto a la brisa marina<\/strong> de inicios del invierno. En el oto\u00f1o siguiente, las piezas estar\u00e1n listas para ser retiradas y ceder su espacio para acoger la nueva tanda anual.<\/p>\n <\/p>\n Uno de los m\u00e1s antiguos establecimientos locales, la tienda-factor\u00eda Kikkawa<\/a>, se especializa en este tipo de salm\u00f3n seco, que se vende finamente cortado en piezas de peque\u00f1o tama\u00f1o. La visita a la tienda no puede quedarse en una simple compra. Es obligado adentrarse a echar un vistazo a la trastienda; una impresionante nave centenaria donde se acumulan los preciados salmones pendientes del techo de madera. Tambi\u00e9n hay una sala de tatami<\/em> que conviene visitar durante el festival anual de los biombos, sobre el que hablo en otra entrada. Y hablando de Kikkawa<\/strong>, no puedo dejar de mencionar la agradable atenci\u00f3n que dispensan sus dependientas.<\/p>\n <\/p>\n Pero volvamos al motivo inicial de la visita: adquirir peque\u00f1as lonchas de salm\u00f3n seco. A esta forma de consumo se la denomina sake wo sakebitashi<\/em><\/strong>.<\/p>\n <\/p>\n Hay un cierto juego de palabras con la bebida alcoh\u00f3lica, sake<\/em>, y la denominaci\u00f3n al\u00f3fona del salm\u00f3n en japon\u00e9s: sake<\/em>. En efecto, las lonchas secas se reblandecen empap\u00e1ndolas en sake<\/em><\/strong>, lo que adem\u00e1s contribuye a potenciar el sabor<\/strong>. Este aperitivo alcanza mayor sofisticaci\u00f3n si la ingesta del licor, tambi\u00e9n de producci\u00f3n local, la realizamos en un peque\u00f1o vasito de madera tallada y lacada<\/strong>. Esta t\u00e9cnica artesanal, en japon\u00e9s denominada tuishu<\/a><\/em><\/strong>, es otra de las peculiaridades de Murakami.<\/p>\n Sobre la hist\u00f3rica tienda de la familia Kosugi<\/a><\/strong> me extiendo algo m\u00e1s en otro texto, pero hay que mencionar que es el mejor lugar para adquirir piezas de esta delicada manufactura. L\u00e1stima que, en esta ocasi\u00f3n, no pudi\u00e9semos cerrar del todo el c\u00edrculo haci\u00e9ndonos con un vasito grabado con el s\u00edmbolo de este lugar: el dibujo de un salm\u00f3n. Agotado este popular motivo, nos quedaban para elegir las ramas de pino, bamb\u00fa o ciruelo. La famosa trilog\u00eda de buenos augurios, sho-chiku-bai<\/em> en la pronunciaci\u00f3n de sus caracteres por escrito. Confiando en recibir la prometida buena suerte, brind\u00e9 con un vasito decorado por ramas de pino. \u00a1Kanpai<\/em>!<\/strong><\/p>\n <\/p>\n Y sin duda la suerte me acompa\u00f1\u00f3. Lo hizo en forma de descubrimiento imprescindible: el espectacular restaurante Shintaku<\/strong>. Descubrimiento es una palabra bastante adecuada ya que, pese a sus considerables dimensiones, el establecimiento puede pasar desapercibido al paseante. En una angulosa calle de kurobei<\/em>, el cl\u00e1sico paisaje urbano de la era Edo caracterizado por vallas de negros listones de madera pintada, la admiraci\u00f3n del entorno puede despistarnos. Especialmente si no se pueden leer los kanjis<\/em>, el viajero podr\u00eda pasar de largo y dejar pasar una experiencia gastron\u00f3mica irrepetible.<\/p>\n <\/p>\n Espectacular dec\u00eda, y dec\u00eda bien. Antes de que lleguen los platos, el estupendo jard\u00edn y el suntuoso interior<\/strong> nos tienen ya cautivados. Con la mesa puesta, la vista sigue recibiendo est\u00edmulos de forma y color. Todo se quedar\u00e1 corto ante los que reciba el paladar.<\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n Delicados platos desfilan por la barra, donde el jefe de cocina adereza sus creaciones con los m\u00e1s diversos ingredientes y una amena conversaci\u00f3n. Sus nakai<\/em>, camareras, ataviadas al modo tradicional, no se quedan atr\u00e1s en simpat\u00eda. O-mo-te-na-shi<\/em><\/a>. Queda claro que la comida, tambi\u00e9n en Jap\u00f3n, es mucho m\u00e1s que alimento; es un acontecimiento social. Y con cocinas centenarias y expertas como las de Shintaku, tambi\u00e9n una obra de arte.<\/p>\n <\/p>\n Las mil y una formas de preparar el salm\u00f3n<\/strong> se pueden aprender aqu\u00ed, aunque no en una sola visita. La cl\u00e1sica inclinaci\u00f3n nipona por variar los ingredientes (naturaleza obliga) en cada estaci\u00f3n reclama m\u00faltiples visitas a lo largo del a\u00f1o. Quien pudiera…<\/p>\n <\/p>\n Las lonchitas de salm\u00f3n desecado<\/strong> no faltan como aperitivo. Bien finas, como papel, nos dice el jefe. De lo contrario, la sal se impone en el paladar y eclipsa el sabor del verdadero protagonista de carne rosada. Con el pescado fresco<\/strong> tambi\u00e9n se juega, ya sea pas\u00e1ndolo por la plancha o por la olla. Las huevas<\/strong> no faltan para complementar el arroz<\/strong>. Las v\u00edsceras<\/strong> tendr\u00e1n su protagonismo, incluso las espinas nos regalar\u00e1n un caldo<\/strong> muy bien recibido en estos primeros fr\u00edos del oto\u00f1o.<\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n <\/p>\n No nos iremos sin curiosear, de la mano atenta de las nakai<\/em>, la exposici\u00f3n de biombos<\/strong>. Pero, \u00bfacaso no he dicho ya que de eso me ocupar\u00e9 en otro art\u00edculo? Dej\u00e9moslo de momento y acabemos de saborear el postre. No cabe el salm\u00f3n en este apartado, pero el delicado sabor de la pera, hecha sorbete, se me har\u00e1 dif\u00edcil de olvidar. Deseando volver a sentarme a esta mesa, me despido de mis anfitriones. \u00a1Gochisousama deshita<\/em>!<\/strong><\/p>\nSalm\u00f3n curado<\/h2>\n
Sake<\/em> con sake<\/em><\/h2>\n
Un restaurante fundado en 1867<\/h2>\n
Salm\u00f3n gourmet<\/h2>\n
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