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El monte Fuji (富士山, Fujisan), la montaña más alta de Japón y posiblemente su símbolo más famoso, se eleva hasta los 3.776 metros. Cubierto de nieve gran parte del año, el monte Fuji se abre ante los escaladores durante una corta temporada en verano. Así pues, un 10 de agosto, me dispuse escalar esta majestuosa montaña por primera vez. En ese entonces yo no sabía lo poco preparado que estaba para el reto que me esperaba. Esta es mi experiencia escalando el monte Fuji, cómo lo planifiqué y consejos para los escaladores primerizos.

Por qué decidí subir al monte Fuji

No me tomaba en serio el senderismo hasta que me mudé a Japón. Había escalado varios picos en las pintorescas montañas Tanzawa (丹沢山地, Tanzawa-Sanchi) durante mis primeros meses en el país. Fue aquí donde floreció mi afición por el senderismo. A medida que se acercaba el verano, la idea de escalar el monte Fuji empezó a rondar por mi cabeza. Al principio, tenía dudas. Mi estado físico era mediocre (en el mejor de los casos) y creía que la caminata sería más de lo que podía soportar. Solamente después de investigar un poco sentí que era algo que podía hacer y que sería un logro fantástico durante mi estancia en Japón.

Un chico escalando el Monte Fuji
A medida que se acercaba el verano, la idea de ir de escalar el monte Fuji empezó a rondar por mi cabeza.

El monte Fuji se puede subir en cualquier momento durante la temporada de senderismo. Yo elegí hacer un ascenso nocturno para ver el amanecer. Hay que tener en cuenta que no se aconseja la escalada «en bala» (subir y bajar sin descansar lo suficiente), y se recomienda encarecidamente a los visitantes que descansen en una de las estaciones de montaña para reducir el riesgo de mal de altura.

Cómo preparar la subida al monte Fuji

A pesar de que el monte Fuji es fácilmente accesible para los principiantes, la excursión no debe tomarse a la ligera y sin la preparación adecuada. Mi primer paso fue investigar las guías de senderismo en la página web oficial del monte Fuji (en inglés). Se puede llegar a la cima por varios senderos, pero como excursionista novato, opté por el camino de Yoshida (吉田ルート, Yoshida ruto), que es el mejor atendido por los refugios de montaña.

Me compré unas botas de montaña nuevas y varios artículos, como una linterna frontal y unos cobertores de botas, y empaqueté ropa tanto para el calor como para el frío. A esta aventura se unió un amigo que también compartía el mismo objetivo de ver el amanecer desde la cima. En las semanas anteriores a la subida hice excursiones a grandes montañas de Kanagawa (神奈川), la prefectura donde vivo, para aumentar mi forma física.

Cómo empezar tu excursión al Monte Fuji y sus tarifas

Llegué a la 5ª estación de Fuji Subaru (富士スバルライン五合目) en autobús, más o menos en la mitad del camino de Yoshida, durante la temporada alta de senderismo. Me rodeaba un gran número de personas, entre ellas otros excursionistas o quienes habían llegado en autocares organizados para tener una mejor vista del monte Fuji. Las tiendas y restaurantes de la base del camino permiten comprar provisiones de última hora. Si quieres un recuerdo de la experiencia, te recomiendo comprar un bastón y conseguir los sellos de cada estación. No solo será una ayuda inestimable para superar las partes rocosas, sino que también es un gran recuerdo de la caminata.

Aunque el ascenso al monte Fuji es gratuito, se pide a los escaladores que contribuyan con 1.000 yenes por persona en las estaciones de ascenso.

Subida al Monte Fuji

Impulsados por una mezcla de energía, excitación y aprensión, llegamos a la sexta estación a tiempo. Los otros escaladores que conocimos durante la ruta eran amigables. Desde principiantes hasta excursionistas experimentados, todos teníamos entusiasmo por alcanzar nuestro objetivo común: la cumbre.

Vistas subiendo el monte fuji
Mirando hacia abajo a lo largo del camino de Yoshida.

Vistas a lo largo del camino a la cumbre

A medida que llegaba el anochecer, el impresionante paisaje que se extendía bajo nosotros se evaporaba lentamente. La temperatura descendió bruscamente al desaparecer el calor del sol. Mientras descansaba en la séptima estación, miraba las luces de las ciudades situadas más abajo y me sentí abrumado por la altura a la que me encontraba. Era una sensación incómoda no tener más que una inmensa cantidad de espacio entre mí y la tierra de abajo.

Cuando miré a lo lejos, una tormenta eléctrica rompió rápidamente mi sentimiento de inquietud. Estar a la altura de una magnífica tormenta en el horizonte me dio una sensación única de conexión e intimidad con la naturaleza.

anochecer a lo alto del Monte Fuji
La luz desvaneciéndose a lo largo del Sendero Yoshida en el Monte Fuji.

Cuando llegamos a la octava estación, la temperatura siguió bajando. Con frío, me puse toda la ropa que había metido en la mochila para mantener el calor. Los refugios de montaña (que evitábamos por su precio) parecían más atractivos a medida que avanzaba la noche. Tras una hora de descanso, nos pusimos de nuevo en marcha hacia la cumbre. Cuando miré hacia atrás por el sendero, me sorprendió la visión de cientos de luces de excursionistas serpenteando detrás de nosotros. Estaba claro que habíamos salido antes de tiempo sin querer y que no habíamos visto a la multitud que nos seguía lentamente.

Cuando iniciamos el ascenso final a la cima, el sendero se estrechó y todo el mundo se vio obligado a formar una lenta y única fila. Me sorprendió ver a trabajadores vestidos con ropa de alta visibilidad, dirigiendo el ritmo y el flujo de los excursionistas. Agitando sus varas iluminadas, esta situación parecía fuera de lugar, ya que sería más normal verlos dirigiendo el tráfico de la calle a miles de metros por debajo de nosotros.

En la oscuridad de la cumbre del monte Fuji

Finalmente, llegamos a la cima, y entré en un mundo de oscuridad y rostros cansados, que me hizo preguntarme si todo había valido la pena. Encontramos un lugar adecuado para descansar y dejamos nuestra manta acolchada para esperar el amanecer. Un mar de oscuridad nos rodeaba, iluminado solamente por la luz de la luna y alguna antorcha. Mirando hacia arriba, me perdí en una galaxia de miles de estrellas claras y brillantes. 

Mucha gente en una estación del Monte Fuji
La cima del Monte Fuji puede estar abarrotada de excursionistas esperando el amanecer.

El amanecer desde el monte Fuji

Mientras esperábamos sentados y acurrucados por las temperaturas bajo cero mirando hacia el este, los primeros rayos de sol empezaron a perforar la oscuridad del lejano horizonte. El zumbido de las conversaciones a mi alrededor se calmó, mientras la gente observaba con asombro el comienzo del amanecer. El cielo se llenó de luz cuando la punta del sol se asomó por el horizonte y saturó la escena de frescos colores dorados.

Amanecer en el Monte Fuji
El amanecer se abre paso en el horizonte desde la cumbre del Monte Fuji.

Con el amanecer llegó la excitación de la multitud. Cuando la esfera completa del sol colgaba en el cielo, todo el mundo estalló en una alegre ovación. En ese momento, comprendí la experiencia compartida de lo que acababa de presenciar. Una sensación de asombro nos invadió a mis compañeros de excursión y a mí.

A la luz del día, el paisaje volcánico creaba una atmósfera extraña. La delgadez del aire afectaba a la forma en que viajaban los sonidos, y me sentía como si ya no estuviera en la tierra. A medida que mi adrenalina disminuía, el cansancio empezó a invadir mi cuerpo. Los refugios de montaña vendían comida, e incluso había una oficina de correos para enviar una carta desde la cumbre. Después de descansar y rehidratarnos un poco, empezamos a bajar.

Un torii en el Monte Fuji
Podrá ver toriis durante tu excursión al Monte Fuji

La larga caminata de vuelta a la Tierra

La bajada fue muy larga y ardua. Parecía un descenso interminable, zigzagueando sobre rocas irregulares y resbaladizas. Las 4 horas que tardamos en llegar a la quinta estación nos parecieron una eternidad. Por suerte, los cobertores de botas que había comprado impidieron que la mayoría de las pequeñas piedras volcánicas se me metieran adentro. Al descender, el aire fresco y frío de la cumbre fue sustituido por el clima espeso y húmedo del verano japonés.

Me había bebido toda el agua al principio de la bajada y había subestimado mucho el recorrido. Llegamos a la quinta estación alrededor de las 9 de la mañana, cansados y sedientos, pero con un gran orgullo y sensación de éxito. Acababa de alcanzar el punto más alto de Japón, y sabía que nunca volvería a mirar la montaña de la misma manera.

Un chico con una bandera japonesa en la cima del Monte Fuji
¡Mi momento cumbre tras alcanzar la cima del Fuji-San!

Lo que he aprendido subiendo el monte Fuji

Después de reflexionar, habría hecho algunas cosas de forma diferente para mejorar mi experiencia en el ascenso al monte Fuji:

En primer lugar, habría aprovechado los refugios para excursionistas. Aunque son un poco caros, unas horas de sueño durante la subida a la cima me habrían dado más energía para la bajada y habrían hecho más cómoda la experiencia en general.

En segundo lugar, habría tenido más cuidado en preparar la bajada. En retrospectiva, me di cuenta de que estaba demasiado concentrado en llegar a la cumbre. Un poco de planificación para la bajada podría haber aliviado mi incómodo descenso.

Para los excursionistas más experimentados, los senderos más tranquilos pueden ofrecer una experiencia más íntima. Sin embargo, para los principiantes como yo, aconsejaría encarecidamente subir por el sendero de Yoshida. El año en que lo subí, hubo al menos una víctima mortal entre los excursionistas. El monte Fuji, aunque es alcanzable para los excursionistas principiantes, no debe tomarse a la ligera y requiere un entrenamiento y una preparación adecuados.

Aquí puedes ver mi video subiendo el monte Fuji:

Como llegar hasta el monte Fuji

Durante la temporada alta de escalada, los autocares exprés de la autopista salen de la estación de Shinjuku (新宿駅) en Tokio hasta la 5ª estación de la línea Fuji Subaru (富士スバルライン五合目). El viaje de ida dura aproximadamente 150 minutos y es necesario reservar asiento. También se puede acceder a la 5ª estación con autobuses locales desde la estación de tren de Kawaguchiko (河口湖駅), que salen tres veces al día durante la temporada alta, y tardan aproximadamente 50 minutos. No es posible reservar asiento, así que llega pronto para guardar tu plaza.

Hay un viejo dicho que dice que un hombre sabio sube al monte Fuji una vez, pero solo un tonto lo sube dos veces (一度も登らぬ馬鹿、二度登る馬鹿). Pienso ser el tonto mejor preparado y volver a escalar esta magnífica montaña en un futuro próximo.

Traducción: Maria Peñascal

Jonathan Reeve

Jonathan Reeve

I was born and raised in Nottingham in the East Midlands of the United Kingdom. I moved to Japan in May 2019 to commence a career in teaching English. I am a lover of all things Japanese from the diverse food, fascinating history, beautiful nature and contemporary culture. Living in Yamato city in Kanagawa, I’m in a perfect location to continue exploring this amazing country from top to bottom. I enjoy hiking the many local mountains and national parks on my door step. I’m also a keen amateur photographer of people and places

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