En los días que corren se destacan, entre tantas otras, dos maneras completamente distintas de llegar al momento en el que uno se tiene que preguntar «¿Por qué debería ir a Japón en mis próximas vacaciones? ¿Por qué pasar esas dos o tres semanas (cuatro los más suertudos) de merecido descanso en un país que muchos considerarían tan lejano y desconocido?».
Ofertas a Japón
La primera situación en la que algunos se encuentran, cada vez más frecuentemente gracias al crecimiento en la oferta de vuelos hacia ese destino, es la de estar navegando por Internet y, de repente, ver un post de un conocido o recibir un mail acerca de una gran oferta de las aerolíneas internacionales para visitar el país del sol naciente. «¡Qué excelente oportunidad para seguir conociendo el mundo!» piensan estas personas, aunque inmediatamente aparecen muchas dudas y preguntas sobre los cómo, cuándo, dónde y, sobre todo, cuánto.
Japón: país de cine, gastronomía y tecnología punta
La segunda, y la que me ha sucedido a mi cuando decidí viajar por primera vez, es tener ese sueño que para muchos parece imposible: visitar aquel mágico y misterioso Japón, el de las películas, los animes y los documentales sobre culturas milenarias. Quizás estés en este grupo de viajeros que anhelan con todo su corazón viajar pero que todavía tienen sus razonables preocupaciones. Sea cual fuese tu situación, hoy he decido contarte mi experiencia, la cual fue (y sigue siendo) cada vez más fabulosa y la que me ha convertido en un «fan» de Japón; pero sin pintarte todo de color de rosa. Les presentaré una opinión objetiva y sin presunciones de ningún tipo.
Empecemos por las cosas buenas que has escuchado alguna vez sobre Japón. «El sushi es delicioso», y ciertamente, desde los restaurantes más exclusivos hasta las cadenas más populares con precios bastante más accesibles, el sushi es una experiencia culinaria única en Japón, aunque creo que hablar sólo de un plato es ser muy injusto con la apasionante cocina nipona. Cada parte esencial de la alimentación diaria (desayuno, almuerzo, snacks, cena, y cada uno de sus casi infinitos componentes) hacen de cada comida un evento particular, delicioso y que pone a prueba tu paladar y cada uno de los sabores que tu boca conoce o creía conocer.
«Es el país de la tecnología«; ¿y qué otra cosa puedes pensar que cuando llegas a Tokio (específicamente al aeropuerto de Haneda), vas a una tienda a por una bebida, te recibe un robot llamado Pepper (una de las mascotas de la compañía de teléfonos móviles Softbank) y te desea que tengas una buena estancia en el país? Máquinas expendedoras de lo que puedas querer o necesitar: bebidas frías y calientes, helados, frutas… y, ya dentro, de otros productos no comestibles, tarjetas SIM para tu móvil, libros y hasta indumentaria casual. Este nivel de automatización lo podrás encontrar en todos los niveles de la vida en el Japón, lo cual es una gran ayuda para nosotros, los turistas, que no tenemos un dominio del idioma ni siquiera para realizar los pedidos o las compras más básicas.
Limpieza, organización y respeto
«Es todo tan limpio y ordenado». Uno piensa que las sociedades más avanzadas han entendido la importancia de mantener el espacio público en condiciones óptimas de pulcritud y organización, pero en Japón he entendido, y me han explicado, que esta decisión de la población tiene otros significados que no había alcanzado a entender a primera vista. Es, primeramente, una cuestión de respeto hacia los propios ciudadanos, hacia los diferentes lugares (medios de transporte, parques, edificios, etc.), hacia los turistas y, sobre todo, hacia la misma naturaleza. No malgastar recursos en limpiar y dividir la basura para reciclar mejor es una señal inequívoca de consideración en favor del medio ambiente. Adicionalmente, en un país donde el 70% de la tierra habitable son montañas, es lógico que la organización y la optimización del espacio sea una necesidad imperiosa, por no decir obligatoria.
La distancia y la barrera del idioma
Ahora bien, como les prometí objetividad, hay otros comentarios que también has escuchado y que te asustan un poco. «Casi nadie habla inglés ni español en Japón». Con la imponente organización de los juegos olímpicos de Tokio 2020, cada vez más los estudiantes y los empleados de seguridad y de medios de transporte comienzan a utilizar el inglés para comunicarse con los turistas, pero es cierto que la mayoría de la gente, en especial la que no se dedica a negocios con el extranjero ni a la industria del turismo, no habla inglés. En ocasiones, por miedo a darte mal la información o no saber cómo explicarse, los japoneses evitan siquiera intercambiar algunas palabras con los visitantes de otros países. Por suerte, al ser un país extremadamente organizado, en la mayoría de las ciudades podrás encontrar mapas en varios idiomas y en los medios de transporte más elegidos y eficientes (los metros y trenes urbanos) hallarás señales e indicaciones en inglés. Casi todos los museos ofrecen el alquiler de guías pregrabadas, como así también los restaurantes anuncian en sus marquesinas que tienen «Menú en inglés».
«Japón está muy lejos». Dependiendo de si estás en Argentina, EE UU o España, la duración de los viajes varía. En este punto debo apelar a tus ganas de viajar y de aventuras, y hacerles entender que básicamente Japón está del otro lado del mundo, lo cuál hace que la cultura occidental en la que estamos inmersos haya llegado y haya sido digerida de una manera particular. Japón, a pesar de estar actualizado con las modas y la cultura internacional, sigue siendo un país absolutamente original, donde la creatividad, lo tradicional, lo moderno, lo fantástico, lo amigable y lo increíble se entremezclan con la vida diaria de sus residentes y sus visitantes. Así que lo único que puedo decir al respecto es que disfrutes del viaje y de las películas que te puedes ver o del libro que te puedes leer durante las horas que te separen de Japón. ¡¡¡Todo es parte de la experiencia!!!
Así, tras leer este humilde artículo que he preparado para ustedes, espero que a la hora de hacerse la pregunta «¿Por qué Japón?» entiendan que la respuesta es «Porque hay un mundo fantástico por descubrir», y la única manera de conocerlo es visitándolo. ¡¡¡A preparase entonces, Japón los está esperando con los brazos abiertos!!!