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Dejima es una isla como pocas otras en el misterioso Japón. Principalmente porque, al contrario que la mayoría, no se encuentra en mitad del océano… ¡sino en el corazón de Nagasaki!

En este artículo lo invitamos, cordialmente, a aventurarse a visitar el suroeste de Japón. Concretamente, la ciudad de Nagasaki. Aquí descubrirá la historia tras la isla de Dejima; uno de los puntos turísticos que más curiosidad despierta en la ciudad y que ha hecho de ella un lugar único a nivel mundial.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Maqueta de la isla de Dejima, en Nagasaki (Japón).

Dejima fue erigida en las afueras de la bahía de Nagasaki en 1634. Este pequeño islote, construido en forma de abanico, fue edificado al atravesar un canal que separara una pequeña península, convirtiéndola en isla. Se hizo como medida para evadir el sakoku que, literalmente, significa “país cerrado”, en la época Edo japonesa.

 

Historia de la isla de Dejima

Históricamente hablando, Dejima fue una isla artificial que fue fundada como soporte de los intereses de los comerciantes locales. Inesperadamente, terminó por jugar un papel imprescindible en el desarrollo de Japón, tomando protagonismo durante los más de 200 años de conservación de la política de aislamiento auto-impuesto del país, al ser el único puerto de toda la nación nipona que permaneció abierto al comercio e intercambio con el resto del mundo.

Maqueta de la isla Dejima, en Nagasaki (Japón).

Modelo a escala de la isla que puede ser apreciado en los jardines interiores de la reconstrucción del Sitio Histórico de Dejima.

Esta isla es, por sí misma, una curiosidad, debido al inesperado balance y tolerancia alcanzados en este pequeño pedazo de tierra durante este particular periodo de la historia. Gracias a los beneficios del intercambio cultural aquí realizado, con el tiempo, los extranjeros fueron admitidos y, finalmente, aceptados en la ciudad de Nagasaki. Llegaron a participar incluso en festividades locales, como las realizadas desde la fundación del Templo Shinto Suwa, dando nacimiento al foco multicultural del famoso festival Kunchi.

Gracias a la existencia de Dejima, la cultura, el arte, las finas sedas y manualidades niponas fueron conocidas y reconocidas por su belleza en todo el mundo, capturando la imaginación global debido a su rareza. Trayendo consigo, a su vez, la introducción de las técnicas de medicina moderna, el vidrio soplado, el desarrollo de artes europeas (tales como la música, la ópera, el piano y la fotografía), así como las artes militares, astronomía y deportes como el bádminton y el billar.

Dejima, pequeña isla en el interior de Nagasaki (Japón).

Dejima fue conocida a través de todo Japón como el centro de “Estudios Holandeses”, donde muchos samuráis fueron enviados para ser introducidos a las ciencias modernas y las artes militares.

Hacia su declive, en la apertura de las fronteras de Japón, Dejima terminó por ser clausurada y reabsorbida para expandir los límites de Nagasaki. Afortunadamente para todos, en tiempos modernos fue reconstruida en lo que se considera el corazón de la ciudad; haciendo de ella, figurativamente hablando, la única isla tierra adentro del país.

Puente de la pequeña isla de Dejima, en Nagasaki.

En 1922, el Centro Holandés de Comercio de Dejima fue declarado como Sitio Histórico Nacional de Japón, iniciando un proyecto de restauración del lugar que continúa hasta la fecha. Trata de lograr, para el año 2017, recobrar la vista original de la isla abriendo el acceso por las puertas centrales a través de la edificación de un puente sobre el río Nakashima.

 

Qué ver en Dejima

La gran ventaja de la actual localización de Dejima es que, ciertamente, ofrece a los turistas la facilidad de visitar un área de fácil acceso para personas de todas las edades, sin necesidad de tener que salir al mar abierto para poder disfrutar de un vestigio viviente de la historia mundial.

Si cuenta con poco tiempo para su visita, este sitio histórico ofrece la ventaja de permanecer en un área central de Nagasaki. Después de visitar otros sitios relevantes de la ciudad, dese un respiro mientras disfruta de la cultura y de las compras de forma relajada. En este lugar tendrá la oportunidad de hacer grandes memorias.

Puente de piedra en el jardín de Dejima, isla de Nagasaki.

En Dejima, no pierda la oportunidad de visitar los jardines. Este pequeño puente de piedra es un excelente lugar para tomar buenas fotografías.

Aquí le ofrecemos una pista curiosa, nacida de la experiencia de los miles de estudiantes japoneses que visitan Dejima cada año en sus viajes de estudio: si se encuentra con un tiempo muy limitado para visitar Nagasaki, deje a Dejima como una opción intermedia a la hora de hacer turismo. Así, podrá recargar energías en la sombra, tomar un refrigerio en el restaurante Dejima International Club, que se encuentra dentro de los terrenos, hacer una parada en los lavabos para re-arreglarse, o simplemente crear buenos recuerdos mientras se disfruta de las exposiciones históricas y la cultura local.

Isla de Dejima, en Nagasaki (Japón).

Dejima cuenta con áreas específicas para consumir alimentos, como bancos, el área de descanso y el área verde de los jardines. Sin embargo, recuerde que está prohibido acceder a los edificios de las exposiciones o caminar mientras se come, para evitar accidentes y deslucir el área. La basura debe llevarse consigo de regreso, separarse y depositarse en los cubos de basura.

Jardines y áreas de descanso de Dejima, isla de Nagasaki.

Si el día de su visita se siente agobiado por el calor, tome un refrigerio en una de las áreas de descanso, las cuales se localizan en un lugar fresco y alejado del barullo urbano.

 

Legado español en pleno Nagasaki

Para quienes son hispanohablantes, Dejima jugó un papel muy importante en el desarrollo de las relaciones entre Japón y el resto del mundo, estrechando lazos especialmente con países como Portugal, Holanda, México, Alemania y China. De ahí que uno de los recuerdos más famosos de la ciudad de Nagasaki es el “castela” o “pan de Castilla”, receta traída desde España por los portugueses.

Antes de continuar con su recorrido por la ciudad, no se olvide de visitar la tienda de recuerdos de Dejima, localizada en la puerta este del complejo histórico, donde se encuentra también una las áreas de descanso y algunas máquinas expendedoras de bebidas sin alcohol.

Tienda de regalos de Dejima, isla de Nagasaki.

Dentro de la tienda podrá escoger dentro de un gran surtido de recuerdos hechos exclusivamente para Dejima.

Dejima es un lugar ideal para hacer compras de último minuto, sobre todo si se llega por barco y no se tiene la oportunidad de regresar a los alrededores de la estación central de Nagasaki. Dentro de la tienda de recuerdos se puede encontrar una amplia variedad de dulces típicos, alimentos de famosa manufactura local como el “Champon” y el “Castella”, y pequeños accesorios confeccionados en carey, marfil o perlas, que le han dado a Nagasaki su fama internacional durante generaciones.

 

Recorridos turísticos guiados por la isla

Algunas de las cosas que hacen de la hospitalidad de la ciudad de Nagasaki asombrosa es la amabilidad con la que sus ciudadanos atienden a los visitantes, y la consideración en los pequeños detalles, que hacen de una visita un recuerdo inolvidable. Por ejemplo, Dejima tiene disponibles varios paseos guiados por el complejo histórico, y uno de los más notables es el “recorrido sin barreras”, que puede ser iniciado por cualquiera de los dos accesos (desde las puertas este u oeste) y que le ofrecen la oportunidad a los turistas de conocer los lugares de interés en un circuito construido sobre rampas. Estas rampas brindan un acceso fácil a las personas de avanzada edad, usuarios de sillas de ruedas y a las familias que traen un carrito de bebé.

Por estas y muchas otras razones, si planea visitar la ciudad de Nagasaki y sus alrededores, no dude en darse una vuelta por Dejima. Le aseguramos que tendrá la oportunidad de crear buenos recuerdos y hacer curiosas fotografías junto a los guías turísticos ataviados con vestimentas tradicionales. Desde hace poco, incluso puede disfrutar de “El tour de Experiencia en Kimono”, donde, por 1000 yenes, le ayudarán a ponerse un hermoso kimono con diseños clásicos y caminar 30 minutos dentro de las instalaciones. ¡Una excelente oportunidad para hacerse grandiosas fotografías!

 

Cómo llegar a Dejima

Si desea conocer más detalles acerca de los eventos culturales, festividades estacionales y reserva de visitas guiadas que ofrece Dejima, puede acceder esta página web en inglés.

Para facilitar su visita: si viene desde el puerto de Nagasaki, en la parte baja de la página puede localizar Dejima en el mapa y llegar al casco histórico a pie. Se trata de una caminata de máximo 15 minutos.

Si busca el acceso desde la Estación Central de Nagasaki, diríjase a las afueras de la misma, y localice el puente peatonal que le dará acceso a la parada sur del tranvía. Una vez allí, tome el tren #1 (línea Azul), con el letrero de dirección hacia la parada Shokakuji-shita,, y bájese tres estaciones después en la parada de Dejima. Desde allí, solamente tiene que cruzar la calle para acceder por la puerta oeste del sitio histórico, donde se encuentra localizada la taquilla. Para regresar a la Estación Central, cruce la calle hacia la parada frente a la que llegó y tome el mismo tren #1 (línea Azul), con el letrero de dirección hacia la parada Akasako. Bájese tres estaciones después.

Tranvía de Nagasaki, Japón.

Para mayor facilidad de los visitantes, los tranvías anuncian por megafonía la estación donde van a hacer la parada, En ocasiones, también anuncian la estación final a la que se dirigen: “Shokakuji-shita” hacia el sur, y “Akasako” hacia el norte.

Esperamos, sinceramente, que este artículo le provea con información útil que le permita disfrutar mejor de su visita. O, al menos, que le inspire curiosidad en conocer uno de los puntos históricos más curiosos de una de las ciudades japonesas más famosas del mundo, como lo es la ciudad de Nagasaki.

Siéntase libre de dejar sus comentarios y de compartir sus dudas, experiencias o preguntas con nosotros. ¡Hasta la próxima!

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Jo. Hernández

Jo. Hernández

Soy mamá de un pequeño dragón, curiosa por lo inusual, una gran seguidora de la cultura japonesa, una asidua lectora del género fantástico, una amante de la música, películas, manga y animé, cazadora de tesoros en el mercado ambulante, reportera determinada, fotógrafa persistente, y en breve siempre me ha gustado conocer personas interesantes y participar en proyectos que puedan reflejarse en grandes experiencias de vida.

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