Kumano Kodo es una ruta de peregrinación similar al Camino de Santiago español (de hecho, ambas rutas están hermanadas), aunque no tan concurrido como su semejante europeo.
La histórica ruta japonesa está compuesta por siete sendas principales que pasan por zonas distintas de Wakayama, aunque casi todas confluyen en el mismo punto: Kumano Hongu Taisha. Puesto que no tenía demasiado tiempo para explorar la zona, decidí recorrer una pequeña parte de una de estas rutas, la Nakahechi, que comienza en Hosshinmon-oji y concluye en Kumano Hongu Taisha. En general, no se suelen necesitar más de cuatro días para completar el Kumano Kodo de principio a fin, pero si dispones de tiempo suficiente, merece la pena pasar un par de semanas en la zona y conocerla en profundidad.
Kumano: milenaria zona sagrada
Kumano es una zona sagrada que se encuentra en zonas boscosas y montañosas entre las prefecturas de Wakayama, Mie y Nara, delimitada por el río Kumano, de gran valor en el ámbito budista y, especialmente, en el shugendo. Casi toda la región está cubierta por una extensa vegetación y repleta de templos y santuarios de gran belleza y de un enorme valor histórico y cultural. A pesar del encanto del lugar, es uno de los sitios menos visitados en todo Japón. Y es que es difícil plantarle cara a ciudades tan célebres y dinámicas como Tokio, Kioto y Osaka.
Histórica ruta de peregrinación
La ruta está muy bien aprovisionada y es casi imposible perderse, así que no hay que temer aventurarse a recorrerlo. Hay carteles informativos por todas partes en japonés, acompañadas de letras romanas y dibujos orientativos muy fáciles de entender. A lo largo del sendero (que a veces comparte espacio con carreteras, mientras que otras se sumerge de lleno en pleno bosque) hay una cantidad sorprendente de casetas de madera con fotografías y paneles informativos donde poder resguardarse si llueve, merenderos, baños públicos gratuitos, áreas de descanso e incluso máquinas expendedoras con bebidas y snacks, iguales a las que encontrarás en las grandes urbes. En el camino también encontré muchos templos de pequeño tamaño, arcos torii, diversos tótems, una piscina privada e incluso un colegio abandonado un tanto inquietante, que, debido a mi afán por los lugares abandonados, fue uno de los platos fuertes de mi paso por la región.
Una curiosidad que es de lo más cotidiana en Japón, pero no tanto en los países occidentales, es que es común encontrarse pequeños puestos de frutas cultivadas en la zona o artesanía sin dependientes ni personal. Si te encuentras uno de estos puestos y quieres llevarte algo a casa, puedes coger el objeto o alimento que desees y abonar el dinero en el recipiente que haya para tal fin. Sí: se fían de que no te vayas sin pagar.
Los tres grandes santuarios de Kumano
Los ‘tres grandes santuarios’ de Kumano son lo que todo el mundo anda buscando cuando viaja hasta Kumano, y no es de extrañar. Hayatama Taisha, Hongu Taisha y Nachi Taisha son complejos religiosos sagrados de gran valor cultural e histórico. A lo largo de los siglos, ciudadanos de todo Japón viajan a estos tres templos en busca de una cura física y espiritual a sus dolencias, dado que estos edificios fueron construidos en honor a los dioses en zonas sagradas de gran belleza. De hecho, los bosques y montes de Kumano, a día de hoy, son áreas de entrenamiento de los monjes que practican el shugendo; una forma de vida de índole espiritual que busca la paz y felicidad mediante el contacto con las naturaleza.
Los tres santuarios son extraordinarios e inspiradores, pero Nachi Taisha se lleva el premio gordo. Es, sin duda, uno de los paisajes más bonitos de todo Japón. Solo con ver esta estampa te habrán merecido la pena todas esas ampollas y agujetas tras horas y días de caminata. La cascada de 133 metros de altura que inspiró la construcción del templo es la tercera más alta de Japón, y es, en si misma, un espectáculo visual de lo más llamativo.
Estampas de Kumano, un souvenir barato y original
En el caso de visitar Kumano, siempre hay que traer un cuaderno para recoger sellos. En Japón es muy común encontrar pequeñas casetas de madera con sellos de distintos motivos (generalmente, dibujos de templos y otros monumentos de la zona) totalmente gratuitos en zonas de interés turístico. De hecho, aquellos peregrinos que consiguen un número suficiente de sellos, pueden recibir un pequeño obsequio conmemorativo de la ruta en la oficina turística de Hongu (Hongu Heritage Center).
Hongu, el destino final de mi breve ruta, y del que hablo en profundidad en otro artículo, es un pueblo pequeñito bañado por las aguas sagradas del río Kumano y rodeado de montañas con mucho encanto. El impresionante templo Hongu Taisha se encuentra en lo alto de un monte en mitad de la ciudad, frente al arco torii más grande del país y del mundo. Al otro lado de la calle se encuentra el Hongu Heritage Center, que cuenta con dos edificios que sirven como centro de información turística, biblioteca y museo. También dispone de WiFi gratuito y aire acondicionado del que poder aprovecharse en verano. Un sitio perfecto para poner fin a la ruta y descansar antes de volver a casa.