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Cierra los ojos e imagina un camino en mitad de la montaña, rodeado de árboles teñidos de colores rojos, ocres y amarillos. El sonido de las hojas secas crujiendo bajo tus pies, el rugido de una cascada a lo lejos. El olor a madera y hierba mojada y una suave brisa envolviendo tu rostro.

En ese entorno idílico situado muy cerca del parque Mino (箕面公園), un lugar que en otoño se convierte en el escenario de un cuento de fantasía, se encuentra el templo Katsuo-ji (勝尾寺). Cientos de muñecos daruma (だるま) custodian cada uno de los rincones de este lugar sagrado.

Katsuo-ji se ubica en el norte de Osaka, en la región montañosa de Mino (箕面) y es el enclave perfecto para escapar de la ciudad y sumergirse en plena naturaleza.

Katsuo-ji, el templo que curó al Emperador

La historia del templo Katsuo-ji se remonta al año 727 cuando dos hermanos monjes, Zenchu y Zensan, construyeron una cabaña donde se dedicaron a practicar el budismo. Casi cuarenta años más tarde, en el año 765, el Príncipe Kaijo (hijo del Emperador Konin) con la ayuda de Zenchu y Zensan establecieron el templo Mirokuji (弥勒寺) en ese mismo lugar donde los dos monjes tenían otrora su cabaña. Su misión era alcanzar el reino espiritual de Buda.

Pero en el año 880, el Emperador Seiwa cayó enfermo y los fieles acudieron a Mirokuji para rezar y pedir su recuperación. Tras superar su enfermedad, el Emperador renombró el templo y pasó a llamarse Katsuo-ji, “el Templo del Rey Victorioso”.

Inicialmente, los kanji (caracteres de escritura japonesa) elegidos fueron 勝王寺: katsu que significa victoria y ou cuyo significado es rey (寺 – ji es el kanji de templo).

Pero los kanji seleccionados eran demasiado presuntuosos así que decidieron cambiar el kanji 王 por 尾 que significa cola/rabo y que en japonés se pronuncia igual que el anterior. Así que finalmente quedó como 勝尾寺, mucho más modesto y en consonancia con los valores del budismo.

Desde entonces y durante años, los Shogun (jefes feudales) acudían al templo Katsuo-ji para rezar por sus victorias. Y actualmente, los japoneses presentan sus oraciones para conseguir éxito en los estudios, el amor y victoria en los deportes.

Los daruma vencedores, el emblema del templo Katsuo-ji

Una de las características que diferencia a Katsuo-ji de otros templos, es la omnipresencia de los muñecos daruma, que custodian todos los rincones del recinto y otorgan una atmósfera única al lugar.

Los daruma de Katsuo-ji son conocidos como Kachi-Daruma (los Daruma Vencedores) y son el emblema de este lugar sagrado.

¿Qué es un daruma? Breve introducción

El daruma es uno de los amuletos más conocidos de Japón, pero a diferencia de otros amuletos que se utilizan para atraer a la suerte y cumplir deseos, el daruma es el talismán de la perseverancia y los propósitos por cumplir.

Los muñecos daruma están hechos de madera y no tienen extremidades. En su base tienen un peso que hace que no puedan caerse o volcarse, esto representa la perseverancia, nunca caer ante las dificultades.

Se dice que son la representación de Bodhidharma, el fundador del budismo Zen. La leyenda cuenta que Bodhidharma pasó nueve años en una cueva meditando sin parar. Perdió sus brazos y sus piernas por la falta de uso y para no dormirse y poder concentrarse en su meditación, cortó sus párpados.

Es por eso que los daruma se representan sin brazos ni piernas y con los ojos en blanco. Es el símbolo de la motivación, el sacrificio y no rendirse jamás.

El ritual del daruma en el templo Katsuo-ji

Los visitantes del templo Katsuo-ji pueden adquirir allí mismo su muñeco daruma. Están disponibles en diferentes tamaños. El tamaño estándar cuesta 2000 yenes y el más grande cuesta ¡70.000 yenes! (precios actualizados en 2020).

Una vez tengas tu muñeco daruma, tienes que escribir tu propósito a cumplir en el reverso. A continuación debes acudir con tu daruma al edificio principal del templo (justo enfrente de la tienda de daruma), coger una varita de incienso y rezar por la motivación de tu meta. Cuando acabes, tendrás que clavar la varita en la montaña de cenizas y pasar tu daruma por encima del incienso humeante para purificar e impregnar a tu amuleto de pensamientos positivos.

Por último, con un rotulador indeleble, deberás pintar la pupila izquierda de tu muñeco. Hecho esto, tu daruma estará listo para viajar contigo a casa y proporcionarte la motivación suficiente para cumplir todas tus metas.

¡No olvides pintar la pupila del ojo derecho cuando hayas conseguido tus propósitos! Normalmente, tras completar los dos ojos, los daruma tienen que ser llevados de nuevo al templo y ser depositados allí.

En el templo Katsuo-ji, además de comprar el daruma normal, se puede adquirir un daruma en miniatura que cuesta 500 yenes y en su interior se esconde un omikuji (papel de la fortuna). Los visitantes compran y colocan estos pequeños daruma por todo el templo, creando una atmósfera única y mágica y te acompañarán durante tu recorrido por el lugar.

Recorriendo el templo Katsuo-ji

Tras aparcar el coche que alquilamos para pasar el día en Katsuo-ji y sus alrededores, pasamos por la taquilla para acceder al templo, pagando el ticket que cuesta 400 yenes (300 yenes para los niños).

Si bien me impresionó la enorme puerta roja que marca el comienzo del recinto sagrado, tras cruzarla me llevé una sorpresa aún mayor. Según iba caminando por el puente que atraviesa el lago central, una densa neblina procedente del agua sagrada me iba envolviendo, transportándome a un mundo misterioso y de fantasía.

Una vez volví a la realidad, empecé mi ascenso por las escaleras que me dirigían hacia el edificio principal del templo. Durante mi camino, cientos de pequeños daruma me observaban al pasar delante de ellos. El corto paseo que me llevaba a mi destino se convirtió en el juego del escondite, intentando encontrar los daruma ocultos en los sitios más inverosímiles.

Un peregrinaje por 88 templos

Una de las peculiaridades del templo es una pequeña sala que alberga 88 estatuillas. Pero lo interesante es su vínculo con el peregrinaje de Shikoku. Este peregrinaje consiste en una ruta por 88 templos repartidos por la región de Shikoku y se dice que al realizarlo, desaparecen los deseos superficiales y se reduce la frustración ya que uno se hace consciente del verdadero ser.

Pues bien, en esta sala del templo Katsuo-ji, en el suelo, debajo de cada estatuilla hay una pequeña trampilla de metal que en su interior guarda arena de cada uno de los templos del peregrinaje de Shikoku. Las personas que pisen cada una de las 88 trampillas al mismo tiempo que hacen una leve reverencia ante cada una de las estatuas, habrán completado el peregrinaje de Shikoku de una forma simbólica.

El mirador de los daruma

Finalmente llegué al pabellón principal del templo, pero esta vez no compré ningún daruma ya que aún tenía otro que había adquirido durante uno de mis viajes en la prefectura de Gunma (群馬県).

¡Si ya es complicado cumplir un propósito, lograr dos sería tarea imposible!

Pasado el pabellón hay un pequeño mirador desde el que pude observar la naturaleza que rodea al templo Katsuo-ji, totalmente opuesto al paisaje de la vecina Osaka.

Allí también había decenas de pequeños daruma observando el horizonte desde ese enclave privilegiado.

La despedida de la diosa Benzaiten

Inicié el descenso que me llevaría a la salida del templo, pero antes de despedirme de Katsuo-ji me esperaba, en medio del gran lago y tras un bello torii rojo, un pequeño santuario dedicado a la diosa Benzaiten (弁才天), la deidad de la música y las bellas artes. La banda sonora del lugar es el agua cayendo con fuerza desde una plataforma de madera. Una combinación perfecta.

Allí acababa mi visita a Katsuo-ji, uno de los templos más interesantes de la prefectura de Osaka. Y mientras avanzaba hacia la salida no puede evitar detenerme varias veces para contemplar la belleza de algunos rincones de ese mágico lugar.

Cascadas, monos y naturaleza en el parque Mino

Como ya he mencionado antes, muy cerca del templo Katsuo-ji se encuentra el parque Mino. Pasear por sus caminos es sumergirse entre la naturaleza, donde podremos disfrutar de una preciosa cascada, comer hojas de momiji (arce japonés) rebozadas y dulces e incluso poder contemplar los monos que habitan el lugar.

Es el lugar perfecto para terminar el día y disfrutar del aire fresco antes de emprender el regreso a la bulliciosa Osaka.

En este artículo podréis encontrar más información sobre el parque Mino durante el otoño, su época de mayor esplendor:

Cómo llegar al templo Katsuo-ji

Acceder a Katsuo-ji en transporte público es un poco complicado. Por ello, mi recomendación es alquilar un coche y así aprovechar el día al máximo. De esta manera podrás moverte por la zona mucho más rápido y sin esperas.

Si aún así decides intentarlo en transporte público, estas son las maneras más convenientes para llegar desde las siguientes estaciones de tren:

  • Kita-Senri (Hankyu-Senri line) – tomar el autobús 29
  • Senri-Chuo (Kita Osaka Kyuku line) – tomar el autobús 29
  • Mino (Hankyu-Mino line) – son 15 minutos en taxi
  • Saito-Nishi (Saito line) – son 10 minutos en taxi

Recomiendo consultar los horarios de autobús y preguntar por otras opciones de transporte en alguna oficina de turismo de Osaka antes de iniciar el trayecto hacia Mino.

Lucia Tsujiguchi

Lucia Tsujiguchi

Llegué de Madrid a Tokio en 2017 con dos maletas repletas de sueños por cumplir y una mochila llena de miedos que vencer. Siempre con mi cámara, que me acompaña en cada uno de mis viajes y aventuras. Quiero narrar la verdadera esencia de este país, el Japón que se oculta en la rutina diaria, en los supermercados locales llenos de abuelas japonesas, en los restaurantes sin menú en inglés, en los tesoros escondidos en las zonas rurales, en las pequeñas cosas de las que apenas nos percatamos en nuestro día a día.