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Los mercadillos de segunda mano en Japón son, inesperadamente, una fuente inagotable de tesoros escondidos. Ya sea en la esquina de un parque o en la explanada de un estadio se nos ofrece la oportunidad única de hacernos con los más inesperados y caprichosos objetos que harán de su visita al país del sol naciente una verdadera aventura a la caza de tesoros. ¡Les invitamos a explorar!

Mercadillo de segunda mano japonés.

Y, ¿realmente vale la pena invertir mi tiempo en ir a un mercadillo de segunda mano?—se preguntarán. La respuesta es ¡¡sí!! Pues, a diferencia de otros países, donde los mercados de segunda mano están inundados de objetos bastante desgastados que están a un paso de ser basura, en los de Japón podrán encontrar una gran variedad de objetos en grandiosas condiciones o incluso hasta nuevos y empaquetados, ¡a precios de ganga!

Mercadillos de segunda mano en Japón.

Aunque a muchos les parecerá que esto es demasiado bueno para ser cierto, aquellos que han tenido la oportunidad de residir en Japón por periodos largos de tiempo han podido comprobar que es una sorprendente realidad, ya que, desde la post-guerra, se tiene muy arraigado el concepto de mottainai y el evitar, en la medida de lo posible, el desperdicio de aquello que tiene aún vida útil, abanderando, recientemente, la moda de introducir en la población las ventajas de reciclar.

Mercadillo de segunda mano en Japón.

A diferencia de los kotto-ichi (mercados ambulantes de antigüedades) y de las tiendas de segunda mano establecidas, cuyos dueños tienen, por lo regular, mucha experiencia (y cuyos precios lo reflejan), en los mercadillos de segunda mano son grupos vecinales los que se hacen cargo de los puestos. Su enfoque es el ayudar a la población a deshacerse de las cosas que no utilizan y que ocupan espacio, vendiéndolas a precio de saldo para que alguien más les saque provecho.

¿Por qué alguien se desharía de algo nuevo y en perfectas condiciones? La verdad es que, en Japón, como cultura donde el espacio es preciado y el paso del tiempo apreciado, la practicidad lleva a muchas personas que viven en las ciudades a deshacerse de aquello que no usan más o nunca llegaron a usar por falta de oportunidades, para dejar espacio a cosas nuevas y más necesarias.

Mercadillos de segunda mano en Japón.

Para quienes tienen niños o que, por necesidad, se mudan con frecuencia, los mercadillos de segunda mano son un verdadero salvavidas para deshacerse de cosas que todavía son útiles sin tener que pagar, y aprovechar el hacerse con utensilios nuevos para el uso diario, ropa o incluso muebles y diferentes artículos de decoración para el nuevo lugar al que se hayan mudado.

Mercadillo de segunda mano en Japón.

Lo divertido de los pequeños mercadillos de segunda mano en Japón es el regateo, pues, teniendo en cuenta que la mayoría de las personas que atienden cada espacio son particulares que venden sus propias cosas, pasarán un rato ameno mientras buscan ese recuerdo especial que quisieran llevarse a casa como muestra de su visita y tratan de comunicarse con ellos si se arman con frases como:

«Futatsu-kattará ¿chotto yasuku-narimasenka?»; «si le compro dos, ¿no me lo dejaría un poco más barato?» O, en el caso de querer comprar varias cosas en el mismo puesto: «kore to kore kaitai-deskeredo — en shikainai, ¿sore de uremasenka?»; «quiero comprar esto y esto, pero solamente tengo — yenes, ¿no me lo vende a ese precio?» O, si quieren ser más directos: «—en de ¿ii-desuka?»;  «¿está bien a —yen?»

Como consejo especial; a diferencia del regateo en otros países, donde presionar hasta conseguir el menor precio es común, si la persona dice que no acepta su propuesta, es mejor pagar el precio estipulado si el objeto es algo que quieran mucho. Si no les parece el precio adecuado para la mercancía que han seleccionado, es siempre mejor dar las gracias diciendo «arigato chotto-kangaemasu»; «gracias, pero lo voy a pensar», y no insistir.

Mercadillos de segunda mano en Japón.

Otra de las grandes ventajas de los mercados de segunda mano es que, si se buscan cosas únicas para llevar de  recuerdo, en muchos de ellos se pueden encontrar artistas independientes que venden sus manualidades y artesanías, quienes, ya sea por pasatiempo, o para dar a conocer su presencia en el área, son personas muy interesantes para conversar si se entiende el idioma, y siempre dispuestas a escuchar la retro-alimentación y reconocimiento sobre su trabajo. Con un poco de suerte, algunas veces incluso te pueden hacer ahí mismo piezas únicas ¡de acuerdo a lo que se les pida!

Si han escuchado el dicho de que «la basura de uno es el tesoro de otro», se sentirán identificados cuando visiten uno de estos mercados. Son una fuente inagotable de posibilidades, sobre todo para los turistas, que pueden encontrar objetos de colección o realmente únicos que ya no se podrían conseguir más a precios increíbles. Con un poco de ayuda seguro que podrán encontrar un mercadillo de segunda mano cerca del área que vayan a visitar. ¡Anímense a explorar!

Jo. Hernández

Jo. Hernández

Soy mamá de un pequeño dragón, curiosa por lo inusual, una gran seguidora de la cultura japonesa, una asidua lectora del género fantástico, una amante de la música, películas, manga y animé, cazadora de tesoros en el mercado ambulante, reportera determinada, fotógrafa persistente, y en breve siempre me ha gustado conocer personas interesantes y participar en proyectos que puedan reflejarse en grandes experiencias de vida.

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