En la cronología de cualquier persona hay marcado un momento que vivirá una situación donde una descarga de adrenalina por su cuerpo superará su sentido común. Mi momento fue en la cima de la pista de esquí de la estación Togari Onsen, sentado encima de una increíble bicicleta de montaña de ruedas gruesas, en mi primer contacto con el snow cycling (bicicletas de nieve).
Hacía 20 años que no había pisado una pista de esquí ni bajado cuesta abajo con una bicicleta de montaña. Pero de alguna manera, sentado en esa robusta bicicleta, me sentía invencible y la enorme pendiente que tenía enfrente tentaba mi orgullo. «Vamos a bajarla», susurré en voz baja, arrancando a pedalear y bajando esa cuesta con una nieve perfecta.
Snow cycling en el Resort Togari Onsen
Nunca había oído hablar del snow cycling y mucho menos me imaginaba haciéndolo. Resulta que solo hay un resort en Japón donde puedes probar este deporte, el Resort Togari Onsen en Iiyama, prefectura de Nagano. Esta ciudad vive bajo la sombra del concurrido destino de deportes invernales Nozawa Onsen. Aún así, recientemente Iiyama se ha transformado en un destino popular para los amantes de la aventura, tanto nacionales como extranjeros.
Llegué a Iiyama un día antes, acompañado por Maria, colaboradora de Voyapon, y su pareja Hernán, un conocido influencer de Instagram. Nuestro itinerario incluía «cenar en un iglú bajo las estrellas», que realizamos con éxito en el pueblo Kamakura de Iiyama la noche anterior. El siguiente día estaríamos probando dos de las muchas actividades de invierno que hay en Iiyama: snowshoeing (andar con raquetas de nieve) y por supuesto, el famoso snow cycling.
Para esa aventura, nos acompañaron dos amigas de Tokio y dos instructores de esquí de Argentina que trabajaban en la cercana estación de esquí Madarao. Juntos, recogimos el casco y la bicicleta y recibimos una breve sesión informativa a mano de nuestro instructor. Luego nos dieron unos 30 minutos a pie de pista para practicar con nuestras bicicletas y aprender a aplicar los frenos correctamente.
Las bicicletas que se usan en el Resort Togari Onsen para hacer snow cycling no son bicicletas de montaña corrientes, ya que tienen una rueda más gruesa de lo normal. Estas bicis tienen unas llantas que miden hasta 10 centímetros de ancho. Además, son un poco blandas lo que les da esta extraña capacidad de mantenerse agarradas incluso en superficies heladas. Para los que puedan dudar, si puedes montar en una bicicleta normal, es probable que también puedas con una de estas bicicletas de nieve.
Dimos vueltas hasta sentirnos seguros con nuestro equilibrio y control de los frenos. Luego nos dirigimos al telesilla. Cada tercera silla tiene un estante montado sobre el cual se puede suspender una bicicleta. Hay un empleado en la entrada responsable de subirte la bici en la silla justo delante de la tuya. En la parte superior, otro empleado retira la bicicleta y te la entrega después de que salgas del telesilla. Es, realmente, muy práctico.
Hay tres pistas ligeramente distintas en la montaña para hacer snow cycling. La primera es una pendiente ancha de 800 metros donde la única habilidad requerida es mantener apuntando tu rueda hacia abajo (bueno, no es tan simple, pero se entiende la idea). En la mitad de la bajada te puedes desviar hacia una segunda pista que requiere de más agilidad, ya que tenemos que pasar a través de una arboleda. La tercera pista tiene unas pequeñas colinas y un poco de slalom (eslabones grandes). Su acceso se encuentra a mitad de la primera pista. Las tres rutas están reservadas estrictamente para hacer snow cycling, así que no necesitas preocuparte por esquivar a los esquiadores o los que bajan con tablas de snowboard.
Cuesta abajo, puedes bajar libremente y acelerar tanto que parece que vuelas o si quieres ir más tranquilo, puedes ir controlando los frenos para regular la velocidad. Como todos éramos principiantes, montamos las bicicletas de forma cautelosa, a diferencia de nuestros profesores, que bajaron con un poco más de velocidad.
Para la segunda pista, como ya hemos mencionado, necesitábamos más habilidades. De hecho fue bastante complicado. El camino que había entre los árboles era bastante estrecho, e incluso tuvimos algunas leves caídas en la entrada de la ruta. Sin embargo, si eres un verdadero ciclista de montaña, apreciarás hacer este desvío a través del bosque de cedros.
La segunda vez que subimos a la cima hicimos la ruta que nos faltaba, que resultó ser la más divertida de las tres. Empezábamos en un camino lateral nivelado, perfecto para detenerse y admirar las vistas antes de sumergirse otra vez en el valle. En el camino había pequeñas colinas en las que un experimentado ciclista podría hacer saltos en el aire, seguido de un camino en zig-zag antes de unirse con la bajada principal cerca de la parte inferior.
Tuvimos tiempo para una última vuelta, así que finalmente pude dejar todo mi equipo fotográfico y tomarme en serio el control de la bicicleta. En mi mente aparecía la voz de mi esposa pidiendo tener mucho cuidado, pero esta se fue una vez estuve en lo mas alto de la bajada, observando la vista ante mí. No hace falta decir que no morí ese día, pero si lo hubiera hecho, habría sido un día perfecto para hacerlo.
Después del snow cycling,… comida y baño caliente en el Yutaki Onsen
Media hora después nos sentamos alrededor de una mesa en el Yutaki Onsen de Iiyama, intercambiando anécdotas, descansando nuestros doloridos cuerpos y calentándonos con una comida caliente. El Yutaki Onsen es uno de los lugares favoritos de los locales por su deliciosa comida a precios asequibles y por sus aguas termales. Podemos encontrar baños tanto interiores como exteriores con vistas excepcionales de las montañas cubiertas de nieve.
La opción más elegida fue el enorme set con tonkatsu (una chuleta de cerdo frito), mientras que yo diferí y elegí el bol de cerdo miyuki a la parrilla. Los dos platos fueron igual de satisfactorios. Los chicos de Argentina se quedaron en la zona para relajarse en el onsen, pero el resto de nosotros teníamos una cita con una guía local que nos esperaba arriba en la montaña, en el Mori no Ie.
Mori no Ie: Maravillas invernales
Sorprendentemente, Iiyama está apenas 25 kilómetros del Mar de Japón, algo difícil de imaginar ya que si se quiere ver el mar se tiene que atravesar alguna de sus montañas. Durante el invierno, el aire húmedo y frío se extiende desde el continente asiático, arrojando varios metros de nieve en los Alpes del norte de Japón y luego en las montañas que rodean la ciudad de Iiyama. Por esta razón, esta área recibe una capa de nieve profunda. Incluso en un mal año como este había mucha más nieve en el suelo que a solo unos pocos kilómetros al sur de la aldea de Kamakura. Aquí, en este lugar de abundantes nevadas, se eleva el Mori no Ie, en la meseta de Nabekura.
El Mori no Ie es como una especie de país de las maravillas para los aventureros. La base central es un albergue donde puedes alquilar equipos para las distintas actividades al aire libre, contratar un guía o incluso alquilar una cabaña aislada para pasar la noche. Tuve el placer de quedarme una noche aquí en una de mis visitas anteriores en Iiyama, pero esta vez, era el momento de hacer snowshoeing (raquetas de nieve).
Nuestra guía Yukiko-san nos dio algunas instrucciones rápidas sobre cómo ponerse las raquetas de nieve. En todo momento nos ayudaba a comprobar si estaba bien sujetas a nuestros pies y nos enseñó a caminar correctamente con ellas. Luego partimos para hacer una corta caminata dentro bosque de hayas, un perfecto destino en el Mori no Ie en cualquier temporada.
Mientras caminábamos, Yukiko-san nos explicaba la flora y fauna del área, identificando huellas de animales en la nieve y describiendo los diversos tipos de árboles que componían el paisaje del lugar. Pasamos al lado de un estaque congelado que en realidad era artificial: lo utilizan para regar los campos de arroz del valle durante los meses de verano. Aparte de disfrutar del entorno, hicimos de una carrera con las raquetas de nieve para ver quien era el más habilidoso y Yukiko-san nos animó a dejarnos caer en una zona de nieve virgen. Todo el mundo lo hizo menos yo (¡qué remedio, alguien tenía que tomar fotos!)
Cuando llegamos al bosque de hayas, nos dimos cuenta de lo mágico que era ese lugar. Aunque los árboles estaban desnudos por el invierno, su corteza blanca y suave contrastaba con el bosque de cedros que lo rodeaba. En primavera y en verano estos árboles tienen unas hojas verdes ligeramente translúcidas con el sol brillando a través de ellas. En otoño, estas hojas se vuelven doradas antes de caer al suelo, creando una manta brillante a los pies de los árboles.
Tuvimos que acortar un poco la caminata para regresar a la estación de Iiyama para devolver nuestra ropa de alquiler y tomar el tren bala de regreso a Tokio. Una vez más, me sentí reacio al dejar un lugar tan hermoso como Iiyama, con su amable gente y sus deliciosas comidas. Me consoló el hecho de que Iiyama es, en realidad, un viaje corto desde Tokio y mi familia y yo nos podemos escapar fácilmente para pasar un fin de semana allí casi en cualquier momento. Mientras escribo este artículo, mi mente vuelve a las escenas del bosque de hayas, la descarga de adrenalina mientras bajaba la cuesta con la bici de nieve y la increíble hospitalidad de nuestros anfitriones.
Cómo llegar hasta Iiyama y el Resort de esquí Togari Onsen
Para llegar hasta la ciudad de Iiyama desde Tokio es necesario hacer un corto viaje en shinkansen de menos de dos horas, con la línea Hokoriku. Cuando llegues a la estación de Iiyama, puedes tomar un autobús hasta el Resort de esquí Togari Onsen o un taxi. Para más detalles, entra en la web en inglés de Togari Onsen.
Hay tarifas de una, dos, cuatro y seis horas para los paquetes que incluyen el snow cycling + el ticket para subir con el telesillas. También hay descuentos especiales disponibles. Visita la página en inglés de la web de resort para obtener más detalles.
Para reservar el recorrido de snowshoeing, podéis vistar la Oficina de Turismo de Shinshu Iiyama o mandarles un correo electrónico a info@iiyama-ouendan.net.
Artículo traducido: Maria Peñascal
Patrocinado por Shinshu-Iiyama Tourism Bureau (Prefectura de Nagano)