Después de explorar los barrios de Ogikubo, Nishiogikubo, Koenji y Nakano, hoy me centraré en otra zona de la maravillosa y polifacética línea de tren JR Chuo de Tokio. Ubicado entre Koenji y Ogikubo, Asagaya es conocido por albergar uno de los festivales del Tanabata más famosos de Tokio.
Es un barrio que, sorprendentemente, existe desde el siglo XIV, cuando formaba parte del clan Asakaya. Pero fue tras el Gran Terremoto de Kanto de 1923, empezó a ganar atractivo entre intelectuales, sobre todo poetas y novelistas, quienes aprovecharon la ampliación de la línea ferroviaria tras verse desplazados del centro de Tokio. Su interesante historia lo convierte en un lugar que vale la pena descubrir tanto de día como de noche.
El Festival Tanabata en Asagaya
Conocido como el Festival de las Estrellas, el Tanabata es uno de los acontecimientos más grandes de la zona. A principios de agosto, la calle comercial Pearl Center es decorada a lo largo de sus 700 metros con grandes y coloridos muñecos hechos de papel maché. Las figuras cambian cada año y es habitual ver personajes famosos de anime, series, figuras públicas y más.
Este festival se empezó a celebrar hace 70 años para atraer curiosos hasta Asagaya y que de paso descubrieran las tiendas locales de la zona. Es por eso que los mismos comerciantes son los encargados de hacer todas las decoraciones. Si te gustaría ver este festival en su máximo esplendor, te recomiendo visitarlo por la tarde cuando baja el sol, pero si te agobian las aglomeraciones, el mejor momento de día es por la mañana.
Si no coincides con el festival durante tu viaje a Japón, puedes visitar igualmente esta calle comercial cualquier día del año y disfrutar de sus tiendas y su ambiente local.
¡Siempre es dinámico!
Las calles de Asagaya, repletas de vida día y noche
Las calles que rodean este shotengai (calle comercial cubierta), le dan más vida a Asagaya. En ese caso, la mayoría de establecimientos que encontrarás son restaurantes y cafeterías. Y puesto que muchas de las personas que visitan Japón son amantes de la comida, Asagaya es un lugar ideal para probar la gastronomía japonesa con un toque local. Allí podrás elegir entre una gran variedad de restaurantes y cafeterías, desde los más tradicionales hasta los más modernos o instagrameables.
Aquí van algunas de mis recomendaciones: si quieres comer en un lugar tranquilo y agradable, dirígete a Chatoan, una pequeña cafetería regentada por una señora muy simpática que hará todo lo posible para comunicarse contigo. Otra cafetería del mismo estilo es Cafe Spile, muy conocido entre los locales y lleno durante los fines de semana, con varios menús y postres memorables. Y si solo te apetece un postre, puedes ir a la Gelateria SINCERITA, donde he probado uno de los mejores helados italianos en Tokio.
Si prefieres visitar este barrio para ver el ambiente nocturno, puedes visitar varias de sus calles abarrotadas de restaurantes y bares, como el Star Road o el Ichiban Gai. Estas zonas me recuerdan al ambiente de Omoide Yokocho o el Golden Gai en Shinjuku, pero con menos turistas y precios más acordes a un barrio local. Manjares como Yakitori, sushi, cerveza y muchos más te esperan en un ambiente alternativo repleto de bares nocturnos, con un toque de jazz.
Templos y santuarios
Desde mi punto de vista, hay un santuario en el norte de la estación y otro en el sur que valen la pena visitar. Empezamos con el santuario Mabashi Inari, dedicado al famoso zorro Inari conocido por el Fushimi Inari Taisha en Kioto, un lugar ideal si quieres tranquilidad durante tu paseo por Asagaya.
Tiene dos entradas, una más disimulada pero pintoresca entre unos edificios y otra más majestuosa, con varios torii. Uno de ellos es uno de los torii más famosos de Tokio, con dos dragones esculpidos que dicen que si lo tocas se te cumplirá tu deseo. Una vez dentro, verás que el santuario está rodeado de naturaleza y tiene muchas figuras del zorro inari, nada que ver con el ambiente dinámico de la calle comercial cubierta.
Por otro lado, tenemos el santuario Asagaya Shinmeigu, un gran santuario con unos 1700 años de historia. Allí está consagrada Amaterasu, una de las deidades más importantes del sintoísmo. Tienen varios goshuin de temporada con bordados y tablillas ema muy bonitas. Si viajas por esta zona en primavera, no te pierdas su fiesta especial durante la floración de los cerezos en flor llamada Kan-Okai. También hay un escenario de teatro tradicional y a veces se hacen representaciones de Noh y de Kyogen. Yo tuve la suerte de coincidir con una obra de teatro tradicional y fue una experiencia única e inesperada.
Tienda oficial del barrio y la mascota de Suginami
Para finalizar nuestra ruta por Asagaya, iremos a conocer a alguien muy querido en la zona. Cerca de la estación Minami-Asagaya está el Suginami City Office y dentro encontrarás la tienda oficial de la mascota del barrio de Suginami, Namisuke なみすけ.
Este curioso animalillo alegre se encuentra en muchos rincones de todo el barrio especial de Suginami: desde las alcantarillas donde podrás ver a Namisuke bailando en el Awa Odori de Koenji, disfrutando del Tanabata en Asagaya o paseando por el parque Otaguro en Ogikubo, hasta en los carteles publicitarios, bancos, tiendas y en otros lugares inesperados. Siempre que paseo por Suginai y me encuentro una imagen de Namisuke y sus amigos, tomo una foto: ¡incluso puedes encontrar matrículas de coches!
Cómo llegar a Asagaya
Es muy rápido llegar a Asagaya desde el centro de Tokio. Tan solo tienes que tomar la línea JR Chuo en Shinjuku o la estación de Tokio o la línea JE Chuo Sobu desde Akihabara, Yoyogi o Shinjuku. Recuerda que la línea JR Chuo no pasa por Asagaya los fines de semana, así que tendrás que tomar si o si la línea JR Chuo Sobu. Y también puedes tomar la línea de metro Marunouchi desde la estación de Shinjuku, la estación Akasaka-Mitsuke o la estación de Tokio hasta Minami-Asagaya.
Cuando visites Tokio, si tienes la oportunidad de ir más allá, tómate tu tiempo para explorar la línea Chuo. Haz una ruta por estos maravillosos barrios locales y descubrirás una parte de la ciudad que pocos turistas conocen. ¡Atrévete a salir de la ruta convencional!