El deporte estrella en Japón es, sin lugar a dudas, el béisbol. Los turistas aficionados a los deportes no pueden dejar pasar la oportunidad de presenciar un partido en su viaje por tierras niponas.
El béisbol en Japón
Cuando uno piensa en el béisbol, inmediatamente se le vienen a la cabeza imágenes de los Red Sox o los New York Yankees. Pero, en realidad, Estados Unidos no es el país donde más fervientemente se vive este deporte.
¿De dónde viene la pasión de los japoneses hacia un deporte tan americano y que nada tiene que ver con lo tradicionalmente japonés? Históricamente, los deportes en Japón son actividades individuales (sumo, karate, etc.) en lugar de por equipos, como lo es el béisbol, por lo que resulta aún más curioso que este juego haya encontrado un apoyo tan efusivo en el país asiático.
No fue hasta finales del siglo XIX cuando un profesor norteamericano residente en Tokio introdujo el deporte en Japón. Esta nueva moda se extendió rápidamente por todo el archipiélago, hasta que, en los años XX, se creó la liga profesional. A pesar de que existen ciertas diferencias con el béisbol americano (el tamaño de la pelota y las dimensiones del campo, entre otras), las reglas y el modo de juego son prácticamente iguales.
Béisbol en Hiroshima: los Hiroshima Toyo Carp
Al visitar Japón por primera vez, presenciar un partido de béisbol no entraba dentro de mis planes. Principalmente porque vengo de un continente (Europa) en el que la piedra angular de los deportes es el fútbol, y el resto no importa demasiado. Nada más poner pie en Hiroshima, y sin saber que a los japoneses les apasionaba tanto esto, me recibió una muchedumbre de aficionados ataviados en prendas de color rojo y blanco; los colores del equipo local, los Hiroshima Toyo Carp. Tras varias semanas presenciando el mismo espectáculo (calles teñidas de rojo y blanco, alcantarillas y felpudos con el logo del equipo, puestos de merchandising en cada esquina y carteles dentro del tranvía) decidí animarme a comprar una entrada para ver de qué iba todo esto del béisbol.
Cómo comprar las entradas
Una cosa que aprendes rápidamente en Japón es que, por muy moderno que parezca desde fuera, en realidad no lo es tanto. Mientras que en España (y en casi cualquier país de Occidente) puedes comprar tus entradas para cualquier espectáculo deportivo o musical por internet, en Japón, en la mayoría de casos, solo se puede hacer in situ. En el caso del béisbol, el ticket hay que comprarlo directamente en las taquillas del estadio.
Por suerte, el estadio de los Hiroshima Toyo Carp, el moderno Mazda Zoom-Zoom, se encuentra a tan solo diez minutos a pie de la estación de tren de la ciudad (Hiroshima Station). El camino hacia el estadio está muy bien señalizado con flechas y enormes fotografías de los jugadores, así que es prácticamente imposible perderse. No obstante, en los días en los que hay partido, basta con seguir a la muchedumbre y llegarás a tu destino sin problema alguno.
Una vez en el exterior del estadio, debes asegurarte de que estás haciendo cola en el lugar correcto, porque hay dos taquillas distintas: una es para recoger tus entradas si las has reservado con anterioridad, y otra es para comprarlas en el momento. También es absolutamente imprescindible saber que únicamente se puede pagar en efectivo, algo también muy típico de Japón y que, en ocasiones, puede resultar molesto para los que estamos acostumbrados a pagar con tarjeta. Si no llevas efectivo contigo en ese momento, tendrás que dar la vuelta y buscar un cajero automático en algún comercio cercano. En este caso recomiendo el 7-Eleven que hay a cinco minutos a pie del estadio. Si tu tarjeta no funciona en este cajero (como fue mi caso), deberás acercarte a la oficina de correos que hay a la salida de Hiroshima Station, que acepta todo tipo de tarjetas bancarias internacionales.
Las entradas para los partidos varían de precio según el asiento que elijas. Las más baratas son las correspondientes a las gradas no numeradas más alejadas del campo (Infield Unreserved Seats -Upper deck-), que cuestan 1700 yenes para mayores de 16 años, y 800 yenes para menores.
¡Hora del partido!
Una vez tienes la entrada en tu poder, es hora de entrar al estadio. Ten en cuenta que no se te permitirá entrar con botellas de ningún tipo. No obstante, si llevas alguna bebida contigo, no te obligarán a tirarla; en su lugar te ofrecerán un vaso de cartón donde podrás verter el contenido y seguir bebiendo dentro del estadio. Antes de buscar tu asiento te recomiendo que te pases por los baños, porque, al no estar enumeradas las gradas (en el caso de haber comprado los tickets antes mencionados), si abandonas tu asiento durante el partido es posible que ya no esté libre cuando vuelvas. También conviene pasarse por la tienda de recuerdos cuanto antes, ya que al acabar el partido estará cerrada.
En mi estancia en Hiroshima presencié un partido de los anteriormente mencionados Hiroshima Toyo Carp vs. Yomiuri Giants. A pesar de la evidente rivalidad entre ambos equipos, pocas veces he visto aficiones tan entregadas y emocionadas, y a la vez tan respetuosas con miembros y fans del equipo contrario. En mitad del partido, prácticamente todos los aficionados del equipo de Hiroshima inflaron unos globos rojos alargados que después lanzaron al vacío en lo que, intuyo, es una tradición entre los aficionados al béisbol en Japón.
A pesar de no haber presenciado con anterioridad ningún partido de béisbol y desconocer el funcionamiento de dicho deporte, fue una experiencia divertida y positiva. Por desgracia, tuve que salir del estadio antes de que acabara el partido porque los autobuses urbanos e interurbanos en Hiroshima concluyen su servicio muy temprano (sobre las 9 de la noche). Si te alojas en las afueras de la ciudad, recomiendo alquilar una bicicleta y aparcarla en el ENORME aparcamiento gratuito específico para bicicletas que hay fuera del estadio para evitar esta situación.
Es importante tener en cuenta que la temporada de torneos de la liga profesional de béisbol japonesa tiene lugar, generalmente, de marzo a octubre, por lo que el resto del año posiblemente no puedas presenciar ningún partido. En el caso de visitar tierras niponas en estos meses, presenciar un partido de béisbol es una actividad entretenida y relativamente barata que merece la pena experimentar.
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