Este es un artículo resumido basado en un artículo publicado en Visit Okinawa Japan.
Durante más de 20 años, Okinawa ha fomentado una tendencia para conseguir un buen nivel de sostenibilidad dentro de su sociedad. En este mundo cambiante y en medio de una pandemia, muchos habitantes de Okinawa han trabajado para crear iniciativas que involucren a los turistas y enriquezcan a la comunidad local y al medio ambiente.
Proteger activamente los hábitats naturales, comer como lo hacen los lugareños y comprometerse con sus formas de vida tradicionales son algunas de las maneras para contribuir a esta tendencia sostenible. Y todo esto, mientras experimentas lo mejor de Okinawa.
Revive el arrecife de coral en Onna Village
Más de la mitad de las especies de coral del mundo se pueden encontrar en los arrecifes del Océano Pacífico que rodean el archipiélago de Okinawa, donde sustentan ecosistemas ricos para la vida marina nativa, crean diques naturales y absorben cantidades significativas de dióxido de carbono. En Onna “Coral” Village, en la costa oeste de la isla principal, es un arrecife de 30 km de largo que ha aportado durante siglos los valiosos productos del mar y los medios de vida locales.
En 1998, debido a un aumento repentino de la temperatura del mar, un 90% del coral alrededor de la isla principal de Okinawa emblanqueció. Conmocionados por esta trágica pérdida, los pescadores locales decidieron salvar el arrecife convirtiéndose en productores de coral. En 2003, lograron trasplantar al mar corales cultivados en granjas. Hasta ahora, han trasplantado más de 100.000 plántulas de coral.
En Sango Batake en Yomitan, puedes hacer una plántula de coral individual, que se cría en la granja hasta que es lo suficientemente grande para sobrevivir en el océano. Luego, este coral maduro se trasplanta al mar, donde eventualmente desova y repobla el arrecife en un grave peligro de extinción. Como viajeros responsables, también podemos proteger los arrecifes evitando tocar los corales vivos en el mar, usando productos para la piel que no dañan los corales y aprendiendo más sobre la mejor manera de proteger los arrecifes.
Come alimentos «para una larga vida» de temporada en Ogimi
Okinawa es famosa por ser una de las cinco «zonas azules» de longevidad del mundo, donde más de mil centenarios siguen viviendo sus vidas saludables y felices. Estos isleños eternos están rodeados de naturaleza pacífica y abundante, participan en una comunidad animada y solidaria y, lo más importante, llevan una dieta saludable.
La ex nutricionista y chef Emiko Kinjo quedó fascinada, sobre todo, por los huertos fértiles de las abuelas del pueblo, así como por las propiedades medicinales naturales de los ingredientes locales de temporada. Por eso, abrió su propio restaurante en Ogimi, Emi no Mise, con productos procedentes directamente de la granja para compartir la cultura de la “cocina para una larga vida” de Okinawa con los visitantes. Al comer alimentos cultivados localmente, puedes experimentar una parte fundamental del estilo de vida tradicional y saludable de Okinawa, al mismo tiempo que contribuyes a preservar su cultura gastronómica local.
Preserva la cultura tradicional en la isla Taketomi
En 1986, los pocos cientos de residentes de Taketomi en las islas Yaeyama se alzaron para salvar su isla del desarrollo incontrolado mediante la redacción del estatuto de la isla Taketomi. Este extenso estatuto abarca temas que van desde la propiedad de la tierra hasta la preservación del paisaje, e incluso el uso de materiales cultivados y producidos localmente para hacer souvenirs.
Ahora, puedes caminar por sus calles estrechas, limpias y pavimentadas con arena blanca de coral, entre paredes de piedra caliza que rodean las casas tradicionales de madera con techos de tejas rojas.
Ten en cuenta que la isla Taketomi sigue siendo comprensiblemente cautelosa a la hora de dar la bienvenida a los turistas durante la pandemia, así que asegúrate de comprobar cómo es la situación local antes de visitarla.
Antes de viajar, consulta siempre los últimos consejos gubernamentales sobre tu destino.
Al igual que los habitantes de Okinawa, puedes unirte a esta tendencia hacia la sostenibilidad. Participa en la conservación del medio ambiente, disfruta de la cosecha de alimentos de temporada o explora los diversos aspectos únicos de la cultura Ryukyu. Mientras visitas las islas exteriores de Okinawa, ¿por qué no coger el tradicional sanshin de tres cuerdas y aprender a tocar «Asadoya Yunta», una canción popular de la isla Taketomi?
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Traducido por: Maria Peñascal