Año Nuevo, conocido en japonés como oshōgatsu (お正月), es, posiblemente, la fiesta nacional de mayor importancia en Japón. Se podría comparar con Navidad o Acción de Gracias en los países occidentales; celebraciones en las que familias enteras se reúnen para festejar. Existe una infinidad de tradiciones que se llevan a cabo para recibir el nuevo año, y, aunque pueden variar de región en región (y de familia a familia), hemos recopilado algunas de las más comunes en el país.
Decoración:
Los preparativos comienzan días antes de la gran celebración del 1 de enero, cuando se empieza a decorar la casa el 29 o 30 de diciembre. Decorar un solo día antes, el 31 (ichiyakazari, 一夜飾り), es síntoma de pereza y de dejarlo todo para el último momento. La decoración incluye el típico pino (kadomatsu, 門松), que se coloca en la entrada principal, y un elaborado mochi (kagamimochi, 鏡もち) en el salón. En mi familia, muchos de nuestros parientes llegan a la casa de mi abuelo el día de Nochevieja (ōmisoka, 大晦日). Los festejos comienzan esa misma noche, en la que nos tomamos los fideos de fin de año (toshikoshi soba, 年越しそば), que se sirven con yuzu (cítrico originario de Asia Oriental). A continuación se toma sopa de judía azuki con mochi (oshiruko, お汁粉) para satisfacer a los más golosos.
La cuenta atrás:
Los más jóvenes suelen preferir salir para presenciar la cuenta atrás con más gente, pero hay muchas otras formas de disfrutar de los últimos segundos del año tanto dentro como fuera del hogar. Puesto que Año Nuevo tiene lugar en pleno invierno, mucha gente prefiere quedarse en casa. Hay muchos programas de televión especiales ese día entre los que elegir. Uno de ellos es Kōhaku Utagassen (紅白歌合戦), del canal NHK, que es el festival musical con el que se despide el año. Músicos japoneses de todas las épocas y estilos se reúnen en dos grupos: el rojo, formado por grupos y solitas femeninos, y el azul, para los hombres. Todos ellos tocan en directo durante toda la noche, hasta que uno de los dos equipos se alza como ganador del concurso. Otros programas especiales de Año Nuevo son owarai (お笑い), un show de monólogos y sketches, y Beethoven’s Philharmonic Symphony.
Visita a templos y santuarios:
Hay una forma más espiritual de celebrar la Nochevieja, aunque toca pasar algo de frío. Se trata de acercarse a un templo, junto con muchas otras personas, a escuchar el joya no kane (除夜の鐘); las más de cien campanadas de Nochevieja. Las campanadas simbolizan el fin del año y el comienzo del siguiente. Cada una de ellas representa los distintos deseos que los humanos tenemos a lo largo de nuestras vidas. Una visita a un templo o santuario también nos acerca la posibilidad de celebrar el hatsumōde (初詣) muy temprano. El hatsumōde es la primera visita del año a un templo o santuario. Estos monumentos se suelen llenar de elementos religiosos y espirituales, además de cientos de personas que se acercan a pedir un buen año. Si estás en Tokio en estas fechas, Meiji Jingu, en Harajuku, es el monumento más transitado para celebrar el hatsumōde. Para ello se abren plataformas de tren específicamente creadas para utilizarse en esta época del año, en la línea Yamanote. Si no te agobian las multitudes, acércate a disfrutar de esta celebración de Año Nuevo. Si, por el contrario, las multitudes no son lo tuyo (como es mi caso), puedes acercarte a cualquier templo o santuario que haya en tu barrio para disfrutarlo tranquilamente.
La felicitación:
Estés donde estés, en cuanto el reloj marque las doce recuerda decir Akemashite Omedetou! Literalmente significa «gracias por abrir (el nuevo año)», pero, en la práctica, se traduce simplemente como «feliz año nuevo». Los más jovenes suelen acortarlo y dejarlo en ake ome (あけおめ). Cualquiera de las dos versiones sirve para felicitar a familiares y amigos durante los primeros días del año. No obstante, existe una ocasión en particular en la que decir «feliz año nuevo» puede sonar poco apropiado; si la persona a la que se lo dices ha perdido a alguien el año anterior. En general, no suele pasar nada si se dice en un caso como este, pero siempre viene bien recordarlo.
El menú de Año Nuevo:
El día de Año Nuevo el hogar se llena de risas nostálgicas y se impregna del aroma del caldo de pescado. Mientras que los mayores beben, los más jóvenes se entretienen jugando a sugoroku (双六). Todos ellos beben amazake (甘酒), un sake sin alcohol a base de arroz, para saciar el estómago hasta que se sirve la comida. Hay platos que solo se sirven el día de Año Nuevo y, de hecho, este típico menú de Año Nuevo tiene nombre propio: osechi ryōri (おせち料理). A continuación enumeraremos algunos de estos platos y lo que representan:
Kamaboko (蒲鉾) – tarta de pescado asado rosa y blanco. Representa los colores festivos, el rojo y el blanco.
Daté-maki (伊達巻) – rollitos dulces de huevo y pasta de pescado. Representa el buen tiempo en los días venideros.
Kurikinton (栗きんとん) – puré de boniato y castañas. Representa la fortuna.
Konbu-maki (昆布巻き) – rollitos de alga. Representa la felicidad, y es un juego de palabras con la palabra yorokobu.
Kazunoko (数の子) – huevas de arenque. Representa la fertilidad.
Kuromame & chōrogi (黒豆とチョロギ) – judías pintas y alcachofas japonesas. La palabra mame (alubias) también significa salud.
Sudako (酢だこ) – pulpo en vinagre.
Namasu (なます) – verduras en vinagre dulce.
Además de todo esto, también se sirven gambas, que representan la longevidad (por el especto de la gamba, torcida y con ‘barba’), dorada japonesa y sushi. En nuestra familia también solemos pedir pizza, por variar un poco (¡cada familia es un mundo!)
Regalar dinero:
El banquete no es lo único emocionante del día; ¡también se regala y se recibe dinero! Los adultos le dan dinero a los niños como paga anual (aunque, hoy en día, ese paga no dura todo el año). Esta tradición recibe el nombre de otoshidama (お年玉), que en español significa «las monedas del año». Por lo general, los jóvenes reciben dinero año tras año hasta que consiguen su primer trabajo. Llegados a este punto, ellos son los que comenzarán a dar otoshidama a los miembros más jóvenes de la familia. La cantidad de dinero a regalar varía según la familia en cuestión y la edad de cada uno. El dinero se entrega en sobres especiales para otoshidama con diseños bonitos con personajes de Disney, animales del zodíaco chino, etc.
Compras sorpresa:
Una vez llenados el estómago y la cartera, ya solo quedan dos cosas por hacer en Año Nuevo: dormir y comprar. Los días siguientes al 1 de enero suelen ser los de mayores rebajas en Japón. No es el disparate que se vive en otros sitios, como el Black Friday en Estados Unidos, pero la gente también se vuelve bastante loca con esto. Todo el mundo va en busca de un artículo en particular: las ‘bolsas de la suerte’ (fukubukuro, 福袋). Muchas tiendas ponen un número limitado de bolsas a la venta, mientras que otras ofrecen cientos de ellas. Estas bolsas incluyen diversos objetos y están totalmente cerradas, de manera que el comprador no sabe lo qué contienen hasta que lo abre en su casa. Una bolsa fukubukuro puede costar unos cuantos cientos de yenes (en joyerías o en establecimientos de todo a 100, por ejemplo) o miles de yenes en otro tipo de tiendas. Se venden incluso en tiendas de comida. Son una buena forma de descubrir qué te deparará el nuevo año y de pasártelo bien en una tarde de compras para empezar el año con buen pie.
Año Nuevo es una festividad familiar. Si tienes amigos japonesses, o si convives con gente japonesa, seguramente tendrás la suerte de poder experimentarlo por ti mismo. ¡No olvides traer un omiyage (pequeño obsequio) para los anfitriones!
Artículo original de Nina Cataldo
Traducción de Virginia González