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Al llegar a Japón muchos turistas se sorprenden (aunque quizás algunos van más preparados para encontrarse con ello) del nivel tecnológico instaurando en la sociedad japonesa, con las máquinas expendedoras como principal y más básico símbolo tecnológico en el país.

Todos los viajeros, en los medios de transporte, se ven inmersos en sus teléfonos móviles desde los que se comunican, hacen la compra, organizan vacaciones y pagan sus cuentas, entre tantas otras actividades necesarias que consumen habitualmente mucho de nuestro tiempo. Las personas compran sus billetes de metro o tren urbano en máquinas repletas de botones, y a veces simplemente cargan sus tarjetas de transporte con las que pueden, inclusive, pagar algunos taxis o comprar en supermercados (llamados konbini en Japón).

máquinas expendedoras japonesas

(Fuente: Ideebiz)

Pero, sin lugar a dudas, por su abundancia (más de 5 millones y medio) y omnipresencia en casi cualquier rincón del país, las máquinas expendedoras son la estrella de este país de lo robotizado y lo automático. Al ser el desconocimiento del idioma una barrera bastante real en lo que respecta a la comunicación, la existencia y abundancia de estas máquinas hacen mucho más fácil y cómoda la experiencia de cualquier viajero en tierras niponas. Por ello, aquí te contamos algunas curiosidades, formas de utilización y demás datos importantes sobre estas máquinas.

Para empezar, es interesante nombrar la cantidad de tipos de máquinas distintas que te puedes encontrar en el país, aunque la mayoría de estas máquinas generalmente están relacionadas con bebidas y comestibles. Por el lado de la gastronomía, las más comunes venden helados, sopas instantáneas y comidas calientes como perritos calientes y croquetas, entre otras opciones. Las de bebidas poseen productos que abarcan todos los rangos de precio, calidad y con o sin alcohol; aunque, en ocasiones, en las máquinas en las que puedes comprar cerveza, sake u otra bebida alcohólica te solicitan pasar por un lector una tarjeta que acredita tu mayoría de edad, la cual se tramita en ciertos lugares y que, si vas de turista solo algunos días o semanas, no es muy aconsejable ponerse a tramitar.

máquina expendedora comida japón

(Fuente: Dietsinreview)

Más allá de las bebidas como gaseosas, jugos y tés saborizados también puedes encontrar brebajes calientes, siendo el café el más común de ellos, en muchas variantes de dulzor, con o sin crema o leche. Verás que las latas de estas infusiones que están de exposición en la parte frontal de la máquina están marcadas con una luz roja. Esto no significa que no haya más stock, sino que esa bebida se mantiene caliente para la conveniencia de los consumidores. En las áreas no tan céntricas y más rurales, muchos productores locales hay diseñado sus propias máquinas expendedoras donde venden sus productos como arroz, huevos, vegetales y hasta máquinas que pelan el arroz que has comprado con cáscara.

En algunos restaurantes casuales que, por lo general, sirven sopas llamadas ramen y otros platos de rápida elaboración, como son de tamaño reducido (y para ahorrar en los costos de empleados que tomen tu pedido), uno elige, en la entrada del establecimiento, qué se va a servir para comer mediante una máquina expendedora de tickets. Habitualmente hay fotos en cada uno de los botones que ilustran qué tipo de comida estás pidiendo, así que recomendaría usar esas opciones y no aventurarse con los botones que sólo tienen una descripción en japonés, para no cometer errores y pagar de más cosas que no te apetecía pedir.

máquinas expendedoras japón

(Fuente: Triplelights)

En la calle o en estaciones de metro y tren urbano, así como en algunos vestíbulos de edificios y centros comerciales, no es extraño encontrarse con máquinas expendedoras que vendan paraguas, baterías, cigarrillos, máscaras (de esas que utilizan los japoneses cuando están resfriados), chips de teléfono móvil con paquete de datos para los turistas, memory cards para tu cámara de fotos, vasos de plástico, juguetes pequeños (llamados gachapon) y hasta indumentaria casual (ropa interior, corbatas, camisetas). En las entradas de algunos templos, aunque no siempre, puedes llegar a encontrar máquinas que vendan amuletos de la suerte, flores y pequeños papelitos con predicciones sobre tu futuro.

Las máquinas, habitualmente, son muy fáciles de usar. Lo primero que debes hacer es elegir el producto que te interesa. En el expositor aparecerá el precio (si no lo dice ya de por sí en la pequeña vitrina donde se publicitan los objetos en cuestión). Luego abonas el importe con billetes o monedas, y algunas máquinas te permiten utilizar la misma tarjeta con la que pagas el bus, metro o tren urbano para pagar. Finalmente retiras tu producto y te vas contento con tu compra.

Algunas curiosidades: todo en Japón siempre está en continua evolución y perfeccionamiento, con el objetivo de mejorar el servicio que se brinda a los consumidores. Es así como una empresa de software y reconocimiento facial implementó en estas máquinas un programa que, mediante una cámara insertada en la parte superior, trata de reconocer el sexo y la edad de la persona que se acerca a comprar una bebida, para poder ordenar el expositor digital de mejor manera y ofrecerle los productos que habitualmente su segmento de género y edad consumen más habitualmente. Otro detalle interesante es que, al estar encendidas las 24 horas del día y con sus sistemas de refrigeración o calefacción de los productos, éstas máquinas consumen bastante energía. Así fue como otra empresa creó las eco vending machines; máquinas expendedoras que utilizan la energía solar para mantenerse funcionando y que incluyen sensores de movimiento para activar las luces de los expositores sólo cuando detectan movimientos que pueden relacionarse con personas acercándose para adquirir los productos.

máquina expendedora japón

(Fuente: Skysfridayblog)

Con tus billetes, monedas o tarjetas de transporte en mano ya estás listo para adquirir alguno de los casi infinitos bienes que se pueden comprar en estas útiles maquinarias. Recuerda siempre esperar a recibir el cambio… ¡y que disfrutes de tus compras automáticas!

Jose Espindola

Jose Espindola

Nacido en Buenos Aires (Argentina) y residente en Shanghái desde 2012, José I. Espindola ha visitado Japón varias veces en estos años. Ha publicado dos obras de ficción: "Canton Orwell. Catalog." (Augenblick Editors, 2010) y "Canton Orwell. Chromosomes." (idem., 2015). Últimamente se encuentra trabajando en su tercer libro (Canton Orwell. The book of the tears) que se publicará a finales de 2016. Estudió Derecho durante varios años, pero después decidió pasarse a algo más artístico (Dirección de Cine y Producción Musical). Pronto visitará Nagoya, Fukuoka, Sapporo y Okinawa, por lo que pronto podrán leer nuevos artículos.

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