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De las tantas diferencias que uno puede encontrar entre la televisión japonesa y la de los países hispanohablantes es la cantidad de tiempo y pasión que se le dedica a la comida. Sin exagerar, casi el setenta por ciento de los programas televisivos en Japón presentan un contenido gastronómico. Y si se me permite exagerar, probablemente un ochenta por ciento. 

En este contexto, ya se puede imaginar que existen rivalidades y discusiones sobre cuál es el lugar donde se come el sushi más rico, o el udon más delicioso, etc, etc. Dentro de estas, una de las más conocidas y controvertidas (ah sí exageré un poco), es la del okonomiyaki de Osaka versus el de Hiroshima. Pero antes de que se les haga la boca agua…

 

¿Qué es el okonomiyaki?

Para decirlo simple y llanamente, es una mezcla de pizza y omelette al estilo japonés. Aunque, por supuesto, los ingredientes varían bastante dependiendo de las regiones y gustos, es posible decir que hay una base. Esta se prepara con harina, huevo, agua, repollo, cebolla de verdeo y -a veces- jengibre. Luego se vierte sobre una plancha y con una espátula se cocina de ambos lados. Paralelamente se va cocinando la guarnición con la que se acompañará. Puede ser carne de cerdo, camarones, calamares, o todo junto. Después de agregar estos condimentos al tope de la mini-pizza/tortilla, se le da el toque final con aderezos: mayonesa, salsa de okonomiyaki (bastante dulce), aonori (algas verdes en polvo), y mi favorito, katsuobushi (bonito seco, fermentado y ahumado).

Cocinando okonomiyaki en Japón.

Okonomiyaki en Osaka. Hiroshima y Osaka tienen en su gastronomía la fama de hacer el okonomiyaki más delicioso de Japón.

 

¿De dónde viene este plato?

¿El origen? Eh… bien, aquí comienza el dilema. El nombre de okonomiyaki en sí empezó a utilizarse en Osaka en la década del 30, pero ya desde la época de Edo (1683-1868) existían platos similares en base a panqueques o crepes. La gente de Hiroshima alega que su variante mantiene la forma antigua y contribuyó a su popularidad finalizada la Segunda Guerra Mundial, debido a su económica y simple preparación.

Okonomiyaki estilo Hiroshima.

Okonomiyaki en Hiroshima. Aquí, el okonomiyaki es famoso por su su masa delgada de consistencia crujiente.

 

Variantes del okonomiyaki

Otras dos conocidas variantes son: el modan-yaki (del término inglés modern), esencialmente un okonomiyaki estilo Kansai básico más un puñado de yakisoba (tallarines fritos); recomendable para los de buen apetito.
El negiyaki es la otra opción y esta es mi sugerencia si lo que se está buscando es algo delicioso y fuera de lo común. A diferencia del okonomiyaki de Kansai y de Hiroshima, contiene cebolla de verdeo (cebolla de primavera) como base, y queda muy rico con suji-niku (tendón de carne de res) como guarnición, y salsa de soja en lugar de la salsa dulce típica del okonomiyaki.

Cerveza y menú en un restaurante de okonomiyaki.

Tanto en Hiroshima como en Osaka el okonomiyaki es una opción de comida a precios muy accesibles.

Los precios pueden variar muchísimo dependiendo de la ubicación del local o cuán popular sea. Pero en líneas generales, se puede comer un buen plato en un rango de 650 a 1400 yenes.

Proceso de elaboración del okonomiyaki.

Maestro del arte okonomiyaqués(¿?) en Hiroshima

 

Okonomiyaki estilo Osaka vs. Hiroshima

Sobre gustos no hay nada escrito, y tampoco voy a ser el primero en hacerlo. Sin embargo, lo que sí puedo recomendar es que se prueben las dos variantes. El estilo de Osaka (o región de Kansai) es más consistente, ya que tiene más masa, y es probable que satisfaga más a los de buen comer. El okonomiyaki de Hiroshima se puede saborear a cualquier hora incluso hasta como un snack debido a su base tipo crepe crocante. Como todo en la vida, probar es la clave.

Comiendo okonomiyaki en un restaurante japonés.

Sea el okonomiyaki de Hiroshima o el de Osaka, si se viaja a Japón es una experiencia gastronómica que no se debe perder, pues como todo en la vida, probar es la clave.

¡Que tengas una exquisita experiencia!

 

Dario Imaz

Dario Imaz

Hace unos siete años arribé a tierras niponas con la ilusión de aprender más sobre su fascinante cultura, y ésta me cautivó de tal manera que decidí dejarlo todo e instalarme aquí definitivamente. En esta serie de encuentros no sólo voy a mostrarte algunos lugares recónditos y otros populares, sino también contarte historias y anécdotas relatadas desde el corazón de este maravilloso país. ¡Bienvenidos a Japón!

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