Ja Odori, que es como se conoce en Japón a la conocida Danza China del Dragón, es un espectáculo impresionante, considerado patrimonio cultural inmaterial de la humanidad, que no se debe perder.
«¡Dragones en el horizonte!» —Es lo que nos viene a la mente al asistir por primera vez al festival internacional Kunchi en Nagasaki, cuando se dejan ver, sobre las cabezas de la multitud, las míticas figuras de los dragones en movimiento.
Como ofrenda que auspicia un buen augurio y atrae la buena suerte, tanto para quien la realiza como para quien la observa, Ja Odori es una danza que lleva a cabo un grupo de más de doce personas, quienes, bajo las pieles de los dragones, ponen toda su energía y esfuerzo en otorgar detalles de movimiento serpentino y traer a la vida a estas fantásticas criaturas de leyenda.
Tras el Sakoku, mientras Japón se cerró al contacto foráneo para conservar su autonomía, Nagasaki floreció al ser el único puerto abierto al intercambio internacional. Uno de los más grandes ejemplos se palpa en su cultura, que ha dado nacimiento a un ambiente de afabilidad y frescura en la ciudad.
Ja Odori se convirtió en uno de los símbolos más famosos de Nagasaki. Al caminar por las calles de la ciudad durante los festivales podrán ver los dragones en gran detalle. Les recomiendo pasearse por las inmediaciones del centro comercial Yumesaito. Frente al edificio se encuentra el mejor lugar gratuito para ver en vivo la danza del dragón.
En eterna persecución de la luna, un anciano dragón blanco y dos dragones jóvenes juguetean entre la multitud, arrancando risas entre los espectadores… y algún que otro llanto de los pequeñitos, impresionados por la ferocidad de sus gestos.
Las principales fechas en las que se disfruta el Ja-Odori son durante los eventos que han hecho Nagasaki tan famosa, empezando por el increíble Festival de las Linternas, donde, siguiendo el calendario lunar, la ciudad se viste de luces celebrando el año nuevo chino.
Durante la última semana del mes de septiembre, Nagasaki celebra el festival de los asentamientos extranjeros, donde el Jardín de Glover y el barrio chino realizan varias actividades en las que la danza del dragón se hace presente.
En el último sábado del mismo mes, coronando las celebraciones, el Museo Histórico de China y el Santuario Confucionista celebran el nacimiento de Confucio con un festival propio, donde el Ja-Odori se ejecuta en la plazoleta central del edificio como la primera vez que se trajo por los primeros residentes recién llegados de China, hace más de 300 años.
En octubre, siguiendo el ciclo lunar, la danza del dragón toma protagonismo durante el Festival Kunchi. Debido a que durante el periodo Eiho (1673-80) la danza china del dragón fue añadida para dar un toque exótico a las celebraciones religiosas ofrecidas en los templos y santuarios, el Ja-odori formó parte del Festival Kunchi ininterrumpidamente durante el período de 1789 a 1800. Por ello, en el año 1970, el gobierno de Japón declaró todos las danzas dentro de Kunchi Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Del 7 al 9 de octubre, los ciudadanos de Nagasaki, y miles de visitantes, esperan con alegría el Festival Kunchi, conocido como el tercer festival más grande de todo Japón donde el Ja-Odori toma cada año diferentes formas.
Si no tiene la oportunidad de visitar Nagasaki para asistir a cualquiera de sus dos famosos festivales, no se preocupe, pues en el Museo de Historia y Cultura de Nagasaki se realizan eventos especiales; representaciones de la energética Danza China del Dragón. ¡Algunas veces incluso la realizan grupos de niños!
Al igual que cualquier otra danza tradicional en Japón, Ja Odori requiere de meses de práctica y entrenamiento donde, bajo la estricta tutela de maestros expertos, diferentes grupos de chicos y chicas entrenan insaciablemente para ofrecer a los espectadores un espectáculo que no olvidarán.
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