Murakami es una ciudad pequeña y algo remota bañada por el Mar de Japón que cobra vida en verano gracias a sus excepcionales playas. No hace falta coger un vuelo a Okinawa para disfrutar del verano japonés. Y, además, aquí evitarás aglomeraciones de turistas.
Vacaciones de verano en Murakami
No existe una única playa de Murakami, sino un conglomerado de pequeñas playas repartidas a lo largo de la costa que, en ciertos tramos, dan paso a imponentes cuevas y otras formaciones rocosas. La propia agua del Mar de Japón es de una belleza sorprendente.
Ten en cuenta que, si quieres es practicar actividades de playa, tendrás que traerte tu propio material. Lo que sí hay son numerosas tiendas para comprar artículos de pesca, oficinas de alquiler de barcas y cruceros en zonas específicas de la ciudad. Tuve la mala suerte de visitar la playa en época de tifones, por lo que la lluvia me acompañó en casi todo momento. A pesar de todo, resultó muy interesante ver una parte de Japón que desconocía.
Desde el centro de Murakami se tardan 20 minutos en llegar a la estación de Kuwagawa; la más cercana a la mayoría de las playas. Enfrente de la estación encontrarás un mapa con todas las playas señaladas, pero, si no entiendes japonés… ¡sigue la línea de la costa!
Yo empecé mi ruta con la playa de Kuwagawa, aunque se puede elegir cualquiera de ellas como punto de partida. Estas playas son famosas por sus vistas a la isla de Awashima, a la que se puede acceder en ferry desde Iwafune. Se trata de un destino turístico bastante conocido en todo Japón con una rica historia, muy concurrido entre los aficionados a la pesca. También es un lugar típico para realizar barbacoas en familia (esto lo sé por los restos de comida que me encontré, no porque me hayan invitado a alguna. La norma general es que cada uno ha de llevarse la basura a casa, pero en este caso no fue así). Casi todas las playas cuentan con baños y duchas públicos, restaurantes, cafeterías y guest houses.
Seguimos el camino a través de la playa de Kuwagawa y llegamos a Sasagawa; una playa de 200 metros de superficie rocosa que alberga las célebres rocas Meganewa. Hay un observatorio cerca para admirar los peñascos, que tienen forma de gafas.
Con tifón y todo, la gente no desaprovechaba la ocasión de meterse en el agua cada vez que se despejaba el cielo. Como comentaba anteriormente, se puede acceder a la costa en tren, aunque también cabe la posibilidad de viajar en coche y aparcar en los aparcamientos gratuitos que hay dispuestos cerca de casi todas las playas. Si pierdes el tren, puedes acercarte a la estación de servicio michi no eki (al lado de la estación de tren Kuwagawa) y hacerte con algo para comer y pasar el rato paseando por sus tres pisos. También podrás comprar juguetes y souvenirs y planear tu próximo viaje en la oficina turística que hay dentro del edificio.
¿Te apetece una escapada al Mar de Japón?
La última —y la mejor— de las playas es la de Goishi. Se encuentra a escasos metros del hotel en el que me alojé en Sanpoku y, gracias al aparente «abandono» de la zona, da la sensación de ser la más amplia de todas. De hecho, da la impresión de ser una playa privada. Recibe el nombre de «Goishi» (piedra go) por la suavidad de sus rocas, de superficie lisa y brillante, similares a las piezas del juego de mesa Go. Además de todo esto, la arena está limpísima. El viento y lluvia del tifón dieron paso a la calma más absoluta… una auténtica maravilla.
En mi paseo me encontré varias casetas por la zona en las que seguramente se vendan snacks y bebidas, pero estaban todas cerradas aquel día. En esta playa, más que en ninguna otra, es necesario traerte tu propio refrigerio y entretenimiento para pasar el día. Mi único propósito era relajarme observando las olas y las gaviotas con un café helado y algo de chocolate para picotear, así que no necesitaba mucho más. Como consejo: si apagas el teléfono lo disfrutarás el doble.
Un último dato para los interesados en visitar estas playas es que algunas estaciones poco concurridas de la línea Uetsu, en los alrededores de Murakami, no cuentan con personal alguno. Esto significa que si viajas con tarjeta de transporte (Suica or PASMO, por ejemplo) desde la estación de Niigata, no vas a poder salir de ninguna manera. Para solucionar este problema tienes la opción de comentárselo al conductor del tren antes de salir y pedirle que te venda un billete sencillo. Si partes desde alguna de las estaciones pequeñas que hay repartidas por la ciudad, deberás comprar un billete sencillo de antemano. Como casi todos los carteles están escritos en japonés, recomendamos que lleves escrito en un papel los caracteres kanji de las estaciones de origen y destino para que te resulte más fácil comprar el billete y llegar hasta allí.
¡Buen viaje! ¡Esperamos que disfrutes del Mar de Japón!
Patrocinado por la ciudad de Murakami
Traducción de: Virginia