Ise Jingu es el santuario más importante del sintoísmo japonés. Es un lugar de peregrinación que visitan millones de japoneses cada año. Para los extranjeros que viajan a Japón, la región de Ise-Shima ofrece un viaje al corazón espiritual del país.
Cuando los japoneses hacen referencia a Ise Jingu, en realidad aluden a los 125 santuarios alrededor y dentro de la ciudad de Ise. La costumbre habitual es visitar al menos los dos más importantes: Geku y Naiku. Geku se encuentra en la ciudad y es el que se suele visitar primero. El segundo es Naiku, el más grande, y se encuentra ligeramente al sur de la ciudad. Sígueme durante un día para descubrir el santuario de Ise Jingu y otros lugares importantes de la ciudad.
El santuario Geku
El santuario Geku está dedicado a la diosa de los alimentos, Toyouke, que se encarga de alimentar a la deidad Amaterasu en el templo interior. Pero Toyouke también vela por el bienestar de los humanos, por lo que no solo les proporciona comida, también ropa y alojamiento.
Según las creencias sintoístas, fue la diosa del sol Amaterasu quien ordenó construir un santuario en honor a Toyouke, ya que necesitaba su ayuda en Ise. La diosa del sol se le apareció al emperador Yuryaku hace más de 1500 años para expresar su voluntad. Toyouke fue entonces convocado y abandonó la provincia de Tanba (actual Kioto).
El santuario Geku, también llamado Toyouke Daijingu (el gran santuario de Toyouke), está oculto en el frondoso bosque de un parque. Al pasar por sucesivos torii y enormes cedros de camino al santuario, me daba la sensación de haberme empequeñecido. Dentro del parque se encuentra el santuario principal, así como otros más pequeños construidos bajo el mismo estilo arquitectónico. Sobrios e imponentes, los edificios son de madera y los bordes de los tejados están cubiertos de oro.
Mi guía me explicó que los tejados se reconstruyen por completo cada 20 años, con el deseo de que las deidades residentes puedan vivir siempre en un hermoso y nuevo santuario. Esto también puede considerarse un vínculo con las creencias sintoístas fundamentales del ciclo de la vida y la renovación de la naturaleza. De hecho, al lado de cada edificio, se deja vacía una zona de grava del mismo tamaño.
En cuanto al interior del santuario principal, está estrictamente prohibida la entrada a cualquiera que no sea la familia imperial y los sacerdotes. Pude ver su techo dorado a lo lejos, detrás de las paredes. La ceremonia de reconstrucción llamada shikinen-sengu es la única oportunidad para que el público se acerque a este venerado lugar. Ten paciencia, la próxima tendrá lugar en el año 2033.
El santuario Sarutahiko
Tras visitar Geku, me dirigí tranquilamente hacia el santuario Naiku. Pero antes, había planeado parar en el santuario Sarutahiko. Cuando llegué a la puerta tuve la oportunidad de conocer a un sacerdote que me hizo una revelación. ¿Sabías que nunca debes fotografiar un santuario de frente? Para no molestar a las deidades que residen allí, debes colocarte en diagonal para no bloquear su camino.
Quiero remarcar la increíble voluntad educativa que tiene este santuario. Su esfuerzo por iniciar a los visitantes en las buenas costumbres que deben observarse en un lugar sagrado se ve reflejado. Por ejemplo, en un folleto en inglés que presenta el sitio, se explica brevemente cómo presentar tus respetos a los kami (deidades sintoístas) o por qué se deben purificar las manos.
El santuario está dedicado a Sarutahiko, la deidad de la asistencia y orientación a los hombres. Se dice que está en manos de los descendientes directos de Sarutahiko desde su creación.
Al otro lado del santuario hay otro dedicado a la deidad del entretenimiento y el matrimonio. Pasé este segundo santuario para llegar frente a un campo de arroz. Como en muchos santuarios sintoístas, el sacerdote me dijo que este pequeño campo de arroz se utilizaba para realizar la ceremonia de la plantación del arroz.
Degustación de Ise-udon en las calles peatonales
Después de mi visita al santuario de Sarutahiko, volví a la calle comercial oharai-machi, a un minuto de distancia. En este pintoresco paisaje, las numerosas tiendas con fachadas tradicionales de madera daban la agradable impresión de haber viajado en el tiempo. Bajando la calle hasta el final, llegaría al santuario Naiku. Pero antes quería hacer una pausa para comer y probar una especialidad local. Y como uno de los motes de la región es «el paraíso de los gourmets«, ¡no nos faltarán especialidades! Pero para una amante del udon como yo, uno de mis grandes placeres cuando viajo a las prefecturas japonesas es probar la especialidad de udon de cada región.
Tomé la calle okage-yokocho, donde un maneki-neko de piedra me indicó el camino a seguir. En esta calle, igual de bonita, se encuentra el restaurante Fukusuke (Ise-udon). El establecimiento ofrece decenas de platos, pero yo pedí un clásico: tsukimi-udon. Un huevo crudo sobre fideos calientes recién escurridos, bañados en caldo de katsuo-bushi (virutas de bonito seco), espolvoreado con cebollitas frescas. El udon grueso de Ise es conocido por su textura única, grueso, pero tierno, sin ser firme como suele ser el udon. Están cubiertos de un caldo oscuro y dulzón. Esperaba un sabor muy fuerte y salado, pero, en cambio, era suave y muy aromático. En el restaurante Fukusuke, el caldo casero es muy popular. Un consejo: ve un poco antes para evitar las largas colas (que, sin embargo, merecen la pena).
El santuario Naiku
Retomamos oharai-machi en dirección hacia el sur, para llegar a la entrada del santuario Ise Jingu Naiku. También se llama Kotaijingu. El enorme torii que se levanta a la entrada enmarca el amanecer. Este santuario se construyó en honor a la diosa del sol Amaterasu. Esta deidad se considera la antepasada de todos los sucesivos emperadores japoneses y se venera en el palacio imperial desde tiempos inmemoriales. Se dice que se le apareció a la princesa Yamatohime-no-mikoto en Ise, durante el reinado del undécimo emperador Suinin. Fue entonces, hace más de 2000 años, cuando se le consagró el Kotaijingu, en el lugar que él mismo había designado.
Es el lugar más importante y sagrado de todo el complejo de Ise Jingu y de Japón. Se entra en el parque cruzando el puente Uji, que marca el límite de la zona sagrada. Al igual que en Geku, se pasa por delante de numerosos torii que se alzan junto a las copas de enormes árboles. Pero dentro del Naiku, todo parece aún más grande, aún más impresionante. Aquí también nos encontramos con un pabellón principal protegido por cuatro hileras de muros, y solo se permite la entrada a la familia imperial y a los sacerdotes. Caminando por el bosque verás su techo dorado entre los árboles.
Para presentar tus respetos a la diosa, puedes pasar por delante del recinto que oculta el pabellón. Además, como la mayoría de los grandes santuarios, tanto Geku como Naiku tienen un kaguraden. Es posible que ya te hayas dado cuenta del estilo arquitectónico diferente de este edificio, donde se pueden comprar amuletos de la suerte. Es aquí donde los peregrinos pueden hacer ofrendas kagura, rituales de canto y danza, para transmitir sus oraciones.
Alojamiento en la bahía de Ago
Para pasar la noche en Ise, me recomendaron el hotel Shima Kanko en la bahía de Ago: el clásico. Se encuentra en Kashikojima, una de las muchas penínsulas de la bahía de Ago, al sureste de Ise Jingu. Una zona especialmente conocida por el cultivo de perlas y el buceo.
Ofrece todas las comodidades de un hotel de 4 estrellas, en medio del hermoso paisaje del Parque Nacional de Ise-Shima. Se inauguró en 1951 y este año celebraba su 70º aniversario. En 2016, el hotel atrajo la atención mundial cuando acogió el G7 de Ise-Shima.
Como ya era tarde, pregunté al personal cuál era el mejor lugar para ver la puesta de sol. Me dijeron que fuera a la sala de invitados de la segunda planta. También me ofrecieron llevarme al jardín de la azotea de un edificio cercano al que se puede llegar en autobús: el hotel Shima Kanko – The Bay Suites. Pero como ya estaba oscureciendo, pensé que sería más prudente quedarme en el salón y disfrutar de los últimos rayos de sol. Saboreé este momento mágico en la terraza, contemplando las islas y los criaderos de ostras perladas bañados en luz rosa.
El lounge ofrece un bar y un bufé de aperitivos hasta las 22:00 horas. También hay una biblioteca. Para cenar, puedes optar por reservar una mesa en La Mer, que como su nombre indica ofrece especialidades locales de pescado y marisco cocinadas al estilo francés, o sentarse en el restaurante Yamabuki teppanyaki, donde el chef prepara el marisco cocinándolo enfrente de ti.
Información práctica
Se puede llegar a Ise desde Osaka, Kioto y Nagoya tomando un tren de la línea Kintetsu hasta la estación de Iseshi. Se tarda unas 2 horas en tren desde Osaka y Kioto, y 1 hora y 20 minutos desde Nagoya.
Ise Jingu Geku
Abierto al público todos los días de forma gratuita. Los horarios de apertura varían según la temporada. Las estaciones más cercanas son las de Ujiyamada e Ise-shi. La estación de Ujiyamada cuenta con la línea Kintetsu y la estación de Ise-shi cuenta con la línea Kintetsu y la línea JR Sangu. En coche, puedes aparcar en el aparcamiento gratuito del templo.
Sarutahiko-jinja
Abierto todos los días del año de forma gratuita. Accesible en autobús desde Geku en 10 minutos. Coger la línea 55 de autobús en la parada «geku mae» en dirección a Naiku-mae y bajarse en «sarutahikojinja mae«. No hay aparcamiento gratuito.
Fukusuke (Ise-udon)
Abierto todos los días del año desde las 10:00 hasta las 17:30.
Ise Jingu Naiku
Abierto al público todos los días de forma gratuita de 5:00 a 18:00 de enero a abril y septiembre, de 5:00 a 19:00 de mayo a agosto y de 5:00 a 17:00 de octubre a diciembre. Puedes llegar desde el santuario Sarutahiko andando unos 20 minutos y a través de las calles comerciales peatonales, a 10 minutos del restaurante Fukusuke.
Los japoneses dicen que hay que visitar el santuario de Ise al menos una vez en la vida. Este itinerario de un día te llevará por lo más destacado de Ise Jingu. No dudes en añadir este destino a tu próximo viaje, tanto si decides hacer una parada de una noche mientras viajas entre Tokio y Kioto, como si deseas pasar más tiempo en la prefectura de Mie.
Artículo patrocinado por la prefectura de Mie.
Traducido por Maria Peñascal