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«¡Konnichiwa!» me decían con entusiasmo los estudiantes que pasaban por mi lado, recibiendo mis respuestas sin aliento con buen humor. Mi aventura por la ruta Shimanami Kaido empezaba, como no puede ser de otra forma, pedaleando en las tranquilas calles de la isla de Iwagi ubicada en el mar interior de Seto.

En primer lugar tengo que decir que no soy, ni mucho menos, una experta ciclista. Mi mayor logro era ir de compras con mi querida mama-chari (las omnipresentes bicicletas urbanas con cestas de Tokio). Aún así, me encontraba cruzando islas, serpenteando por caminos rurales y atravesando algunos de los puentes más largos del mundo. Así que además de sentirme intimidada, también estaba emocionada y totalmente segura de que, pasara lo que pasara, sería una gran aventura a través de estas sorprendentes islas ubicadas en la prefectura de Ehime.

La bicicleta que me acompañó durante mi ruta en Shimanami Kaido, Ehime, Japón

Shimanami Kaido es una autopista que conecta la isla principal de Japón con la cercana isla de Shikoku, atravesando seis de las nueve islas Geiyo (el área de Setouchi). Rodeada por el mar interior de Seto, esta ruta ofrece impresionantes vistas y un recorrido perfecto para descubrir la vida rural de la isla.

La ruta ciclista está perfectamente diseñada con unas marcas claras en el suelo, caminos separados y pendientes inclinadas. A pesar de tener una longitud de unos 70 km aproximadamente, si eres un ciclista de nivel medio podrás completarla en un día. Además, los servicios de alquiler de bicicletas ofrecen una flexibilidad sorprendente, lo que significa que no necesitarás nada más que comida, un impermeable (por si acaso) y una innata pasión por los viajes.

Empezamos: eligiendo tu bicicleta (o tu nueva mejor amiga)

Mi aventura empezó en el borde del puente Kurushima Kaikyo donde se encuentra la terminal de bicicletas central de Imabari Sunrise Itoyama. Aquí podrás elegir entre cientos de bicicletas, incluidas mama-chari, bicicletas híbridas, bicicletas con motor eléctrico y bicicletas tándems. Además, hay múltiples terminales repartidas por las islas, con diferentes ofertas y horarios.

Después de seleccionar una buena bicicleta híbrida, un guía me ayudó a adaptar el asiento y probarlo antes de tomar algunas fotos frente a la señal de referencia. Finalmente, me armé de valor y me fui pedaleando hacia el impactante puente colgante de Kurushima para comenzar mi viaje.

La terminal de bicis central de Imabari Sunrise Itoyama
Ubicación: 2-8-1, Sunaba-cho, Imabari-shi, Ehime 794-0001
Teléfono: +81 898-41-3196
Horas: La recepción es de 7:00 am – 9:00 pm y el alquiler de bicicletas de 8:00 am – 8:00 pm.
Precio:
Adulto: 1.100 yenes diarios, 1.600 yenes para una eléctrica (autonomia de seis horas) y 1.300 yenes para tándems. Además, 1.100 yenes de depósito inicial.*
Niños: 300 yenes + 500 yenes de depósito inicial.*
Puedes reservar, pero no es necesario (aunque en las temporadas altas se recomienda hacer reserva si quieres bicis eléctricas o tándems).

*(Antes de alquilar una bicicleta, tendrás que pagar un deposito inicial que será devuelto a menos que dejes tu bicicleta en una terminal diferente)

La ruta ciclista de Shimanami Kaido

Para empezar, puedo asegurar que la ruta Shimanami Kaido está bien señalizada, con muchos tramos completamente separados de las carreteras principales. Es fácil seguir la línea azul que hay pintada, incluso tiene algunas desviaciones por si quieres explorar más. Dependiendo de tu tiempo, puedes considerar algunas de las opciones de la ruta «Island Explorer«, que ofrece algunas visitas turísticas adicionales, como el Santuario Oyamazumi en la isla Omishima.

El inicio de la ruta Shimanami Kaido

Aunque es posible recorrer la ruta completa en bicicleta en tan solo un día, sería un error desperdiciar los caminos serpenteantes y los senderos inusuales de estas islas. En Shimanami Kaido no sólo podrás disfrutar de tu destino, sino también del recorrido. Por eso, el carril bici es una opción para explorar las islas en lugar de cruzarlas a toda velocidad. Con esto en mente y con tres días para disfrutar, ideé un plan para recolectar de frutas, deleitarme con las comidas locales y visitar museos inusuales.

Día uno: piratas, fresas y puentes en la isla de Oshima

Ligeramente inestable y con mi fiel mapa en mi bolsillo, mi viaje comenzó fuerte: un ascenso a la entrada del puente que me dejó sin aliento, no sólo por el esfuerzo sino también por las impresionantes vistas. Mientras miraba a lo largo del serpenteante horizonte, iban apareciendo islas y barcos en el mar. Pedalear por el que fue el primer puente colgante triple del mundo, el puente Kurushima Kaikyo (来島海峡橋), fue la manera perfecta de iniciar mi aventura.

La isla de Oshima, mi primera parada, me mostró un sorprendente fragmento de la historia de la isla: los piratas medievales del mar interior de Seto. En el Museo Murakami Kaizoku, la reputación que se tiene de los piratas como radicales sin ley se reemplaza por la de una banda de clanes al estilo samurái, que protegen las islas y controlan los mares. Después de un abundante y merecido almuerzo en la cercana terminal de ferry de Noshima me puse en marcha otra vez hacia la costa este de la isla Omishima.

El Museo Murakami Kaizoku ofrece un viaje por la historia de los piratas japoneses del mar interior de Seto.
Museo Murakami Kaizoku, isla de Oshima
Ubicación: 1285, Miyakubo, Miyakubo-cho, ciudad de Imabari, Ehime 794-2203
Teléfono: +81 897-74-1065
Horario: 9 am – 5 pm, cerrado los lunes (o el siguiente día si el lunes es festivo)  
Precio: Adultos: 310 yenes. Estudiantes: 160 yenes. Menores de 18: gratis.

Después de cruzar otro puente, alcancé la isla más grande de Omishima, teñida con impresionantes tonos otoñales que contrastaban perfectamente con los azules del océano. El camino costero era un paseo pintoresco con granjas y terrenos a un lado y aguas tranquilas al otro. En poco tiempo llegué la casa tradicional de Shimanami-no-Chisana-ie, un homestay en la ciudad costera de Kamiuracho en la isla Omishima. Además de ser una granja de fresas, es el hogar de la señora Inoue y su familia, quienes me recibieron con té, un delicioso sorbete de fresa y muchas anécdotas. Tan solo dejando mi bolso en mi habitación con piso de tatami ya me sentí como en casa, y seguidamente nos fuimos a recoger fresas en la granja familiar.

Durante la actividad me hablaron de su familia y sus viajes al Reino Unido. Su charla hizo que el tiempo fluyera sin problemas y luego nos dirigimos a un restaurante local para cenar y dormir temprano, algo que fue tan deliciosamente bienvenido como las frutas que cosechamos.

Las deliciosas fresas japonesas durante mi viaje por la ruta Simanami Kaido
Disfruta de una noche en esta estancia, donde recogerás fresas y vivirás una experiencia totalmente local en Shimanami-no-Chisana-ie.
Estancia en la granja Shimanami-no-Chisana-Ie y recolección de fresas en la isla Ikuchi
Ubicación: 379, Amazaki, Kamiura-cho, Imabari, Ehime 794-1403
Teléfono: +81 897-87-4005
Precio del alojamiento: 8.000 yenes p.p/por noche. Incluye desayuno y recolección de fresas. La experiencia de las fresas también se puede contratar por separado, haciendo previamente una reserva.
Precio de la experiencia: Adultos: 1.500 yenes (abril-junio) 1.800 yenes (enero-marzo). Con este precio puedes comer todas las fresas que quieras durante 40 minutos.
Horario: 10:00 am – 11:30 am y 1.30 pm – 4.30 pm (2 de enero – principios de junio).

Día 2: museos, santuarios y Sunset Yoga

Después de un fantástico desayuno con una buena cantidad de fresas, me puse en marcha otra vez para explorar la isla y su sorprendente museo de arquitectura. Dedicado al renombrado arquitecto Toyo Ito, muestra sus creaciones, así como el paisaje local a través de su diseño inusual.

El museo de Toyo Ito durante Shimanami Kaido

Antes de cruzar el puente camino a la próxima isla, hice una parada para ver los curiosos árboles del Santuario Oyamazumi. Cuando pasé por debajo de estos grandes troncos para llegar al interior del santuario, sentí que las reminiscencias de la historia envolvían ese lugar.

Más tarde, pedaleando de regreso a la costa este, comí mi almuerzo delante del famoso puente Tatara hacia la isla Ikuchi. Disfruté de un refresco de mikan local (mandarina) y un dorayaki, un dulce tradicional japonés relleno con pasta de judías rojas, que tenía un diseño especial de Shimanami Kaido,

El famoso Tatara mientras como un dorayaki y un refresco de mandarina
Santuario Oyamazumi, isla de Omishima
Ubicación: 3327, Miyaura, Omishima-cho, Imabari, Ehime 794-1304
Teléfono: +81 241-45-2323
Horario: a las 5pm cierran sus puertas
Entrada: gratis (el santuario) 1.000 yen para los adultos (museo)
*El museo está actualmente cerrado debido al covid-19, pero volverá a abrir el 1 de enero de 2021.

Después de tomar mi aperitivo, cogí mi primer ferry del viaje desde el puerto de Sunoe en Ikuchi hasta la pequeña isla de Iwagi. Si bien no forma parte de la ruta principal, este desvío te mostrará una vida rural aún más tranquila.Un viaje con el ferry cuesta 300 yenes pero, gracias al programa llamado «Shimanami Cycling Free», si escribes tu nombre y país, el ticket también incluye acceso a una bicicleta gratis.

El ferry en el puerto de Sunoe para llegar a Iwagi

Pedaleando por la pequeña isla me crucé con estudiantes que regresaban a casa. Sus saludos me proporcionaron la fuerza necesaria para seguir avanzando en una colina sorprendentemente empinada. Llegué justo a tiempo para una sesión de Sunset Yoga junto a West Beach (西部 海水浴場) en la costa sudoeste, perfecta para aliviar los dolores corporales provocados por la bici. En un paisaje idílico, donde los cielos rosados contrastaban con las tranquilas aguas, me guiaba la maravillosa maestra Sumire, que, al terminar la sesión, me obsequió con una taza de limonada caliente.

Haciendo una sesión de Sunset Yoga en West Beach
Sunset Yoga con Sumire, isla de Iwagi
Ubicación: Iwagi, Kamijima-cho, Ochi-gun, Ehime 794-2410
Precio: 1.500 yenes por adulto.
Horario: Dependiendo del atardecer.

Día 3: sal y limones

Con ganas de explorar otra isla, dejé mi bicicleta y tomé el ferry exclusivo para pasajeros a Yuge-jima, pasando por un grupo de islas vecinas durante el camino. En Yuge, aprendí sobre la fabricación tradicional de la sal que produce una familia local, observando el proceso centenario que transforma el agua de mar en su sal de alta calidad, con una combinación de tiempo, paciencia y generaciones de conocimiento. Después, almorcé con gran placer en su restaurante, el Shimade Cafe. Y, por supuesto, como souvenir, me llevé sus sales. ¡Son perfectas! A continuación, volví al ferry utilizando mi ticket de ida y vuelta a la isla de Iwagi y me dirigí a la cercana granja Okano.

Shimade Cafe, en la isla de Iwagi en Japón

Mientras recolectaba limones entre las gallinas que picoteaban las hojas alrededor de mis pies hablaba con los Okano, que me enseñaban las mejores técnicas. Después de seleccionar los tamaños, cortar de la manera correcta y ponerlos delicadamente en la canasta, me convertí en una profesional (un poco lenta, eso si). Aunque me hubiera gustado poder quedarme todo el día, me despedí con una bolsa llena de limones y unas cuantas mikan para el camino. Por último, me dirigí en barco desde el puerto de Okogi (小漕港) a Sunoe (洲江港) y pedaleé hasta Setoda, disfrutando de mis últimas vistas del océano.

Recolecta de limones en la granja de Okano, isla de Iwagi
Ubicación: 4832, Iwagi, Kamijima-cho, Ochi-gun, Ehime 794-2410
Teléfono: +81 897-75-2488
Precio: 1.500 yenes por persona. 
Disponible de octubre a mayo (dependiendo de las condiciones de cosecha), se requiere reserva con cinco días de anticipación (0897-75-2488). Se proporcionan guantes y herramientas, no hace falta traer nada.

Al llegar al puerto de Setoda (瀬戸田港), el último de la ruta, subí al ferry mientras observaba mi bicicleta, cuidadosamente apilada junto a una docena más. El viaje hasta Onomichi fue relajante y largo, pero tenía la sensación de que todo terminaría pronto. Decidida a regresar, disfruté de una de las mikan recién recolectadas mientras veía las islas pasando ante mí. Estaba lista para devolver mi bicicleta, pero no tanto para regresar al ajetreo y el bullicio del Japón continental.

Mi bicicleta acompañante y uno de los puentes durante la ruta

Alojamiento durante la ruta Shimanami Kaido

Hay una variedad de opciones de alojamiento en las islas, desde minshuku tradicionales hasta albergues de bicicletas contemporáneos. Otra opción es hacer un homestay como en la casa de Inoue. Indiscutiblemente, es una manera fantástica de conocer a los lugareños, mientras que los albergues te mostrarán los mejores consejos de ciclismo o de lugares por donde seguramente tu también viajarás.

Ferries en Shimanami Kaido

Las islas están conectadas por una red de ferries de corta distancia, la mayoría de los cuales no hace falta reservar previamente.

¿Cómo llegar hasta Sunrise Itoyama en Imabari?

En primer lugar, aquellos que viajan en transporte público pueden llegar al centro de información ciclista tomando la ruta de autobús «Ohama vía Koura» desde la estación de Imabari. Es un viaje de 20 minutos, pero los servicios son limitados, así que consulta en la estación con anticipación. Asimismo, la estación de Imabari está a 40 minutos en tren exprés desde la estación de Matsuyama (1.500 yenes) o un viaje en tren local de 80 minutos (970 yenes).

Por lo contrario, las personas que lleguen al aeropuerto de Matsuyama, pueden tomar el autobús del aeropuerto a la estación de Matsuyama JR (15 minutos, 630 yenes) y desde allí el tren exprés o local. Si quieres obtener más información, visita la página web de Shimanami Japan.

Finalmente, para aquellos que alquilan bicicletas, hay un servicio de transporte desde la estación JR Hashihama hasta Sunrise Itoyama disponible incluso los fines de semana y días festivos, que sale a las 8:25 a.m y a las 9:00 a.m. Haz una reserva antes de las 6:00 p.m el día antes.

Patrocinado por Setouchi Shimanami Kaido Activation executive committee
Traducido por Maria Peñascal

Lily Crossley-Baxter

Lily Crossley-Baxter

I’m a travel and culture writer from North Wales, but I’ve been based in Japan for the past six years. I love exploring the rural side of Japan, especially to see communities working on unusual regeneration projects. I spent my first year here in Mie prefecture, later moving to Tokyo and am really lucky to have been able to experience both sides of daily life. Between onsen, the food and the unique festivals, I have so many places left to explore in Japan but also love getting out of the country to travel abroad — it gives you a great perspective on what makes each place unique.

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