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Situada a pocos kilómetros de Kioto y Osaka, Nara (奈良市) es una de las capitales históricas de Japón. Los numerosos templos budistas y edificios tradicionales de su glorioso pasado la convierten en uno de los principales destinos turísticos del país. Pero cuando visitamos esta ciudad y mientras paseamos entre sus monumentos históricos, nos llama la atención la presencia de cientos de ciervos que deambulan libremente por el parque de Nara y se acercan a los turistas para pedirles una porción de las galletas de arroz a las que son adictos.

Una chica cerca de un ciervo en el parque de Nara
¡Los ciervos de Nara pueden ser muy amigables!

Los ciervos de Nara, animales sagrados que se convirtieron en tesoros nacionales

En las 500 hectáreas del parque de Nara viven más de mil ciervos sika, llamados shika (鹿) en japonés. No son para nada tímidos, los ciervos de Nara permiten que la gente se acerque a ellos e incluso a menudo van al encuentro de los turistas por sí mismos. La temeridad de estos animales salvajes puede explicarse probablemente por el lugar que ocupan en la mitología japonesa, que les ha garantizado un trato especial a lo largo de la historia.

Numerosos ciervos en el parque de Nara, Japón
Durante mucho tiempo, los ciervos de Nara fueron considerados deidades.

Según la leyenda, la deidad Takemikazuchi-no-Mikoto, el Dios del Trueno, llegó a Nara montado en un ciervo blanco. Por ello, los ciervos de Nara eran considerados como dioses y los japoneses debían rendirles respeto haciendo una reverencia con la cabeza cuando se encontraban con uno. De hecho, hasta el año 1637, matar a uno de estos ciervos podía ser castigado con la muerte.

La divinidad de los ciervos de Nara fue revocada tras el final de la Segunda Guerra Mundial, pero pronto se convirtieron en Tesoros Nacionales Vivientes, un estatus para garantizar su protección.

ciervos sika que viven en el Parque de Nara, Japón
El ciervo sika ahora se considera un Tesoro Nacional Viviente.

Consejos para alimentar a los ciervos en el parque de Nara

A lo largo de los siglos, los ciervos de Nara han aprendido a vivir entre los humanos y han adoptado algunas de nuestras costumbres. Utilizan los pasos de cebra, esperan pacientemente a que pasen los coches y hacen reverencias con la cabeza como las personas cuando se les saluda.

Pero este civismo no es del todo desinteresado. Se acercan a los turistas con la esperanza de recibir una de sus adoradas galletas de arroz que devoran en segundos.

Una chica alimentando a un pequeño ciervo con una galleta de arroz en Nara, Japón
¡Un ciervo de Nara nunca dirá que no a una galleta de arroz!

Por unos 150 yenes se puede comprar un paquete de estas galletas de arroz para ciervos, llamadas shika senbei, en uno de los numerosos puestos pequeños que se encuentran en cualquier lugar del parque de Nara. En cuanto consigas las galletas, te verás rodeado por los ciervos que querrán su parte del tesoro que tienes en tus manos.

Tendrás que tener cuidado, ya que los ciervos de Nara pueden ser especialmente insistentes, sobre todo si se dan cuenta de que llevas algún shika senbei contigo. Si te despistas un momento, es muy probable que de repente te des cuenta de que un ciervo está rebuscando en tu bolsa (a mí me ha pasado varias veces).

Es esencial tener en cuenta que, aunque estos ciervos no son peligrosos, son animales salvajes. Pueden morder, empujar o patear. En ocasiones, los ciervos pueden volverse violentos durante la época de celo, entre septiembre y octubre, o cuando las hembras protegen a sus recién nacidos, entre mayo y julio. Algunos turistas resultan heridos por ciervos en el parque de Nara cada año, así que hay que tener cuidado, especialmente durante estos dos periodos.

Dos ciervos comiendo galletas de arroz de manos de una chica en Japón

Dicho esto, no hay razón para asustarse. La gran mayoría de los ciervos de Nara son tranquilos y su presencia forma parte de la atmósfera única del parque de Nara. Esta coexistencia entre humanos y ciervos es bastante excepcional. La experiencia es incluso más agradable cuando reina un perceptible buen ambiente procedente de los muchos puestos de comida callejera de especialidades de Kansai, como el takoyaki. Por eso, la presencia de los ciervos no es la única razón por la que el parque de Nara es un hermoso lugar.

Los mejores monumentos históricos del parque de Nara que no te deberías perder

Aparte de todos los ciervos durmiendo tranquilamente o persiguiendo a los turistas para conseguir un sabroso shika senbei, el parque de Nara alberga muchos monumentos considerados Patrimonio Mundial. Se pueden encontrar templos en cada rincón del parque y no hay duda de que descubrirás algunas joyas ocultas durante tu visita. Aquí están los monumentos más famosos del parque de Nara que no deberías perderte.

Ciervos en el recinto del templo Todai-ji en Nara
Ciervos y templos: los dos aspectos más destacados del parque de Nara

Templo Todai-ji y una de las estatuas de bronce de Buda más grandes de Japón

El templo Todai-ji (東大寺) es conocido principalmente por el Daibutsu-den, la sala del gran Buda, catalogada como Patrimonio de la Humanidad. Mientras que el edificio original se construyó en el siglo VIII, el que se puede visitar actualmente fue construido durante el siglo XVI. Aunque es un tercio más pequeño que el edificio original, se trata de las mayores estructuras de madera del mundo.

Daibutsu-den en Todai-ji, hogar del Daibutsu de Nara
El Daibutsu-den es una de las mayores estructuras de madera del mundo.

La razón de su enorme tamaño es que alberga una enorme estatua de Buda. Este daibutsu (大仏) de bronce mide más de 15 metros, lo que lo convierte en una de las mayores estatuas de bronce de Japón. La cantidad de bronce que se necesitó para crear esta obra maestra fue tan tremenda que consumió la mayor parte de los recursos de bronce disponibles en Japón durante el momento de la construcción.

El gran Buda de Nara, una de las mayores esculturas de bronce de Japón

Alrededor de la estatua de Buda hay otras enormes esculturas que son igual de impresionantes y protegen el templo. Incluso puedes intentar pasar por un agujero que hay en uno de los pilares del edificio, una experiencia que, en teoría, debería garantizarte un despertar budista para tu próxima reencarnación.

Pero Todai-ji es mucho más que el Daibutsu-den. Si te tomas tu tiempo para explorar el recinto del templo, pasarás por un shoro (una especie de campanario de los templos budistas) y subirás al Nigatsu-do, un templo construido sobre pilotes que ofrece una fantástica vista de la ciudad de Nara.

vistas desde el Nigatsu-do

Los amantes de la historia pueden visitar el museo Todai-Ji para descubrir una gran colección de objetos históricos relacionados con el budismo.

Templo Kofuku-ji: Uno de los principales símbolos de Nara

Al igual que Todai-ji, el templo Kofuku-ji (興福寺) es mucho más que un único edificio. Situado cerca de una de las entradas principales del parque de Nara, el Kofuku-Ji incluye varios edificios históricos conocidos como tesoros nacionales, y todo el templo es ahora Patrimonio de la Humanidad.

Durante su apogeo, Kofuku-ji llegó a contar con 175 templos. Por desgracia, algunos incendios y otros desastres naturales dañaron y destruyeron muchos de ellos a lo largo de los siglos, por lo que pocos de los templos pueden verse en su forma original.

La pagoda de cinco pisos (五重の塔) de Kofuku-Ji es probablemente el monumento más impresionante del templo. Construida inicialmente en el año 730, fue devastada por el fuego y algunos rayos en varias ocasiones. Sin embargo, la pagoda fue reconstruida incansablemente una y otra vez y ahora es considerada uno de los símbolos de Nara. Con sus 50 metros de altura, es la segunda pagoda más alta de Japón.

Hace unos años se construyó un museo dentro del recinto de Kofuku-ji, el Museo del Tesoro Nacional de Kofuku-ji. Este museo conserva y muestra los tesoros nacionales de Kofuku-ji, incluyendo maravillosas estatuas religiosas, pinturas y documentos históricos.

Santuario Kasuga Taisha: El santuario del bosque iluminado con faroles

El santuario Kasuga Taisha también es Patrimonio de la Humanidad, al igual que el bosque en el que se encuentra. El santuario original data del siglo VIII. El emplazamiento actual del santuario es el lugar donde Takemikazuchi, una de las deidades consagradas en Kasuga Taisha, visitó en Nara mientras cabalgaba a lomos de un ciervo blanco.

Santuario sintoísta en el Parque de Nara, Japón
El santuario Kasuga Taisha se encuentra en el lugar donde la deidad Takemikazuchi llegó a Nara cabalgando un ciervo blanco.

El santuario está situado al final de un camino bordeado de antiguos faroles de piedra. Estos faroles se siguen utilizando de la misma manera que hace siglos. Se encienden con velas al anochecer, iluminando el maravilloso camino que nos lleva a través del bosque de Kasugayama.

En el interior del santuario, los visitantes pueden admirar diferentes tipos de faroles. Algunos hermosos faroles de bronce se encuentran colgando junto a la pared de un colorido y elaborado edificio tradicional. Un pasillo formado por pilares rojos nos hace sentir como si estuviésemos atravesando un túnel de puertas torii rojas, que contrasta con los tonos marrones de la madera del edificio. Se trata de un lugar muy fotogénico para descubrir la estética sintoísta, que difiere drásticamente de lo que se puede ver en los templos budistas.

El pabellón flotante en el Sagi-Ike y el festival de los faroles

Ligeramente alejado del camino principal del parque de Nara y menos concurrido por los turistas, el estanque Sagi-Ike es el lugar perfecto para descansar en un entorno refrescante y tranquilo y disfrutar de la compañía de los ciervos de Nara.

Este pequeño estanque es conocido principalmente por su pabellón de madera llamado Ukimi-do (浮見堂). Después de un largo paseo por el parque de Nara, sentarse en este pequeño edificio tradicional que parece flotar sobre el agua es especialmente relajante y podrás disfrutar de la exuberante naturaleza que rodea el estanque.

Durante diez días de agosto, el parque de Nara se ilumina con faroles y velas para el festival de los faroles de Nara Tokae. Las velas que rodean el pabellón Ukimi-do se reflejan en las aguas del estanque, un espectáculo fascinante que ha convertido este lugar en uno de los lugares más famosos del festival de los faroles de Nara.

Cerca del estanque Sagi-Ike, el distrito tradicional de Naramachi es el lugar perfecto para continuar la visita a Nara después de un paseo por el parque. Cientos de tiendas y restaurantes construidos en hermosas casas tradicionales japonesas dan a Naramachi una atmósfera que solo puede experimentarse en las antiguas ciudades japonesas. Incluso podrás visitar algunas casas tradicionales.

Un ciervo posando con una chica en el Parque de Nara en Japón

Acceso e información

Llegar a Nara es muy fácil, especialmente desde Kioto y Osaka. Un corto trayecto en tren te llevará a una de las dos principales estaciones que se encuentran a poca distancia del parque de Nara.

Cómo llegar al parque de Nara

Para llegar a Nara desde la estación de Kioto, puedes tomar la línea JR Nara o la línea Kintetsu Nara. La línea Kintetsu Nara es ligeramente más rápida y te llevará a Nara en 35 minutos. Pero si tienes un Japan Rail Pass, puedes viajar gratis en la línea JR Nara, en un trayecto de 45 minutos.

Desde Osaka, también puedes elegir entre un tren JR o un tren Kintetsu. Los trenes de la línea Kintetsu Nara salen de la estación de Namba y llegan a Nara en 40 minutos. Los trenes de la línea JR Kanjo-Yamatoji, a los que se puede acceder con un JR Pass, salen de la estación de Osaka y llegan a Nara en 50 minutos.

Un tren local de la compañía de trenes JR

Una vez llegues a Nara, sólo tendrás que caminar 5 minutos desde la estación Kintetsu para llegar al parque de Nara o 15 minutos desde la estación JR.

Horario del templo Todai-Ji

El recinto del templo Todai-Ji es de entrada gratuita, al igual que el parque de Nara. Sin embargo, necesitarás una entrada para acceder a algunos edificios del templo, como el Daibutu-den, el Hokkei-do, el Kaidan-do y el museo Todai-Ji.

  • Horario de apertura del templo: Abierto todos los días de 7:30 a 17:30 entre abril y octubre y de 8:00 a 17:00 de noviembre a marzo.
  • Horario de apertura del museo: Abierto todos los días de 9:30 a 17:30 (último acceso a las 17:00) de abril y octubre, y de 9:30 a 17:00 (último acceso a las 16:30) de noviembre a marzo.
  • Tarifas: La entrada da acceso a todos los templos de Todai-Ji. Cuesta 600 yenes para los adultos y 300 yenes para los niños. Para visitar el Museo de Todai-Ji, puedes comprar una entrada que te dará acceso a los templos y al museo por 1.000 yenes para los adultos y 400 yenes para los niños.

Para más información, visita la página web oficial de Todai-Ji.

Horario del templo Kofuku-Ji

El recinto de Kofuku-Ji es gratuito durante todo el año. Solamente se necesita entrada para acceder al Museo del Tesoro Nacional Kofuku-Ji.

  • Horario de apertura del museo: Abierto todos los días de 9:00 a 17:00 (último acceso a las 16:45)
  • Tarifas:Cuesta 700 yenes para los adultos, 600 yenes para los estudiantes de secundaria y bachillerato y 300 yenes para los de primaria.

Para más información, visita el sitio web oficial de Kofuku-Ji.

Horario del santuario Kasuga Taisha

  • Horario de apertura: Abierto todos los días de 6:30 a 17:30 entre marzo y octubre y de 7:00 a 17:00 entre noviembre y febrero.
  • Tarifas: El acceso al santuario principal cuesta 500 yenes.

Para más información, visita el sitio web oficial de Kasuga Taisha.

Los ciervos del parque de Nara serán un recuerdo inolvidable para los visitantes. Dar de comer a estos animales salvajes con shika senbei mientras caminan tranquilamente entre innumerables templos y santuarios japoneses es una de esas experiencias únicas que solo pueden realizarse durante un viaje a Japón. ¡Un destino imprescindible si vas a visitar la región Kansai!

Traducción: Lucia Tsujiguchi

Joachim Ducos

Joachim Ducos

Apasionado del cine japonés, quería descubrir la vida cotidiana de este país que solo conocía a través de la ficción. En 2017 dejé mi Francia natal para llevar mis maletas hasta Tokio sin saber que me quedaría allí tanto tiempo. Tras casi dos años de dedicarme a mis actividades como fotógrafo y camarógrafo mientras viajaba por el archipiélago japonés, Japón todavía ejerce en mí una misteriosa fascinación que me empuja a querer explorar cada rincón.

tokidokiyuki.fr/

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