A lo largo de la famosa calle Kurazukuri no Machinami de Kawagoe podemos ver las claras cicatrices de la trágica historia de la ciudad. Muchos de estos kurazukuri, almacenes de dos plantas con gruesos muros de arcilla, llevan las marcas ennegrecidas de los inmensos incendios que asolaron Kawagoe hace siglos. Irónicamente, las enseñanzas de los incendios dieron forma a este pintoresco paisaje urbano que se ha convertido en un popular destino para escapadas de un día tanto para los locales como para los visitantes de Tokio.
Paseando por las estrechas calles, ahora flanqueadas por estos edificios ignífugos y estructuras más recientes pero construidas para encajar en el ambiente histórico, podrás ver a los visitantes paseando con kimonos, disfrutando de un sinfín de comidas locales a manos de los vendedores que llaman alegremente a la multitud, formando parte de una escena que prácticamente ha desaparecido del Tokio moderno. Por eso esta pintoresca ciudad de Saitama es conocida como Koedo, la «Pequeña Edo» de Japón.
Breve historia de Kawagoe
La historia de Kawagoe va de la mano de la de Tokio; se puede decir que la antigua Kawagoe era tan importante como la antigua Edo (antiguo nombre de Tokio). Dos de los lugares religiosos más significativos de Kawagoe, el templo de Kitain y el santuario Hikawa, se fundaron hace 1.200 y 1.500 años respectivamente, cuando Tokio no era más que una aldea junto al mar.
Kawagoe se convirtió en una ciudad feudal a mediados del siglo XV, y su señor cambió numerosas veces durante su tumultuosa historia. Cuando Tokugawa Ieyasu finalmente unificó Japón en 1603, la fortuna de Kawagoe comenzó a seguir la prosperidad de la nueva capital de Edo. Kawagoe creció como ciudad mercantil productora de textiles, arroz y otros productos importantes. Estaba conectada por una carretera principal conocida como Kawagoe Kaido (autopista). Los ríos que fluían a través de Kawagoe y Edo también se utilizaban como rutas de transporte para las mercancías producidas en la ciudad.
Kawagoe gozó de gran favor por parte del shogunato Tokugawa, otro factor de su próspera historia. Tokugawa Ieyasu tenía una fuerte relación con el sacerdote principal del templo Kitain, que lo convirtió en el templo principal del budismo Tendai en la región. Años más tarde, el nieto de Ieyasu, Iemitsu, el tercer shogun Tokugawa, frecuentaría Kawagoe como su coto de caza favorito. Los aliados de mayor confianza del Shogunato fueron nombrados señores de Kawagoe, y la región disfrutó de una enorme prosperidad y protección gracias a su gobierno.
Sin embargo, nada podía proteger a la ciudad de los devastadores incendios, destructores habituales de las grandes urbes en aquella época. El primer Gran Incendio de Kawagoe se produjo en 1638 y destruyó la mayor parte de la ciudad alrededor del castillo. Sin embargo, el sabio señor Matsudaira Nobutsuna aprovechó la oportunidad para reorganizarla y reconstruirla en una estructura que le permitió prosperar durante siglos. Otros tres grandes incendios asolaron la ciudad durante el periodo Meiji (1868-1912), incluido uno en 1893 que destruyó una cuarta parte de sus estructuras. Los residentes aprendieron de los incendios y reconstruyeron Kawagoe hasta convertirla en el paisaje que los visitantes ven hoy en día.
La mejor forma de comprender la historia de Kawagoe es recorrerla a pie. Al ser una ciudad relativamente llana y compacta, se puede recorrer fácilmente a pie en unas pocas horas y a un ritmo tranquilo. Demos un paseo por esta ciudad histórica para disfrutar de sus auténticas vistas tradicionales.
Cómo llegar a Kawagoe desde Tokio
En primer lugar, tienes que llegar a Kawagoe desde Tokio. Varias líneas de tren llegan desde el centro de la capital: la línea JR Saikyo/Kawagoe, la línea Tobu Tojo y la línea Seibu Shinjuku. Cada una de ellas puede llevarte de Tokio a Kawagoe en una hora aproximadamente.
Puedes tomar un tren dirección Kawagoe en las estaciones de Shinjuku (JR Saikyo/Kawagoe), Seibu-Shinjuku (Seibu Shinjuku) o Ikebukuro (Tobu Tojo). Baja del tren en la estación de Kawagoe para las líneas JR y Tobu y en Hon-Kawagoe para la línea Seibu.
Itinerario sencillo de un día a pie por Kawagoe
Si llegas por la estación de Kawagoe, tu recorrido empieza a unos 100 metros al sur de la estación de Hon-Kawagoe. No te preocupes; puedes disfrutar de un paseo por la calle Crea Mall, un distrito comercial repleto de tiendas, entretenimiento y restaurantes. Aunque no es precisamente el Kawagoe histórico, ofrece un ambiente agradable para disfrutar de uno de los pasatiempos favoritos de los japoneses: ir de compras y comer. Dirígete hacia el norte de esta calle y, en 5-10 minutos, pasarás por la estación de Hon-Kawagoe, donde los que lleguen en el tren de la línea Seibu comenzarán su recorrido a pie.
La calle Taisho-Roman: Un paseo por la arquitectura de estilo art déco
Siguiendo hacia el norte, llegarás al inicio de Taisho-Roman Dori, una calle formada por edificios de estilo art déco de los años 1910-1930. Verás la puerta torii de piedra de entrada al santuario Kawagoe Kumano justo después de la entrada de la calle a la izquierda. El santuario presenta la imagen de Yatagarasu, el cuervo mensajero de tres patas de los dioses sintoístas. En el pequeño estanque Zeniarai Benzaiten se puede blanquear dinero legalmente (literalmente, lavarlo) o recibir un masaje gratuito a los pies caminando por un camino rocoso de acupresión del lateral del paseo que lleva al santuario.
Con tu dinero limpio (y con suerte) y tus plantas de los pies relajados, continua por la Taisho Roman Dori. Aunque aquí existen varios negocios desde los siglos XVIII y XIX, muchos de los edificios de esta calle fueron reconstruidos durante el periodo Taisho, alrededor de la década de 1920, cuando Japón se inspiró con Occidente para buscar un nuevo diseño arquitectónico. Los aficionados a la historia de la arquitectura verán mucho del estilo art déco en los detalles de muchos edificios. En una de las calles laterales, también encontrarás una réplica gigante de un boniato, el famoso producto de Kawagoe, frente el Hatago Hostel.
Kurazukuri no Machinami: El conservado paisaje urbano histórico de Kawagoe
Al final de Taisho Roman Dori, gira a la izquierda par ver el inconfundible paisaje histórico de Kurazukuri no Machinami. El tramo más conocido del distrito histórico de Kawagoe se extiende a lo largo de la calle principal en dirección norte. La mayoría de los edificios de aquí se construyeron al estilo kurazukuri: gruesas capas de arcilla y yeso ignífugas en lugar de madera, que es la principal razón por la que sobrevivieron a los mortíferos incendios de la era Meiji.
Es interesante destacar que, aunque la zona se conoce como un paisaje urbano del periodo Edo, la mayoría de los edificios históricos aquí se construyeron posteriormente, durante el periodo Meiji. Esto se debe a que los residentes se dieron cuenta rápidamente, tras un gran incendio, de que las únicas estructuras que sobrevivieron estaban construidas en estilo kurazukuri, por lo que los nuevos edificios que sustituyeron a los que se quemaron también se construyeron en ese estilo hasta que casi toda la calle estuvo flanqueada por ellos.
Como era de esperar en una zona turística, a lo largo de esta calle hay una amplia mezcla de tiendas, tanto auténticas como turísticas. Entre las más tradicionales destaca Kanda, una tienda de kimonos y accesorios que vende Kawagoe Tozan, un tejido de algodón tradicional y muy apreciado que fue una importante exportación de la ciudad. También encontrarás Kinbue Shoyu, una de las tres fábricas tradicionales de salsa de soja de Kawagoe (que se elabora en barriles de madera y se fermenta durante seis meses o más) aún en funcionamiento. Los amantes de la cerveza artesanal tienen de probar Coedo, la cerveza artesanal local en pubs como el Kawagoe Art Cafe Elevato.
El Kawagoe Festival Museum también se encuentra en esta calle, y es totalmente recomendable para aquellos que no puedan asistir al festival en octubre. El Festival de Kawagoe es uno de los mejores de la zona de Kanto, con elaboradas carrozas, música animada y un ambiente que recuerda a la perfección los días de la era Edo.
La torre Toki-no-Kane y el famoso Starbucks de Kawagoe
Desde la calle principal puedes llegar a una popular calle lateral que alberga dos de las principales atracciones de Kawagoe. El Toki-no-kane es un campanario que formaba parte del templo Jorenji. Construida por un señor de Kawagoe obsesionado con la puntualidad, este edificio acabó convirtiéndose en una torre de vigilancia contra incendios en 1733. Hoy en día, la imagen de la torre es el icono de la ciudad de Kawagoe como su punto de referencia más reconocible. A pocos metros de la Toki-no-kane se encuentra uno de los locales más conocidos de Starbucks. Cuando el gigante del café empezó a causar sensación con la construcción de tiendas tradicionales de inspiración japonesa en Kioto, apareció en la escena de Kawagoe esta bella interpretación de la omnipresente marca de café. Aunque esta moda ya se ha calmado, sigue siendo un bonito ejemplo de diseño japonés moderno-tradicional y un lugar agradable para relajarse, especialmente si eres fan de Starbucks.
Justo enfrente de Starbucks está la tienda de salsa de soja Yugeta Shoyu, otra de las tres fábricas tradicionales de salsa de soja de Kawagoe. El pequeño escaparate que da a la calle vende crema suave con sabor a salsa de soja, uno de mis aperitivos favoritos de Kawagoe, y una delicia para los que disfrutan con el sabor del caramelo salado, que es lo más parecido que se me ocurre.
Kashiya Yokocho: Tiendas de dulces tradicionales y souvenirs
Cerca del final de Kurazukuri no Machinami, encontrarás Kashiya Yokocho, una estrecha calle repleta de tiendas que fabrican y venden dulces tradicionales. El animado ambiente hace de esta zona un lugar popular para pasear y comprar deliciosos souvenirs.
Santuario Kawagoe Hikawa: Un lugar popular para las sesiones de fotos con kimono
Desde aquí, camina entre 10 y 15 minutos hasta el santuario Kawagoe Hikawa, el más antiguo de la ciudad. Este santuario se fundó en el año 540 y es uno de los más concurridos de la zona hasta la fecha. Allí se celebran muchos eventos especiales de temporada y está relacionado con el popular Festival de Kawagoe. El santuario es muy popular entre quienes visten kimono, ya que es un hermoso lugar para tomar fotos con cerezos en flor en primavera o con un túnel bordeado de tablillas ema durante todo el año.
Ruinas del castillo de Kawagoe: Hogar del señor del castillo de Kawagoe
Otro paseo de 10 minutos hacia el sureste te llevará a los restos del castillo de Kawagoe. Únicamente queda un edificio, el Honmaru Goten, donde el señor del castillo vivía y dirigía sus negocios. Se puede visitar el edificio por un módico precio, y luego pasear por los terrenos del castillo, que ahora son principalmente un parque público, para imaginar la grandeza del antiguo castillo.
Templo Kitain y Santuario Semba Toshogu: Cerezos en flor y mercados de antigüedades
Desde el castillo hay unos 15 minutos a pie hasta Kitain, templo predilecto del shogunato Tokugawa. Un ligero desvío te llevará también cerca de Naritasan Kawagoe Betsuin Hongyoin, una rama del templo Naritasan de Narita, cerca del aeropuerto internacional. La principal atracción de este templo tiene lugar el 28 de cada mes, cuando se celebra un importante mercado de antigüedades en los terrenos del templo. Si viajas este día, la visita a este templo es obligada (preferiblemente lo más temprano posible, ya que la feria de antigüedades termina a primera hora de la tarde).
Los amplios terrenos del templo Kitain y sus numerosos e importantes artefactos culturales lo convierten en un lugar encantador para pasear y, durante la temporada de floración de los cerezos, para disfrutar de un pícnic bajo las flores. Aunque la historia del templo es larga y llena de anécdotas, prosperó bajo el liderazgo de Tenkai Sojo, un monje que fue consejero de confianza de Tokugawa Ieyasu. El Shogun consultó con Tenkai la construcción de Edo, que se hizo poderosa durante su mandato y se atribuyó a la sabiduría de Tenkai.
En el cortejo fúnebre de Ieyasu hacia su mausoleo en Nikko, el clan Tokugawa honró a Kitain con un acto conmemorativo en el templo. Se consagró una estatua de Ieyasu en Kitain en el santuario Semba Toshogu, un Importante Bien Cultural de Japón.
También encontrarás los 500 rakan, unas estatuas de piedra que representan a Buda, en un pequeño patio del templo al que se accede pagando una pequeña entrada. Cada rakan tiene expresiones faciales únicas; incluso puede que encuentres uno que se parezca a ti.
La entrada a este recinto también permite acceder a edificios que antes formaban parte del castillo de Edo. El tercer Shogun, Iemitsu, trasladó los edificios aquí en 1638, lo que casualmente los salvó de la destrucción en el Gran Terremoto de Kanto y los incendios resultantes de 1923. Por ello, son los únicos edificios que quedan del castillo de Edo.
Vuelta a la estación de Kawagoe o Hon-Kawagoe
Ahora te encuentras en la recta final del trayecto de vuelta a la estación de origen, entre 10 y 20 minutos, dependiendo de si tu destino es la estación de Hon-Kawagoe o la de Kawagoe.
Si aún necesitas recuerdos o comida para tu camino de vuelta, haz una breve parada en el complejo Koedo Kurari. Esta antigua fábrica de cerveza cuenta con un restaurante y tiendas de productos locales con muestras de casi todos los alimentos y productos por los que Kawagoe es famosa, incluido un edificio dedicado al sake de producción local.
Por supuesto, esto es solo una muestra de un recorrido a pie por las atracciones más conocidas de Kawagoe. Esta es una ciudad que pide ser explorada, descubriendo pequeñas tiendas y restaurantes únicos, espacios hermosos y tranquilos que son difíciles de encontrar en grandes ciudades como Tokio. Así que explora Kawagoe a tu propio ritmo, pero hagas lo que hagas, dedica tiempo a visitar esta joya a las afueras de Tokio en tu visita a Japón.
Traducido por Maria Peñascal