Oficina de Turismo de Ojika<\/a> tambi\u00e9n ofrece recorridos por el museo en ingl\u00e9s.<\/strong><\/p>\n\n\n\nUn paseo a trav\u00e9s del pasado arquitect\u00f3nico de la isla de Ojika<\/h3>\n\n\n\n Despu\u00e9s del museo, Hashi nos llev\u00f3 a caminar por las estrechas calles del centro de la ciudad, donde muchos de sus edificios tienen m\u00e1s de 100 a\u00f1os. Algunos de los m\u00e1s antiguos se han deteriorado debido a su abandono y se pueden ver qu\u00e9 m\u00e9todos utilizaron durante la construcci\u00f3n los muros y aleros.<\/p>\n\n\n\n
Debido a que el trabajo de Hashi incluye la identificaci\u00f3n de edificios hist\u00f3ricos que vale la pena renovar, me pudo mostrar algunas de las caracter\u00edsticas arquitect\u00f3nicas de estos edificios antiguos, incluso con su poco ingl\u00e9s. No obstante, para los entusiastas de la arquitectura, un paseo por el casco antiguo es una mirada fascinante al pasado de Jap\u00f3n.<\/strong><\/p>\n\n\n\n <\/figure><\/li> <\/figure><\/li> <\/figure><\/li> <\/figure><\/li><\/ul>La mayor\u00eda de los edificios tienen m\u00e1s de 100 a\u00f1os.<\/figcaption><\/figure>\n\n\n\nViviendo en comunidad con los visitantes<\/h2>\n\n\n\n Despu\u00e9s de nuestro paseo por el centro de la ciudad, Hashi nos llev\u00f3 a Yanoya, la casa de hu\u00e9spedes donde pasar\u00eda la noche. Cuando entr\u00e9 por primera vez, Yami estaba en el \u00e1rea de la cocina, preparando los ingredientes para la cena. Es una cocina grande y abierta, permitiendo a los hu\u00e9spedes reunirse y ayudar a preparar la comida<\/strong>. Dentro de la cultura japonesa no es costumbre preparar la comida de forma colaborativa, as\u00ed que esta experiencia es excepcional para sus visitantes japoneses. Para los visitantes extranjeros, tambi\u00e9n es una oportunidad de maravillarse con la variedad de alimentos frescos disponibles en Ojika, desde sus verduras hasta su arroz y, por supuesto, la abundante variedad de mariscos.<\/p>\n\n\n\nEn Yanoya, los hu\u00e9spedes pueden ayudar a preparar la comida.<\/figcaption><\/figure>\n\n\n\nExcursi\u00f3n para pescar en la isla de Ojika<\/h2>\n\n\n\n Esta vez, sin embargo, no podr\u00eda participar en la preparaci\u00f3n de la comida, ya que nuestra tarea era atrapar parte de ella.<\/strong> Hashi recogi\u00f3 ca\u00f1as de pescar y todos los aparatos, y condujimos hasta un peque\u00f1o puerto donde \u00edbamos a pescar aji<\/em> (\u9bf5 \u2013 jurel) para nuestra cena. Victoria, mi anfitriona de la Oficina de Turismo de Ojika, tambi\u00e9n se apunt\u00f3 a esta actividad.<\/p>\n\n\n\n <\/figure><\/li> <\/figure><\/li><\/ul>Hashi, de la casa de hu\u00e9spedes Yanoya, nos llev\u00f3 a pescar aji<\/em>. <\/figcaption><\/figure>\n\n\n\nEl arte de pescar jurel en la isla de Ojika<\/h3>\n\n\n\n Hashi nos demostr\u00f3 a Victoria y a m\u00ed como armar una ca\u00f1a de pescar para atrapar aji<\/em><\/strong>: colg\u00f3 un peque\u00f1o cubo pesado en el hilo de pescar debajo de unos 5 o 6 peque\u00f1os ganchos. Llenamos el balde con cebos, lo dejamos caer en el agua y lo movimos lentamente hacia arriba y hacia abajo, soltando los cebos en el agua alrededor de los anzuelos. Un banco de peces se reuni\u00f3 r\u00e1pidamente para comer, y los menos afortunados atraparon la comida de los anzuelos. Llenos de confianza y listos para una gran fest\u00edn de aji<\/em>, elegimos nuestros lugares a lo largo del agua y dejamos caer nuestras ca\u00f1as.<\/p>\n\n\n\n <\/figure><\/li> <\/figure><\/li><\/ul>Hashi mostrando las t\u00e9cnicas para atrapar el jurel<\/figcaption><\/figure>\n\n\n\nVimos un gran grupo de peces merodeando alrededor de la comida que flotaba en el agua. Y como Hashi prometi\u00f3, sacamos nuestras ca\u00f1as del agua con varios peces en los anzuelos.<\/strong> Todo correcto, excepto que ninguno era aji<\/em>. Hab\u00edamos capturado varios peces peque\u00f1os de color rojizo que no eran comestibles, por lo que los desenganchamos con cuidado y los arrojamos de nuevo al agua.<\/p>\n\n\n\nSin embargo, no habia que preocuparse. Ten\u00edamos una bolsa llena de cebos y todo el tiempo del mundo. Volvimos a llenar nuestros cubos y dejamos caer nuestras ca\u00f1as en el agua. Esta vez, termin\u00e9 con un pez m\u00e1s grande del a familia del fugu<\/em> (\u6cb3\u8c5a) venenoso. A\u00fan as\u00ed, no era lo que est\u00e1bamos buscando, as\u00ed que lo devolvimos.<\/p>\n\n\n\n <\/figure><\/li> <\/figure><\/li><\/ul>El proceso de atrapar aji<\/em> consiste en rellenar los cubos de cebos y tirar nuestras ca\u00f1as al agua.<\/figcaption><\/figure>\n\n\n\nLa hospitalidad de la isla de Ojika<\/h3>\n\n\n\n Durante la siguiente hora, volvimos a lanzar nuestras ca\u00f1as, pero no par\u00e1bamos de capturar pescados inadecuados para nuestra cena<\/strong>: muchos peces peque\u00f1os rojos y algunos peces no comestibles m\u00e1s grandes. Incluso unos pocos aji,<\/em> pero eran demasiado peque\u00f1os para hacer una comida. Hashi estaba perplejo, y la situaci\u00f3n se volvi\u00f3 tan rid\u00edcula que no hab\u00eda nada que hacer m\u00e1s que re\u00edrnos de nuestra incre\u00edble mala suerte.<\/p>\n\n\n\n\u00a1Regalos de los pescadores locales cuando fallamos nuestra misi\u00f3n de pescar algo para la cena! <\/figcaption><\/figure>\n\n\n\nCuando finalmente nos resignamos al hecho de que no habr\u00eda aji<\/em> frito para la cena, dos pescadores locales que presenciaron nuestra situaci\u00f3n vinieron. Pasaron parte de su pesca de su cubo al nuestro, aparentemente preocupados de que pudi\u00e9ramos morir de hambre si nos \u00edbamos con las manos vac\u00edas. As\u00ed es la hospitalidad isle\u00f1a de Ojika, donde los extra\u00f1os dar\u00e1n generosamente todo lo que tengan para ayudar.<\/strong><\/p>\n\n\n\n