En cualquiera de las ciudades que hayas planeado visitar en tu viaje a Japón encontrarás numerosos museos en los que podrás apreciar no sólo la historia y el arte nacional de Japón y del extranjero, sino también una amplia gama de diferentes áreas temáticas que te ayudarán a tener una idea más acertada del el país del sol naciente.
Pero, en ocasiones, ciertos museos muy originales, particulares y hasta inesperados pasan desapercibidos entre tanta oferta de buenos lugares que visitar. Así que, dejando de lado el famoso Museo de Edo-Tokio, el Museo Nacional de Tokio y el Museo de Arte Contemporáneo, en esta nueva entrega de las colecciones secretas hemos preparado un listado de los museos ubicados en la ciudad de Tokio y sus alrededores que quizás sean pequeños, o estén ubicados en áreas no tan populares o en distritos menos turísticos, pero que absolutamente valen la pena y son una muy recomendable visita.
Tako-No-Hakubutsukan: museo de cometas de papel
Un pequeño e interesante museo es el de cometas: TAKO-NO-HAKUBUTSUKAN, ubicado en el transitado barrio de Nihonbashi (cerca de la estación de metro y tren urbano del mismo nombre). En el quinto piso de un edificio común y corriente, sobre el restaurante Taimeiken, cientos de cometas de papel y bambú (material tradicional en este tipo de artefactos de origen chino y japonés) decoran las paredes, vitrinas y cada rincón libre que se pueda imaginar. Las coloridas cometas, con una casi infinita gama de estilos e imágenes representadas (tanto tradicionales, la mayoría, como diseños y temáticas más contemporáneas), son un buen ejemplo de lo serio que se toman las cosas los japoneses a la hora de la dedicación y la atención al detalle de sus pasatiempos. Por supuesto, como en todo museo, tendrás reseñas históricas acerca de los usos iniciales de dichos objetos. La entrada es de 200 yenes por persona.
Museo Postal de Tokio
Otro establecimiento que seguramente te gustará visitar es el Museo Postal de Tokio, que antiguamente se encontraba en otro lugar, pero que actualmente se ha mudado a una de las plantas inferiores de un edificio inigualable que seguro que ya estará dentro de tus planes: el Tokyo Skytree. Aquí se encuentran expuestos más de 300 000 sellos junto a varios elementos de la historia de la comunicación mediante este medio, de origen tanto nacional como internacional. Un detalle particular del museo es que, desde el interior mismo, puedes mandar una postal o carta a tu familia o amigos, ya que, como no podía se de otra manera, una dependencia de correos se encuentra en la instalaciones. En este caso la entrada es un tanto más cara (300 yenes por persona) y necesitas más tiempo para recorrerlo que en el museo anterior.
Museo de Parásitos
Existe un museo un tanto extraño y más relacionado con cuestiones médicas y científicas: el Museo de Parásitos, en el barrio de Meguro, al sur de la ciudad de Tokio. Si bien no es el típico lugar al que estamos acostumbrados a visitar, la información se encuentra claramente expuesta, junto a cientos de muestras de los mencionados seres, los cuales probablemente nunca has visto con anterioridad. La entrada al recinto es gratis, aunque se invita a los visitantes a dejar una contribución para el funcionamiento de las instalaciones. Este museo también cuenta con una de las bibliotecas más extensas del mundo sobre el tema.
Museo Ghibli
Finalmente, dejé uno de mis museos preferidos y que, si bien es un tanto conocido, no podía dejar de mencionarlo: el Museo Ghibli, dedicado íntegramente a técnicas de animación y al estudio de animación japonés que lleva ese mismo nombre y que ha sido la cuna de las maravillosas películas del genial Hayao Miyazaki. Ubicado en Mitaka, a unos 20 minutos en tren urbano desde la estación Shibuya (más un corto viaje en bus), este genial museo abrió sus puertas en el año 2011 y, desde entonces, recibe aproximadamente unos 700 000 visitantes al año.
El tema de las entradas es un poco complicado, ya que sólo se pueden comprar por anticipado. Así que, si no tienes en Japón algún conocido que pueda ayudarte, te recomiendo, con una anticipación de no menos de tres meses, visitar su página web y leer la sección indicada tickets. Cada área específica del museo está decorada como si fuera parte de una de las tantas películas del estudio, por lo que los fanáticos se verán transportados de manera genial a sus momentos preferidos de cada film. Además, en el micro cine que hay dentro de sus instalaciones podrás ser testigo de cortos animados que sólo se proyectan allí, por lo que luego podrás afirmar que eres uno de los pocos espectadores en el mundo que ha visto dichos cortometrajes.
Ahora que conoces estos museos tan particulares para pasar una tarde entre objetos extraños y pequeñas obras de arte no tradicional, entre tantas otras particularidades, podrás sumar a tu viaje estos micro destinos para volverlo todavía más interesante. Y, por supuesto, no te olvides de pasar por la tienda de regalos para tener la experiencia completa adquiriendo algunos recuerdos extra.