Okinawa es popular por sus asombrosas playas de arena blanca y aguas cristalinas, aunque también son bien conocidas las bases militares que Estados Unidos tiene a lo largo y ancho de estas islas. Pero hay algo fascinante en esta prefectura, la más sureña de todo Japón, y eso es la cultura ryukyu, con el Castillo Shuri como ejemplo.
Herencia ryukyu en Okinawa
La arquitectura, la música, y todas las formas del arte son muy particulares aquí y siempre me han llamado la atención. El pueblo ryukyu ha existido desde hace cientos de años poblando las actuales islas de Okinawa y Taiwan. Y cuando uno conversa con la gente local se evidencia el orgullo que sienten por su herencia cultural.
Es aquí en Okinawa donde se originó el kárate como arte marcial. También es aquí justamente donde se construyó el Castillo Shuri a fines del siglo XIV. Y ese es nuestro tema de hoy.
Castillo Shuri: antiguo centro de arte ryukyu
El castillo Shuri funcionó como la estructura principal del reino de Ryukyu durante un período de quinientos años, siendo el centro del arte y la cultura, hasta que fue completamente destruido en la batalla de Okinawa en el año 1945, y luego restaurado en 1992. Y sí, cuando uno entra y ve el Shurijo Seiden (el hall principal), está como demasiado impecable para tener casi seiscientos años. El Shurijo Seiden es la «cara» del castillo, y para entrar uno debe pasar entre dos pilares de cuatro metros de altura con forma de dragón. Estos dragones simbolizan al rey, por lo cual se pueden encontrar en todo el complejo. Lamentablemente cuando visité el hall principal su fachada estaba en reparación, por lo que no tuve oportunidad de verlo en su total resplandor. Sin embargo, el interior del hall principal estaba tan esplendoroso como podría imaginarlo en su forma original. Lo más llamativo indudablemente es el trono del rey, una copia de lo que habría sido el sitial del soberano Shin Shou, cuyo reinado se extendió desde el año 1477 hasta 1526.
El parque que alberga esta estructura, nombrada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es muy amplio y lleva bastante tiempo recorrer. Esto puede ser un poco agotador debido a las subidas y bajadas, pero el verde que rebosa de los alrededores, junto a los patos que vagan entre los estanques, es un bienestar sensorial.
Imágenes de dos leones, llamados «Shiisa», aparecen como guardianes de la puerta Kankaimon. Estos también se podrán observar en toda la prefectura, y son en realidad una mezcla de perro y león que proviene de la mitología okinawense. Se dice que son protectores del mal, y cuando se encuentran en par uno mantiene a los buenos espíritus dentro (con la boca cerrada), y el otro expulsa a los malos espíritus (con la boca abierta).
Como dato anécdotico, también es posible pasar por el portón Shureimon, que en el año 2000 se convirtió en uno de los lados del billete de 2000 yenes (única vez en la historia de Japón que un billete de esta notación fue impresa).
Si ya se han visitado algunos castillos en Japón, fuera de Okinawa, se puede tener la impresión de que es similar a los que hay en China. Pero si se han visitado castillos en China, se notará que la estructura de Shuri tiene algo distintivo y particular, especialmente en la construcción de sus muros.
Cómo llegar al Castillo Shuri
Desde la estación del aeropuerto de Naha, se toma el monorail Yui rail hasta la estación Shuri. Cuesta 330 yenes (adultos).
Los autobuses número 1, 14, 17, y 46 van hasta la estación Shurijo koen iriguchi. Desde allí, la puerta Shureimon está a unos cinco minutos a pie.