Uno de los mejores aspectos de vivir en Tokio es que siempre hay algo por descubrir. Con más de 2,194 kilómetros cuadrados, esta gran metrópolis ofrece infinitas oportunidades de exploración. Siempre que puedo, hago excursiones a barrios que aún no he visitado, a pesar de llevar varios años viviendo aquí.
Esta vez, quiero contarte sobre mi paseo por el este de Tokio, una excursión que hice a finales de febrero, aprovechando un día soleado y la floración simultánea de los ciruelos y los kawazu sakura, los cerezos de invierno. En esta ruta improvisada, recorrí parques, ríos, santuarios y barrios tradicionales en Sumida, Edogawa y Koto. Y una vez más, me di cuenta de que Tokio tiene una magia especial que pocos conocen, pero que, una vez descubierta, es imposible olvidar.
Primera parada: los jardines de Mukojima-Hyakkaen
Sobre las 11 de la mañana de un viernes llegué a los jardines de Mukojima-Hyakkaen, ubicados en una zona residencial de Sumida. Este es uno de los lugares más conocidos por la floración de los ciruelos en febrero por esa zona y estaba en mi lista de pendientes desde hacía tiempo. A lo largo del año, el parque está adornado con diversas flores, y su paisaje con el Tokyo Skytree de fondo crea una vista espectacular.
El largo viaje desde mi barrio valió la pena. Además de sus 20 variedades de ciruelos, este parque, que data del periodo Edo, ofrece una tranquilidad difícil de encontrar en el centro de la ciudad.
Mukojima-Hyakkaen Gardens
tourist attraction- 3 Chome-18-3 Higashimukojima, Sumida City, Tokyo 131-0032, Japan
- ★★★★☆
Dos pequeños santuarios en el este de Tokio
Después de mi relajante paseo, decidí visitar dos santuarios cercanos a la estación Hikifune. Por el camino, alcé la vista y vi que el Tokyo Skytree me estaba acompañando. A pesar de que ya llevo unos años viviendo aquí, siempre me impacta ver la torre más alta de Japón entre edificios bajos de su alrededor.
Santuario Takagi: anime y onigiri
El santuario Takagi es bastante popular entre los turistas por dos razones curiosas. Primero, su nombre coincide con el de un personaje del anime Karakai Jozu no Takagi-san (Takagi-san, experta en bromas pesadas), lo que ha convertido al santuario en un punto de peregrinación para los fanáticos de la serie. Aquí es posible encontrar amuletos, goshuin estacionales y figuras del personaje.
La segunda razón es su relación con los onigiri お握り. Este santuario está dedicado al dios del matrimonio, y juega con la similitud entre las palabras musubi 結び (unión) y omusubi (un sinónimo de onigiri). De ahí que su decoración esté repleta de referencias a esta popular comida japonesa.
Takagi Shrine
tourist attraction- 2 Chome-37-9 Oshiage, Sumida City, Tokyo 131-0045, Japan
- ★★★★☆
Santuario Tobiki Inari: un rincón escondido
Muy cerca, encontré el Santuario Tobiki Inari, menos conocido pero igualmente encantador. Me sorprendieron sus hermosos goshuin, tanto grandes como pequeños, siendo estos últimos más difíciles de encontrar. Su principal atractivo es un majestuoso árbol ginkgo, el más grande de Sumida. Lo vi sin hojas, pero estoy segura de que en otoño es espectacular.
Tobikiinari Shrine
tourist attraction- 2 Chome-39-6 Oshiage, Sumida City, Tokyo 131-0045, Japan
- ★★★★☆
El antiguo río Nakagawa y sus cerezos de invierno
Tras mi recorrido cultural, tomé la línea de tren local Tobu-Kameido para visitar un punto conocido por la floración temprana de los kawazu sakura. Tras un agradable paseo desde la estación, llegué a un puente desde donde podía ver el río teñido de rosa. Es asombroso cómo estas flores resisten el frío del invierno y llenan de color el paisaje.
El ambiente era alegre, con locales y turistas capturando el momento en fotos. Me tomé mi tiempo para pasear y disfrutar del sol y las flores, sin mirar el reloj. Sin duda, la combinación de los cerezos, el tren cruzando por el puente y el Skytree al fondo hacen que este sitio sea un lugar perfecto para los amantes de la fotografía.
Old Nakagawa River Kawazu Cherry Blossoms
tourist attraction- 3 Chome-4 Hirai, Edogawa City, Tokyo 132-0035, Japan
- ★★★★☆
Kameido Gyoza: el rey de las gyoza del este de Tokio
Se me pasó el tiempo volando y llegaron las 2 de la tarde. A pesar de que mi horario de comida sigue siendo algo español, en Japón me he acostumbrado a almorzar antes. Así que puse rumbo dirección a Kameido Gyoza, un pequeño restaurante de barrio especializado únicamente en una cosa. Sí, en gyozas.
Este local tiene un ritmo frenético: al sentarte, te sirven un plato con cinco gyozas, y cuando estás por terminarlas, la encargada te pregunta si quieres más. Y así, el ciclo se repite hasta que dices basta. Pensé que con dos raciones sería suficiente, pero terminé comiendo cuatro platos. Cada porción cuesta solo 300 yenes, y mi almuerzo exprés duró 15 minutos. ¡Creo que nunca había comido tan rápido!
Kameido Gyoza Honten
meal takeaway- 5 Chome-3-3 Kameido, Koto City, Tokyo 136-0071, Japan
- ★★★★☆
Santuario Kameido Tenjin: ciruelos o glicinias
No podía visitar Kameido sin pasar por su santuario más famoso. Kameido Tenjin es especialmente bello en mayo, durante la temporada de glicinias, y en febrero, cuando florecen sus 300 ciruelos. Su paisaje, adornado con puentes y estanques con tortugas, lo convierte en un lugar idóneo para pasear y tomar fotos.
Recomiendo visitarlo durante las dos floraciones. Curiosamente, estas dos flores tienen un aroma increíble, así que siempre que pienso en este santuario me viene una fragancia increíble a la memoria.
Kameido Tenjin Shrine
tourist attraction- 3 Chome-6-1 Kameido, Koto City, Tokyo 136-0071, Japan
- ★★★★☆
Una pequeña decepción y un cierre perfecto
Tanto en artículos de internet como en las redes sociales se resaltan solo los momentos bonitos, pero creo que también es importante hablar de las decepciones. Mi última parada iba a ser el río Oyoko para ver los kawazu sakura, pero al llegar, el sol ya se estaba ocultando y, para colmo, los árboles apenas habían florecido. Seguramente en plena floración es un espectáculo, pero ese día solo pude imaginarlo.
Oyoko River
natural feature- Oyoko River, Tokyo, Japan
- ★★★★☆
Pero como todo en esta vida tiene solución (y ojalá que mis problemas solo sean no ver los cerezos floridos), me fui a pasear por el Parque Kiba, un extenso espacio donde familias, amigos y parejas se reúnen en su tiempo libre. Mientras caminaba y observaba escenas cotidianas, alcé la vista y allí estaba: el Skytree, enmarcado entre el puente. Un fiel compañero que me acompañó durante toda la excursión.
Kiba Park
park- 4 Chome-6-1 Hirano, Koto City, Tokyo 135-0023, Japan
- ★★★★☆
Me sentí satisfecha con mis descubrimientos, agradecida por esos días soleados en Tokio y feliz de poder compartir esta experiencia contigo. Estoy segura de que volveré al este de Tokio para seguir explorando esta maravillosa ciudad, a la que finalmente puedo llamar hogar.