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Tras nuestra visita a Usuki, famoso por su imponente castillo, sus callejuelas samurái y sus budas de piedra volcánica, nos dirigimos al particular alojamiento que nos esperaba en Saiki: una granja regentada por una pareja de granjeros con huerto y campos de arroz incluidos. Los amantes del ecoturismo encontrarán un lugar de lo más acogedor en esta granja, que permite a los huéspedes conocer de primera mano la naturaleza, el medioambiente, la ecología y la campiña japonesas.

Estancia en una granja: bella experiencia en el Japón más rural

La granja de la que hablamos se encuentra a unos 45 minutos en coche de los budas en piedra de Usuki, en la ciudad de Saiki.

La carretera está rodeada de paisajes de ensueño, ya que atraviesa numerosos valles antes de llegar a la pequeña localidad de Saiki, en la que tan solo se han construido unas 8 o 9 casas.

La casa en la que nos alojamos pertenece a una adorable pareja de unos 75 años de edad (aunque aparentan mucho menos): el señor y la señora Sato. A pesar de sus dolencias, son una pareja muy energética y de trato muy agradable. Al hablar con ellos pude notar un acento particular en su habla. Además de trabajar en los campos de arroz, el matrimonio se levanta muy temprano cada día (a veces a la 1 de la mañana) para repartir el correo de la localidad.

Ambos son aficionados a la cocina e incluso llegaron a tener una tienda de tofu hace años. Les encanta hablar de la gastronomía local y contarnos qué platos preparan en casa.

Aunque no hablan inglés o español, pude comunicarme con ellos mediante gestos y con las pocas frases que manejo del japonés. Están más que acostumbrados a recibir turistas internacionales (gente de Malasia, India, Japón…), así que saben cómo desenvolverse con ciudadanos de todas partes del mundo.

Las habitaciones acomodadas para turistas en la casa de los señores Sato, de estilo tradicional, forman parte de la estructura principal del edificio. Al no estar separadas del resto de la casa, llegamos a experimentar cómo es la vida en un hogar tradicional japonés. ¡Y además no es nada caro! Lo más apropiado es llegar a casa a eso de las 15:30-16:00 para ayudar a recoger hortalizas y preparar la cena todos juntos. La atmósfera es de lo más acogedora y familiar, ¡me encantó!

Paisajes de Oita, antes de llegar a Saiki.

Preciosos paisajes antes de llegar a la granja.

Granja de Saiki, Oita.

¡La casa en la que me alojé!

Jardín de glicinias en la granja de Saiki.

El jardín de glicinias debe ser una maravilla en pleno florecimiento en mayo.

Montañas de Oita.

Vistas de la montaña desde la casa.

Casa de estilo tradicional japonés en Saiki, Oita.

Casa de estilo tradicional japonés.

Flor de loto.

Flor de loto.

La habitación

Antes de empezar a cocinar dejamos las maletas en la habitación. Nos dieron a elegir entre dos opciones: una habitación de estilo tradicional japonés o una de estilo occidental con camas con colchón. Elegimos la japonesa, que tiene un pequeño balcón con vistas al río que discurre frente a la casa. El baño se encuentra en la planta inferior.

Habitación de estilo tradicional japonés en Saiki, Oita.

Del huerto a la cocina

¡Hora de cocinar! La granja se encuentra a escasos 100 metros de la casa y cuenta con un inmenso huerto donde se cultivan pepinos, calabazas, tomates, tomates cherry, repollo, berenjenas, pepinos, jengibre, soja y demás.

Tomates cherry en un huerto de Oita.

Tomates cherry.

Tomates en un huerto de Oita.

Los dejamos en la cesta con cuidado.

Hortalizas en un hurto de Oita.

Llena la cesta… ¡hora de volver a casa!

Hortalizas en un huerto de Oita.

Todo esto recogimos.

La señora Sato.

La señora Sato; una mujer de lo más atenta y generosa.

¡Hora de cenar!

En el Japón rural se cena muy temprano debido al rígido horario que se ven obligados a seguir los granjeros.

La cocina es muy amplia y ocupa el mismo espacio que la sala de estar, donde también encontramos una televisión y una mesita baja. Comenzamos lavando todas las verduras mientras los caballeros disfrutaban de un combate de sumo en la tele. ¡Atmósfera 100% japonesa!

La comida fue maravillosa. Comenzamos con la berenjena y continuamos con el resto de vegetales: ensalada de patata, pepinillos, tofu, pimientos fritos, gambas en papillote, sopa de miso y anguila.

Cocina de una granja de Saiki, Oita.

Cocinando verduras en Japón.

Salteamos las berenjenas en la sartén.

Berenjena frita con miso.

Añadimos el miso y listo. ¡Sabroso y sencillo!

Rice cooker tradicional.

Versión clásica del típico ‘rice cooker’ que nunca puede faltar en un hogar japonés.

Gamba.

¡Vaya pedazo de gamba!

Donburi de anguila.

Plato principal: donburi de anguila.

Desayuno estilo granjero

Aquella mañana madrugamos mucho para coger un ferry rumbo a la ‘isla de los gatos’ de Oita. Afortunados nosotros, al llegar al salón nos encontramos conque la señora Sato nos había preparado el desayuno con tomates del día anterior, salmón, tomates cherry, sopa de miso, arroz, uvas y un montón de encurtidos.

Y, además de todo eso, también nos ofreció unos cuantos onigiri para poder degustar en nuestro viaje a Fukashima.

Suculento desayuno en una granja de Saiki, Oita.

Cómo reservar habitación

La casa tiene capacidad para 8 personas. Haz click en este enlace si necesitas más información al respecto.

Las reservas sólo se tramitan por teléfono. Si no hablas japonés, ponte en contacto con nosotros mediante correo electrónico.

Teléfono: 0972-58-3141

Precio:

6500 yenes la noche (incluye desayuno y cena).

Acceso:

La granja se encuentra a media hora en coche partiendo de Saiki I.C.

En tren: bájate en JR Saiki Station. Desde allí son 35 minutos en coche hasta la granja.

Traducción de: Virginia
Patrocinado por Turismo de Oita

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Estelle

Estelle

Je m'appelle Estelle, je suis française et je vis au Japon depuis novembre dernier grâce au Working Holidays Visa. J'adore découvrir le Japon et tous ses endroits secrets ! Suivez moi !

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