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La gastronomía nipona incluye una gran variedad de platos y, poco a poco, se van haciendo conocidos en occidente. Mucha gente está descubriendo que hay mucho más allá del sushi y del ramen. Si tu eres una de esas personas, ¡te invito a conocer los pasteles japoneses!

Tengo que confesarte que mientras escribo, no puedo evitar escuchar los movimientos que realiza mi estómago con tan sólo pensar en ellos. Me encantan los dulces e imaginarme los magníficos pasteles que hay en Japón provoca que quiera ir a buscar uno en cuando termine la última palabra de este artículo.

Así que, sin más dilación, pasea por el mundo maravilloso de los pasteles japoneses, para que puedas elegir cuál o cuáles probar en tu próxima aventura en Japón.

¿Cuáles son los dulces más populares de Japón?

Dulces tradicionales (Wagashi)

Los wagashi (和菓子) son los dulces tradicionales japoneses. A diferencia de los postres occidentales, no tienen un sabor tan dulce y normalmente van acompañados con judía roja, lo cual genera un gusto del dulce muy distinto al nuestro. La lista de los wagashi podría ser muy larga, así que yo he seguido mi propio criterio para presentarte algunos de ellos.  

  • Daifuku (大福): uno de los dulces más conocidos, y uno de mis favoritos. En gran parte del mundo occidental lo denominan “mochi”, pero en realidad, el mochi (alimento hecho de harina de arroz) es uno de los ingredientes del daifuku (la masa externa). En Japón, el daifuku más usual es el de relleno de anko (judía roja), pero puedes encontrar distintos sabores. ¡Mi favorito es el de fresa!
  • Dango (だんご): son bolas de harina de arroz que se presentan de distintas formas. Pueden ir clavadas en un bastoncillo (kushi dango -串団子) combinando sabores como té (verde), sakura (rosa), anko (roja) o la básica (blanca). Hay otros kushi dango donde las tres bolas tienen el mismo sabor. Mi favorito es el que va recubierto por una salsa de soja espesa y dulce, el mitarashi dango. También se pueden comer de forma individual, como los dango que se comen para el día de la luna, los tsukimi dango (月見団子).
  • Namagashi (生菓子): uno de los dulces más bonitos y especiales. Este wagashi hecho de harina de arroz, refleja la estación en la que se sirve con su forma y sabor y es muy habitual en las ceremonias del té. Los expertos que elaboran namagashi se consideran artistas, ya que el aprendizaje y perfeccionamiento puede costar años.
  • Manju (饅頭): unos pastelitos al vapor, hechos de harina, arroz y kudzu. Puede estar rellenos de judía roja, matcha, naranja o, mi favorito, de yuzu.
  • Taiyaki (たい焼き) y dorayaki (どら焼き): apenas necesitan presentación. Estos dos dulces japoneses son los más conocidos, uno por tener una forma de pez y el otro por ser los pastelitos típicos que come Doraemon, el protagonista de una serie japonesa de dibujos animados. Lo que pocos saben es que ninguno de los dos están rellenos de chocolate… ¡sino de judía roja!

Postres modernos

Los dulces modernos tienden a ser un poco distintos. En las grandes ciudades podrás encontrar productos occidentales con un toque japonés que los hace únicos. Por ejemplo, los típicos donuts tienen formas de animales en la tienda Floresta Nature Doughnuts (llamados dobutsu donatsu), o los sabores estacionales Halloween o Navidad de Krispy Kreme.

También están los helados en forma de animales o las tartas heladas en forma de Pokemon de Baskin Robbins. En Tokio también puedes disfrutar de los algodones dulces de arco iris en Takeshita Dori o los esponjosos pancakes con salsas de distintos sabores.

Y tal y como estabas esperando, en este apartado también se incluyen los pasteles japoneses.

Muchos de los pasteles japoneses son de origen extranjero. Su influencia llegó en los últimos siglos, ya que no fue hasta después del Periodo Edo cuando el país se abrió internacionalmente. Pero durante todo este tiempo, Japón ha ido adaptando estos pasteles y los has perfeccionado a su manera.

Es así que muchos pasteles japoneses son más cremosos y menos dulces de lo que un occidental está acostumbrado, ya que, como he dicho antes, en Japón el dulce excesivo no gusta demasiado. Otra diferencia notoria es que en las pastelerías predominan las raciones individuales. Así puedes comprar distintos sabores y probarlos todos. También venden los pasteles completos, pero nunca son de un tamaño excesivo.

En mi país, comer un pastel es algo típico como postre. En Japón, a pesar de que alguna vez puedes tener la opción de elegir un pastel en un restaurante, es habitual ir a cafeterías o pastelerías expresamente para comer uno. A los japoneses les gusta mucho comer pasteles así que podrás encontrarlos en muchos establecimientos de distintos tipos: en centros comerciales, tiendas de pasteles, cafeterías… ¡Incluso en los combinis!

Pasteles japoneses en un expositor de una pastelería nipona
El interior de una pastelería japonesa © Darth Liuh

Los mejores pasteles en Japón que no deberías perderte

En las pastelerías japonesas podrás encontrar una gran variedad de pasteles de distintos sabores. A continuación, te explicaré los más representativos.

Cheesecake (チーズケーキ)

Empezamos esta deliciosa lista con el famoso cheesecake. En Japón hay distintas variedades de este pastel, pero la más conocida es la más esponjosa. Se prepara mezclando claras de huevo, leche, azúcar y queso de crema.

Para conocer sus orígenes, tenemos que remontarnos a los años 50, cuando el queso se incorporó a la gastronomía nipona. Al tener un sabor muy fuerte, los japoneses no estaban acostumbrados a ello, así que el pastel de queso no podía ser intenso. Diez años más tarde, Tomotaro Kuzuno creó una versión japonesa de la tarta de queso mezclando el alemán käsekuchen, un pastel de queso ligero y la tarta de queso americana. Una de las primeras cadenas en comercializar estos pasteles japoneses de estilo souflé, en los años 60, fue Rikuro Ojisan.

Una pastelería de cheesecake

Swiss Cake (ロールケーキ)

Originario de Europa, es conocido como roll cake en Japón. Consiste en un pastel alargado, relleno y enrollado, pudiendo estar cubierto de otro ingrediente como mermelada o chocolate. Es tan popular en el país nipón que hay tiendas especializadas, incluso en las pequeñas ciudades como Mameda (Oita). Estos pasteles japoneses tiene variaciones autóctonas, como el roll cake de matcha.

Castella (カステラ)

Este bizcocho hecho con azúcar, harina, huevo y miel es originario de Portugal, donde es llamado pastel de Madeira. Los portugueses tuvieron una estrecha relación con la isla de Kyushu desde el siglo XVI, especialmente Nagasaki, el puerto por donde entraron, así que no es de extrañar que este pastel sea una especialidad allí. Actualmente, al igual que el roll cake, tiene variedad con matcha.

Baumkuchen (バウムクーヘン)

La historia de este pastel no es afortunada, pero tiene un final feliz. El alemán Karl Juchheim, residente en China, fue un prisionero de los japoneses durante la primera guerra mundial. En 1919 los japoneses le pidieron que cocinara un baumkuchen para una exhibición comercial de Hiroshima. Al ver que los japoneses quedaban maravillados, cuando consiguió la libertad se instaló en Japón y abrió su primera tienda de dulces en Yokohama. Actualmente es un postre tan conocido que lo venden en muchos lugares, como en Shiga.

Este pastel tiene forma de anillas de árbol y contiene muchas capas. Su elaboración es simple y los ingredientes básicos que se utilizan son mantequilla, huevo, azúcar, vainilla, sal y harina.

Pasteles japoneses: Un Baumkuchen con un café
Un baumkuchen en una cafetería © Clémentine

Pastel de Navidad (クリスマスケーキ)

Japón adoptó la tradición de la Navidad un tanto peculiar y uno de los añadidos japoneses fue el pastel de Navidad. Este pastel está hecho de bizcocho blando con frosting blanco, fresas y ornamentación navideña.¿Cómo se origina y se extiende la tradición del pastel de Navidad en un país donde el cristianismo no es la principal religión? La respuesta es simple: este pastel fue signo de prosperidad económica después de la segunda guerra mundial, ya que era un producto de lujo, y poder comprarlo significaba bonanza económica.

Un dato curioso es que el precio de estos pasteles cae en picado el día 25 de Diciembre, ya que se tiene que consumir antes de la llegada de la Navidad. El mismo pastel sin decoración de Navidad se llama strawberry shortcake y se encuentra en la mayoría de pastelerías de Japón. ¡A mi me encanta!

Montblanc (モンブラン)

Este peculiar bizcocho recubierto de una pasta de castaña tiene sus orígenes en Francia en 1600 y llegó a Japón cuando se abrió internacionalmente en el siglo XX. El curioso nombre de este pastel se debe a la similitud a la montaña Mont Blanc. Aunque el sabor de este pastel puede parecer un poco raro, ¡es uno de los favoritos de los japoneses!

El pastel Montblanc con su peculiar montaña de crema de castaña
Una tarta de montblanc © Toshiko Sakurai

Recomendaciones de pastelerías en Japón: ¿dónde comer pasteles?

En Japón hay infinidad de lugares donde probar estas delicias dulces, y hacer un listado sería trabajo de años. Así que he decidido preguntar a mis compañeros de Voyapon para que recomienden sus pastelerías favoritas:

Rómeo, recomienda, sin lugar a dudas, Maccha House en Kioto. Si te gusta el matcha, este es tu sitio. Clémentine recuerda haber comprado magníficos pasteles de Navidad en Sir Lipton, un salón de té.

Yvonne recomienda comer en el restaurante Mr FARMER, en Shinjuku, ya que allí tienen pastel vegano. Y Lucía recomienda Qu’il fait bon por sus tartas y pasteles con deliciosas frutas de temporada y A Works Cheese Cake Cafe, una cafetería especializada en tartas de queso muy originales.

Pastel vegano en Tokio
Pastel de boniato y calabaza con crema vegana encima © Yvonne

Finalmente, es mi turno. Yo recomiendo Pablo si te gustan las tartas de queso y el restaurante Sweet Paradise si quieres ir a probar muchos pasteles por un precio asequible.

Lo prometido es deuda. Ahora, después de escribir el punto y final, voy a comerme un pastel. ¿Cuál de los mencionados elegirías? Sé que es una tarea ardua, pero no te preocupes, cualquiera de ellos va a ser espectacular. ¡A disfrutar del paraíso del pastel durante tu próximo viaje en Japón!

Maria Peñascal

Maria Peñascal

Cuando era una niña, soñaba con el país del sol naciente. Así pues, un día, decidí mudarme a Japón para experimentar el país de primera mano. Actualmente, vivo entre España y Japón, y estoy dispuesta a compartir su cultura a través de mi fotografía y escritura.

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