Considerada Patrimonio Cultural, la Iglesia de Oura (Ōura Tenshudō) es el ejemplo de arquitectura religiosa de estilo occidental más antigua de Japón, y la primera en ser declarada Tesoro Nacional del país.
Iglesia de Oura: arquitectura europea en Nagasaki
La primera catedral de Ōura fue construida entre 1863 y 1864 al final del sakoku por los sacerdotes franceses Louis Fouret y Bernard Petitjean, que buscaban erigir un santuario en conmemoración del sacrificio de fe de los veintiséis mártires de Japón y brindar soporte espiritual a la creciente población extranjera residente en Nagasaki.
Al frente de la iglesia, el padre Petitjean se sorprendió de ver varios japoneses pidiendo que les abrieran las puertas. Cuando se arrodilló ante el altar, una mujer ya mayor se le acercó a susurrarle «tenemos el mismo sentimiento que usted en nuestros corazones», preguntándole dónde se encontraba la estatua de la Virgen María.
Con esta frase tan humilde, el padre descubrió que el grupo nipón, que provenía de las villas cercanas al área de Urakami, estaba compuesto de Kakure Kirishitians o «Cristianos Ocultos», y que descendían de los primeros japoneses que fueron convertidos al cristianismo hacía más de 250 años desde la época de la rebelión de Shimabara, en 1638.
Conmemorando este momento de fe denominado por el Papa Pío IX como el «milagro de oriente», en el patio de la iglesia se encuentra un relieve en bronce inmortalizando el momento a partir del cual las decenas de miles de cristianos ocultos en Nagasaki pudieron declarar libremente sus creencias y profesar su religión.
En el jardín se encuentra también un busto del Papa Juan Pablo II, conmemorando su visita a Nagasaki. Muchos ciudadanos, sin distinciones de fe, edad o clase social, acudieron al estadio de Matsuyama a visitarle, desafiando juntos la constante nevada y subsecuente lluvia durante las tres horas de misa.
Atestiguando un pequeño milagro, después de la homilía, cuando el Papa dirigió su oración al cielo pidiendo su bendición para los asistentes, los cielos se despejaron dejando ver el sol. ¡Una memoria que atesorarán mientras vivan aquellos que pudieron presenciarla!
Legado católico de más de un siglo de antigüedad
Construida originalmente por Kodama Hidenoshin, un experto en carpintería que erigió también la casa de Thomas Glover, la iglesia de Oura era, originalmente, una iglesia pequeña con tres pasillos y tres torres octagonales. La presente estructura es una basílica gótica mucho más grande que data de 1879. Fue construida en ladrillo de estuco blanco con cinco pasillos, techos abovedados y una torre octagonal, siguiendo un diseño que, se presume, fue traído de Bélgica por los misioneros católicos.
Con vitrales emplomados traídos de Francia y reconstruidos con piezas antiguas después de la destrucción acaecida por la bomba atómica, no se pierda la oportunidad de sumergirse en un mundo de luz y silenciosa paz donde, sin distinciones de credo, los visitantes pueden regalarse un respiro dentro de su recorrido turístico por la ciudad.
Al salir de la capilla principal, no se olvide de darse una vuelta por la zona arqueológica junto a la iglesia, donde se ha reunido una de las pocas tiendas de objetos católicos de Japón; un museo con reliquias originales de los cristianos ocultos y uno de los santuarios a los santos mártires.
Sin importar su credo, en su visita a Nagasaki no se olvide de visitar la Iglesia de Oura, ya que este Patrimonio Cultural de Japón le regalará la oportunidad de disfrutar de un momento de verdadera paz, renovándoles las energías para continuar su viaje.
Cómo llegar a la iglesia
Para llegar a la Iglesia de Oura desde la estación central de Nagasaki, tome el tranvía #1 (Línea Azul) con dirección a Shokakuji-shita, y bájese cuatro estaciones después en Tsukimachi. Pida al bajar «Norikae-ken, Kudasai», que significa “billete de transbordo, por favor”. De ahí, cruce la calle para cambiar de andén y aborde el tren #5 (Línea Verde). Bájese tres estaciones después en Oura Tenshudoshita. Desde la estación, siga los carteles por la cuesta empedrada atravesando las tiendas de recuerdos desde donde podrá observar, a lo lejos, la torre de la iglesia en lo alto de la montaña.
Es una caminata aproximada de diez minutos cuesta arriba, ¡así que les recomiendo llevar zapatos muy cómodos!
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