Imagínate en el año 2019; es septiembre, estás en Japón en el Oita Bank Dome; las luces del estadio nunca iluminaron tanto y tu corazón ya palpita más y más rápido. Suena el “Oh juremos con gloria morir…” y ahora sí, estallas de la emoción.
Estamos ahí, una vez más, en una Copa del Mundo de Rugby para dar batalla hasta el final. O, mejor dicho, hasta la final. Y qué mejor manera de hacer historia a lo grande que en la prefectura de Oita, donde la grandeza de la naturaleza se refleja en sus manantiales de aguas termales, acumulados hace miles de años…
Visita al estadio Oita Bank Dome
A exactamente tres años del comienzo de la Copa del Mundo de Rugby, tuve la suerte de sentir un poco lo que sienten los jugadores, el personal y cuerpo técnico, periodistas… y hasta me senté en el mismo asiento donde el emperador Akihito observó un partido hace unos años. ¡Qué privilegio!
El estadio fue construido en 2001, pero después de ver sus instalaciones puedo decir con certeza que está casi como recién inaugurado.
Al ingresar al campo de juego ya podía imaginarme las camisetas y banderas de color celeste y blanca desplegadas en todos los rincones; las voces de aliento de los miles de hinchas argentinos; y, por supuesto, al emperador de Japón, asombrado ante un espectáculo nunca visto en esta tierra y sentado, esta vez, donde un día, como hoy, se sentó Darío. Esta fantasía se vio rápidamente interrumpida por el fresco aroma del césped. Es que, a diferencia de la mayoría de los estadios, el Oita Bank Dome no utiliza pasto artificial, y esto hace que tenga un campo de juego ideal, aunque el cuidado y el mantenimiento lleven mucho esfuerzo.
Oita Bank Dome: un estadio cómodo y accesible
Si uno mira hacia arriba parece que el techo tiene forma de ojo, de ahí el nombre que también se le da al estadio de «Big Eye«. Este techo se cierra automáticamente durante días de lluvia para mantener al césped en buenas condiciones y el interior con temperatura agradable. Los que también seguramente pasarán un momento agradable en este estadio son los periodistas y relatores. Cada cabina está completamente acustizada y equipada con aire acondicionado, además de tener una excelente vista del campo de juego, como para transmitir en detalle todas las emociones que se perdieron los que no pudieron estar aquí.
Los padres que vengan acompañados de niños tampoco van a tener inconvenientes en perderse nada y disfrutar plenamente. Las instalaciones cuentan con ascensores y numerosos cambiadores para bebés, e incluso habitaciones especiales para amamantar. El guía me mostraba todo esto con un gran entusiasmo, y pude notar las expectativas que tienen aquí en Oita para este torneo y el honor de ser anfitriones.
Japón, país anfitrión de la Copa Mundial de Rugby de 2019
Desde su primera edición en 1987, con Nueva Zelanda y Australia como organizadores, la Copa del Mundo de Rugby nunca ha tenido a un país organizador fuera del “Tri Nations” o “Five Nations”; hasta ahora, porque es el turno de Japón. Y, como para muchos sea de esperarse, la organización de la copa en Japón va avanzando a paso firme. Y eso lo pude ver y experimentar en el estadio Oita Bank Dome.
Esta será una de las sedes de una copa que ya será histórica por el simple hecho de disputarse en Asia. Por otro lado, los preparativos para llevar este gran torneo a la Argentina y al continente americano por primera vez ya comenzaron. Falta mucho para el año 2023, pero ¡qué orgullo sería para nuestra nación ser anfitriones! Especialmente porque Argentina e Italia son las únicas “potencias” que nunca han hospedado esta competencia.
La novena edición de la Copa del Mundo de Rugby será en Japón, del 20 de septiembre al 2 de noviembre. 20 equipos participarán en este torneo donde el último campeón (Nueva Zelanda) es el que más títulos obtuvo (3), seguido por Sudáfrica (2), Australia (2) e Inglaterra (1). Por su parte, Francia llegó a la final tres veces sin poder levantar la copa. Lo demás lo sabemos; el tercer puesto en Francia tras vencer al local, y el cuarto puesto en Inglaterra al caer frente a Sudáfrica.
No será tarea sencilla frente a tantos equipos poderosos, pero la historia está para escribirla y, qué mejor que en un lugar que sabe de historia como Asia, como Japón, como Oita. ¡Vamos los Pumas! ¡Vamos Argentina!
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