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Si hace unas décadas nos hubieran contado que algún día existiría un lugar que nos permitiría subir cascadas con nuestros pies descalzos, perseguir carpas japonesas koi que se convierten en flores al intentar atraparlas, o incluso caminar entre cristales de luz en una galaxia lejana, seguramente hubiésemos pensado que se trataba de una locura.

Dos chicas en The Infinite Crystal Universe en TeamLab planets

Pero en Toyosu (豊洲), en plena bahía de Tokio (東京), existe un lugar que ha hecho realidad todo esto y mucho más: se trata de teamLab Planets, un museo digital e interactivo que ofrece una “inmersión corporal”, donde las fronteras entre el arte y el cuerpo desaparecen y ambos conceptos se mezclan entre sí. Es una experiencia multisensorial que estimula el tacto, la vista, el oído, el olfato y la imaginación y que permite a los visitantes sumergirse, literalmente, en un mundo de arte vivo y cambiante.

teamLab y su revolución de arte digital

El proyecto teamLab nació en Tokio en el año 2001 a manos de Toshiyuki Inoko, un físico y matemático japonés que decidió crear un colectivo de científicos y artistas para explorar la relación entre la ciencia, la tecnología, el arte y la naturaleza. Hoy en día, su equipo está formado por más de 500 profesionales entre los que se incluyen arquitectos, programadores, matemáticos, ingenieros, físicos, biólogos o artistas. Su misión es conseguir que el arte se libere de su plano físico y trascienda fronteras gracias a la tecnología digital.

Aunque a día de hoy, los profesionales que forman parte de teamLab son de diferentes procedencias, sus oficinas centrales están en Tokio y sus raíces son japonesas. Es por ello que su mensaje y propósitos pueden transmitirnos similitudes con la religión sintoísta, en la cual la naturaleza tiene un papel protagonista.

Durante dos décadas, teamLab ha creado multitud de exposiciones y escenarios artísticos en varios países. Su primera exhibición permanente de arte público se inauguró en el año 2012: un mural digital compuesto por 13 monitores incrustados en una de las paredes del primer piso del emblemático Tokyo Skytree.

Pero no fue hasta junio de 2018 que se abrieron de forma permanente las puertas del primer museo de arte digital del mundo: teamLab Borderless, situado en Odaiba (お台場), la futurista isla artificial de Tokio. Y tan sólo unas semanas después, en julio de 2018 se inauguró teamLab Planets, cuyas luces se apagarán a finales del año 2022 puesto que este museo no es permanente.

Desde sus inicios, ambos museos se han convertido en una revolución en el arte digital y han batido récords mundiales de visita. Durante su primer año, teamLab Borderless recibió 2,3 millones de visitantes de 160 países diferentes y 1,25 millones de personas de 106 países pudieron disfrutar de teamLab Planets.

Antes de visitar teamLab Planets

Como he comentado anteriormente, teamLab Planets parte del concepto de “inmersión corporal” en el cual las barreras entre el arte y el cuerpo desaparecen y los visitantes se adentran en un mundo donde la magia cobra vida. Por ello, hay que tener en cuenta algunas consideraciones antes de visitar el museo.

  • Entradas: teamLab Planets es uno de los museos más visitados de Tokio y su aforo es limitado. Por ello es recomendable comprar la entrada antes de la visita, especialmente si se trata de fines de semana y días festivos. Haciendo esto tendrás la seguridad de que tu visita será el día y a la hora que tú quieras y además te ahorrarás tiempo de espera innecesario haciendo cola. Existen diferentes opciones para comprar las entradas de teamLab Planets de forma online, pero nosotros recomendamos hacerlo a través de Rakuten Travel Experience, nuestro proveedor oficial, donde podrás adquirirlas de forma fácil y rápida.
  • Calzado: Los zapatos y los calcetines no están permitidos durante toda la visita. Nada más entrar en el museo hay una zona con taquillas donde podrás dejar tus pertenencias y poder disfrutar descalzos de esta experiencia única.
  • Ropa: Durante el recorrido tendrás que adentrarte en el agua, por lo que es recomendable llevar ropa por encima de la rodilla o que se pueda enrollar fácilmente. Si no tienes ropa adecuada, el museo ofrece un alquiler gratuito de pantalones cortos para que no tengas que preocuparte de nada. Además, otras de las zonas del museo tienen el suelo cubierto totalmente de espejos que reflejan todo, por ello, si llevas falda o vestido asegúrate de ponerte algo debajo. 
  • Recorrido: teamLab Planets tiene un itinerario marcado que suele durar entre una o dos horas, y cuando salgas de algunas salas o a la zona de taquillas ya no podrás volver a entrar al interior. Así que asegúrate de disfrutar bien cada una de las salas y de hacer todas las fotos que necesites.
  • App oficial de teamLab: Hay dos zonas con las que podrás interactuar a través de su aplicación oficial para iOS y Android. El museo también dispone de WiFi gratuito.
  • COVID-19: teamLab Planets cuenta con múltiples medidas preventivas y de higiene para minimizar el riesgo de contagio entre sus visitantes y trabajadores. Se ha reducido la capacidad de las diferentes salas del museo, es indispensable el uso de mascarilla, hay un detector automático de temperatura, es necesario mantener distancia social y se ha reforzado la higiene y limpieza de las instalaciones. 
    *Consulta aquí todas las precauciones y medidas especiales en relación al COVID-19 que deberás tener en cuenta antes de tu visita (en inglés).

La inmersión en teamLab Planets

El concepto de la inmersión corporal de teamLab pretende conseguir que los visitantes vivan el arte a través de su cuerpo. Durante todo el recorrido la iluminación, el sonido, las texturas e incluso los olores van cambiando. Esto permite a los visitantes que sientan cada espacio de una manera diferente.

teamLabs Planets tiene cuatro grandes exposiciones y un total de ocho obras de arte diferentes. Siete de ellas están en el interior y una en el exterior. A diferencia de teamLab Borderless, donde el recorrido es libre, aquí en teamLab Planets el camino ya está predefinido y tendrás que visitar las exhibiciones en orden.

Universe of Water Particles Falling from the Sky

Aunque esta obra de arte forma parte de teamLab Planets, se encuentra en la puerta del museo, por lo que se puede disfrutar de forma gratuita. Se trata de una cascada digital que cae desde un monolito. El movimiento del agua de la cascada cambia cuando la gente se acerca, representando la influencia de las personas en la naturaleza.

Si estás en Tokio pero no tienes planeado visitar el museo, esta es una gran oportunidad de contemplar uno de las obras de teamLab Planets sin pagar nada.

Waterfall of Light Particles at the Top of an Incline

Al salir de la zona de taquillas, ¡empieza la diversión! Tendrás que recorrer un camino prácticamente en la oscuridad, cuya única iluminación son unas tenues luces de color azul que te guiarán mientras escuchas el sonido del agua cayendo a lo lejos. Según avanzas por el pasillo, el sonido se irá haciendo más y más fuerte y al final te encontrarás con una gran cascada. Para llegar hasta ella tendrás que subir, con tus pies descalzos, una pequeña cuesta por la que el agua fluye libremente. Tras pasar la cascada hay una sala donde te darán una toalla y podrás sentarte para secar tus pies.

pasillo con luces azules de teamlab planets

Esta obra sirve como gran introducción del concepto de inmersión corporal de teamLab Planets ya que incluye luz, sonidos y agua. Desde el comienzo de la aventura, los visitantes pueden sumergirse completamente en esta experiencia multisensorial dejando atrás el mundo real.

Soft Black Hole – Your Body Becomes a Space that Influences Another Body

Esta sala se trata de un agujero negro con su propia gravedad y del que tendrás que salir. Aunque esta tarea no resulta tan sencilla como parece ya que los pies se hunden en el suelo a cada paso y el espacio va cambiando y transformándose en algo totalmente diferente, no sólo debido a tu propia interacción sino también por la de los demás visitantes que se encuentran en la misma situación que tú.

agujero negro en teamlab planets

Esta obra de arte nos invita a reflexionar sobre el hecho de que en nuestras vidas diarias no somos conscientes de nuestros propios cuerpos y del impacto que causamos a nuestro alrededor, en la naturaleza y en el espacio del resto de la humanidad.

The Infinite Crystal Universe

Tras conseguir salir de la sala anterior, avanzarás por otro pasillo poco iluminado, muy similar al primero. Pero esta vez, el camino acaba donde empieza una galaxia. Al cruzar la puerta a la siguiente exposición te encontrarás ante un laberinto de cristales y luces que se reflejan por todos lados y en todas las direcciones. En esta sala, tanto el techo y el suelo están cubiertos de espejos (hay que tener cuidado con las faldas y vestidos) y que crean la sensación de un mundo infinito y mágico.

chica y su reflejo entre cristales de luz

¡Es el momento de preparar los teléfonos móviles y utilizar la app de teamLab! Mediante la aplicación podrás interactuar con este universo de cristales infinitos. Tendrás que seleccionar elementos y lanzarlos al espacio, creando un escenario cambiante y efímero.

Por ello, esta obra de arte está en continuo movimiento y cada instante y experiencia serán únicos. Al igual que pasa en la vida real, donde el mundo cambia en todo momento dependiendo de cada persona.

chica observando la sala de los espejos

Drawing on the Water Surface Created by the Dance of Koi and People – Infinity

En esta sala tendrás que sumergirte, literalmente, en la obra de arte. Pero antes es necesario enrollarse la ropa por encima de las rodillas. Cuando estés preparado, podrás adentrarte en un lago lleno de agua que es el hogar de cientos de carpas koi digitales que nadarán alrededor de ti. Si intentas atraparlas y consigues tocarlas, estallarán y se convertirán en flores que además cambian según la estación del año. Cada siete minutos los peces se convierten en líneas de colores que iluminarán la sala.

En esta exhibición debes tener cuidado con tus pertenencias y el teléfono móvil ya que el agua cubre hasta las rodillas.

carpas koi digitales nadando
Carpas japonesas koi digitales

Cold Life

Esta obra de arte se encuentra escondida en una pequeña habitación a la que se accede directamente desde la sala de los peces. Aquí también tendrás que avanzar en el agua, pero podrás sentarte y disfrutar de una interpretación digital y moderna de la caligrafía japonesa. En la pantalla verás evolucionar los trazos del kanji 生, que significa “vida”, hasta convertirse en un árbol lleno de flores y mariposas.

obra de arte Cold Life dentro del museo
Foto: teamLab

Expanding Three-Dimensional Existence in Transforming Space – Flattening 3 Colors and 9 Blurred

La siguiente sala está llena de gigantes esferas de luz y color. Estas esferas se reflejan en los espejos del suelo, flotan y se mueven alrededor de los visitantes. Si golpeas una de ellas, cambiará su color. Dependiendo de la interacción de los visitantes con las esferas, el espacio irá transformándose. Cuando los espacios vacíos que vayan dejando las esferas al moverse tengan una densidad alta, se elevarán hacia al techo.

Esta obra está inspirada por los tres colores primarios de la luz (rojo, verde y azul) y nueve colores que surgen de la combinación de ellos y que se encuentran presentes en la naturaleza. Es por esto que las esferas de luz pueden cambiar y transformarse en doce colores diferentes.

Floating in the Falling Universe of Flowers

Esta sala es la última del recorrido. Al entrar te pedirán que te sientes en el suelo de espejo y disfrutes de la magia en silencio. Notarás como si flotaras entre un universo de flores digitales que te envuelven y van cambiando mientras te vas fundiendo con la obra de arte. Aquí también podrás utilizar la app de teamLab y lanzar mariposas que volarán hacia las flores. A su vez, las flores irán brotando, creciendo, y floreciendo. Luego empezarán a caer sus pétalos hasta marchitarse y, finalmente, morir. Es una representación perfecta y bella del ciclo de la vida, donde el nacimiento y la muerte continúan en la eternidad.

flores de cerezo digitales
teamLab, ​Floating in the Falling Universe of Flowers,​ 2016-2018, Interactive Digital Installation, Endless, Sound. Fotos: teamLab

Queremos que la gente se involucre con el mundo. En la medida de lo posible, queremos replantear la frontera entre el mundo y uno mismo. Al vivir en la ciudad, sientes como si hubiera una frontera entre el mundo y tú. Pero el mundo es algo en lo que deberíamos estar involucrados. Por poco que sea, el mundo es algo que cambia debido a tu existencia. Creemos que existe una relación continua y sin fronteras entre nosotros y el mundo.

– teamLab

Información adicional sobre teamLab Planets

  • Horarios:
    • De lunes a viernes: 10:00 – 19:00
    • Sábado: 9:00 – 20:00
    • Domingo: 9:00 – 19:00
    • Última entrada: 30 minutos antes del cierre
  • Es recomendable consultar la información oficial ya que durante algunos días determinados el museo cambia de horario o permanece cerrado.

¿Cuánto cuesta la entrada al museo teamLab Planets de Tokio?

  • Precios:
    • Adultos: 3200 yenes
    • Niños (4-12 años): 300 yenes – Deben ir acompañados de un adulto
    • Estudiantes (13-17 años): 2000 yenes
  • Recuerda que puedes adquirir las entradas a través de Rakuten Travel Experience, nuestro proveedor oficial, donde podrás seleccionar la divisa de tu país. Haz click aquí para comprar tus entradas.
  • No se puede comer y beber dentro del museo.
  • No está permitido entrar con palos de selfie, trípodes o mochilas o bolsos grandes. Deberás dejar tus pertenencias en las taquillas junto con tus zapatos y calcetines.
  • En la entrada del museo hay un puesto de comida y bebida.

¿TeamLab Borderless o Planets? ¿Cuál elegir?

¡Es una pregunta difícil! Pese a que ambos museos tienen bastantes similitudes y el concepto es parecido, lo cierto es que las experiencias son muy diferentes.

La visita al teamLab Borderless es más libre ya que no tiene un recorrido predefinido como Planets. Pero al ser un museo más grande y tener más exhibiciones requiere de más tiempo de visita por lo que no es recomendable si tienes un planning ajustado. En teamLab Borderless suele haber más gente que en teamLab Planets. Algunas de las exposiciones tienen aforo limitado y por ello es posible que en Borderless tengas que esperar largas colas para entrar en alguna sala en concreto.

Por otra parte, teamLab Borderless está basado en la exploración y Planets está enfocado a las sensaciones. Por ejemplo, teamLab Planets ofrece la experiencia de caminar descalzos o sumergirnos en el agua, algo que no es posible hacer en teamLab Borderless.

Como ves, la elección entre los dos museos teamLab de Tokio, depende en gran medida del tiempo que tengas disponible para la visita. Si tienes tiempo suficiente y te dan igual las multitudes: teamLab Borderless. Si no quieres esperar cola y prefieres los lugares sin mucha gente: teamLab Planets.

Cómo llegar a teamLab Planets

La estación de tren más cercana a teamLab Planets es Shin-Toyosu 新豊洲駅 (línea Yurikakome).Adicionalmente, la estación Toyosu 豊洲駅 (línea Tokyo Metro Yurakucho) se encuentra a 10 minutos andando. 

¿Merece la pena visitar teamLab Planets en una primera visita a Tokio?

¡Por supuesto! Su concepto de inmersión corporal se trata de una experiencia única que ha revolucionado el arte digital. También es el lugar perfecto si estás buscando sitios fotogénicos para compartir en tus redes sociales. Su ubicación es muy buena ya que se encuentra muy cerca de la turística Odaiba. Además, los horarios de apertura son muy amplios y el precio es muy razonable. Si estás en Tokio, no te vayas sin haber visitado teamLab Planets. ¡No te arrepentirás!

Lucia Tsujiguchi

Lucia Tsujiguchi

Llegué de Madrid a Tokio en 2017 con dos maletas repletas de sueños por cumplir y una mochila llena de miedos que vencer. Siempre con mi cámara, que me acompaña en cada uno de mis viajes y aventuras. Quiero narrar la verdadera esencia de este país, el Japón que se oculta en la rutina diaria, en los supermercados locales llenos de abuelas japonesas, en los restaurantes sin menú en inglés, en los tesoros escondidos en las zonas rurales, en las pequeñas cosas de las que apenas nos percatamos en nuestro día a día.