Os voy a contar una muy breve historia de terror a los que tenéis interés en aprender el idioma nipón: en japonés… ¡dirigirse a alguien de tú es básicamente un insulto! ¿Por qué?
Mientras que en el inglés y en el español el pronombre «tú» se suele utilizar de manera neutral, en japonés siempre hay que dirigirse a otra persona pronunciando su nombre seguido de un título honorífico, como pueden ser «san», «sama», «chan», etc., dependiendo del contexto.
¿Por qué es poco recomendable decir «tú»?
En Japón, dirigirse a otra persona sin decir su nombre es signo de mala educación, puesto que puede dar a entender que no recuerdas cómo se llama. Imagina que alguien te llama «esa persona» en vez de llamarte por tu nombre… Suena un poco descortés, ¿no?
“Anata” (貴方) es la traducción del pronombre «tú» más típica del idioma japonés. Por lo general, es una palabra que utilizan las mujeres para hablar con sus parejas (varones). También se suele escuchar esta palabra en discusiones, cuando hay varias personas gritándose las unas a las otras. Esto último es más propio de las películas y las telenovelas, aunque también se puede oír por ciertas zonas conflictivas de la ciudad a altas horas de la madrugada.
Por el contrario, “kimi” (君/きみ) lo utilizan los hombres para hablar con sus novias o mujeres, y también los ancianos con la gente de menor edad. Asimismo, los jefes de algunas empresas pueden emplear este término para dirigirse a sus subordinados.
La educación en Japón lo es todo, y por ello es imprescindible referirse a la persona con la que estás hablando con su nombre y el sufijo adecuado.
Cómo referirse a otra persona
San (さん)
«San» es el sufijo que más se utiliza en japonés, puesto que no se asocia a ningún género o rango de edad específicos. En inglés, «san» se podría traducir como «Mr», «Ms», «Msr» o «Miss»; y en español como «Sr», «Sra», «Srta», etc. Este sufijo es el mismo que aparece en las palabras «okaa-san» (madre), «otou-san» (padre), «onee-san» (hermana mayor), «onii-san» (hermano mayor), etc.
Un dato interesante es que estas supuestas referencias familiares también se emplean, a menudo, cuando no conoces a la otra persona. Por ejemplo, el empleado de una tienda de fruta se puede referir a una clienta con apariencia de ama de casa como «okaa-san». Y si la clienta en cuestión es más joven y no parece que tenga hijos, podría dirigirse a ella como «onee-san».
El sufijo «san» traspasa la barrera humana, y se puede emplear para referirse a lugares o empresas. «Hon-ya-san», por ejemplo, se podría traducir como «la señora librería»; y «tempura-ya-san» sería «la señora tienda de tempura». Si en el trabajo se da una situación en la que se hable de otra empresa, es común referirse a la misma utilizando este sufijo; como, por ejemplo, «ABC-kaisha-san» (la señora empresa ABC»). Así, le otorgamos una muestra de respeto y admiración a este otro negocio.
Sama (様)
«Sama» es el equivalente más respetuoso de «san», y también se escucha constantemente en toda clase de situaciones, sobre todo en ámbitos comerciales. Es signo de buena educación referirse a alguien con su apellido, seguido de «sama»; por ejemplo en el banco o en el hospital. También solemos oír «okyaku-sama» (cliente) en restaurantes y tiendas.
«Sama» lo utiliza de manera cotidiana cualquier ciudadano nipón, y existen cuatro variaciones con sus correspondientes kanji que denotan el «rango» de la persona en cuestión. Estas cuatro variantes son, en orden descendiente: «ei-sama«; «tsugi-sama«, «bi-sama» y «hira-sama«. La diferencia entre estas palabras cuando se escriben está en la parte inferior del símbolo que utilizamos (por ejemplo, “永” en “樣” / “水” en “様”). Para evitar complicaciones, recuerda que «sama» es la palabra básica para referirse a otra persona denotando respeto, y que también nos la pueden decir a nosotros cuando compramos en algún sitio.
Chan (ちゃん)
Una versión de «san» más adorable, que se utiliza sobre todo con niños y con chicas jóvenes con las que tienes una relación más cercana (como puede ser en la escuela o entre amigos), es «chan«. No obstante, «chan» también se puede emplear para hablar con familiares cercanos de mayor edad, como una abuela («obaa-chan») o un abuelo («ojii-chan»).
También se emplea mucho para referirse a animales. Por ejemplo: «neko-chan» (gatito) o «inu-chan» (perrito).
Nota: hace poco descubrí que «ame-chan» (chucherías) no se dice fuera de la región de Kansai; como tampoco se emplean «o-imo-san» (patata) ni «unko-san» (caca). Existen numerosas variaciones en las distintas regiones y prefecturas de Japón, ¡y esta personificación regional de objetos cotidianos me parece, simplemente, adorable!
Kun (君/くん)
«Kun» se emplea, por lo general, para referirse a niños, principiantes en un ámbito laboral o para hablar con un amigo de menor edad que la tuya propia (siempre entre adultos).
Sensei (先生) / senpai (先輩) and kouhai (後輩)
«Sensei» es la palabra que se debe utilizar al hablar con profesores, doctores, abogados y otros profesionales de sectores reputados, como puedan ser artistas, músicos, escritores, etc. Se puede decir después del nombre de la persona (al igual que hacemos con «san» y «sama»), y también como palabra única por sí misma. Los cargos profesionales también se pueden emplear de manera similar. Por ejemplo: «[nombre]-bengoshi» (abogado) o «[nombre]-senshu» (atleta).
Otro uso de la palabra «senpai» es el que se le da cuando hablamos con compañeros de trabajo de un rango superior al tuyo, o con estudiantes de último año. «Kouhai» se emplea para todo lo contrario.
La lista de sufijos es aún más amplia, pero no hay que preocuparse; no es necesario aprenderse todas las definiciones anteriormente enumeradas para sobrevivir en Japón. Un simple «san» te puede sacar de un apuro si no recuerdas el resto de palabras. Eso sí; es importante recordar no utilizar nunca la palabra «tú», a no ser que lo hagas con tu pareja o si le estás gritando a alguien (¡que esperemos que no se tenga que dar esta situación!)
Texto original de: Kelly Nagata
Traducción de: Virginia