Los ritos funerarios japoneses han evolucionado a lo largo de los siglos. Entre siglo III y VII, personas con renombre fueron enterradas en enormes tumbas llamadas kofun (古墳). Las más simples eran redondas o cuadradas y de solo unos metros de ancho, mientras que otros kofun tienen formas más elaboradas y dimensiones gigantescas. Los kofun más notables son los dos encontrados cerca de Sakai (prefectura de Osaka). Tienen la distinción de tener una forma de un ojo de cerradura cuando se ven desde el cielo. Los kofun de Sakai son dos de los tres kofun más grandes de Japón.
Nintokuryo, una de las tumbas kofun más grandes del mundo
La tumba kofun más grande de Japón es también uno de los sepulcros más grandes del mundo, por detrás de la pirámide de Giza y el mausoleo del emperador Qin. Esta es la tumba del emperador Nintoku que murió en el año 399 después de gobernar Japón.
Cuando nos acercamos a la tumba es imposible ver su forma completa. Nos encontramos frente a lo que parece ser una verdadera isla salvaje cubierta por un bosque. Sin embargo, esta isla es completamente artificial y se necesitaron más de 15 años y hasta 2.000 hombres trabajando al mismo tiempo para completarla. Incluyendo el «foso» alrededor del perímetro, ¡la tumba de Nintokuryo tiene aproximadamente 320.000 m²!
Desde el cielo, la tumba tiene la forma de un ojo de cerradura perfectamente simétrico. Es impresionante pensar cómo alcanzaron tal precisión con las herramientas y el conocimiento de la época. Alrededor del kofun del emperador Nintoku se construyeron una docena de otras tumbas pequeñas. En 1872, un derrumbamiento reveló una de estas cámaras funerarias. Dentro de ella se encontraron muebles y objetos de la época, un descubrimiento arqueológico incalculable que permitió una mejor comprensión del Japón antiguo, ya que el interior del kofun imperial es un lugar misterioso el cual nunca ha sido explorado. De hecho, esta tumba se considera propiedad privada de la familia imperial, quienes prohíben su exploración.
El kofun del emperador Richu
El tercer kofun más grande de Japón es la tumba del emperador Richu, de 365 metros de largo. Construido a principios del siglo V, este kofun es más pequeño que la tumba del emperador Nintoku. Sin embargo, es igual de impresionante una vez te encuentras cara a cara con el sepulco.
Desde el punto de observación podemos tener una visión general del kofun. A pesar de que aún es difícil ver la forma del ojo de la cerradura, visible solo desde el cielo, tienes la misma sensación de estar frente a una isla salvaje inexplorada. Construido cerca de la costa, este kofun fue pensado para ser visto desde el mar.
Al igual que la tumba de Nintokuryo, existen una docena de tumbas adyacentes alrededor del kofun de Richu. Estos «pequeños» kofun tienen formas redondas más clásicas, aunque la mayoría de ellos no han resistido bien el paso del tiempo y solo quedan unos pocos.
Una vista aérea del kofun
En el último piso del Ayuntamiento de Sakai hay un observatorio para admirar la ciudad y su enorme kofun que sobresale de la ciudad. El acceso es gratuito y el ascensor te llevará al piso que se encuentra a 80 m de altura donde podrás disfrutar de una vista de 360°.
Desafortunadamente, incluso a esta altura todavía es difícil ver la forma del kofun. Solo una verdadera vista de pájaro revela la forma real del ojo de cerradura. Pero gracias a esta panorámica, te das cuenta de la importancia histórica del kofun en la ciudad de Sakai. Estos símbolos de historia cubiertos de bosques salpican el paisaje, preservado su pasado incluso a medida que la ciudad moderna crece a su alrededor.
Estas tumbas son verdaderas islas artificiales en medio de un océano urbano que atestiguan la historia de la civilización japonesa, las tumbas que aún guardan los secretos de la antigua historia japonesa.
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Traducido por Maria Peñascal