Nakasendo (中山道) es una de las 5 antiguas rutas en Japón (五街道, Gokaido) utilizadas durante el período Edo (1603-1868). Usada con frecuencia por los señores feudales, esta carretera de 535 kilómetros que conecta Kioto con Tokio (antiguamente llamada Edo) también se conoce como la «la ruta de los samuráis». Tiene 69 etapas (宿 場 – shukuba) que incluyen Magome (馬籠) y Tsumago (妻籠), al igual que Nakatsugawa (中津川). Entre senderismo, historia, artesanía y lugares pintorescos, ven y descubre los tesoros de Nakatsugawa con su auténtica atmósfera del periodo Edo.
Ruta desde Nakatsugawa hasta Tsumago, siguiendo los pasos de los samuráis
La caminata entre Magome-juku y Tsumago-juku (9 km) es muy popular. Pero para la mayoría de los viajeros más experimentados, es posible extender la diversión partiendo de Nakatsugawa-juku (a unos 17 km).
Nakatsugawa-juku (中津川宿)
Comenzamos nuestro itinerario por Nakatsugawa desde Waki Honjin (脇本陣跡), un edificio que antiguamente servía como alojamiento de reemplazo para los señores feudales y personas de alto rango cuando no había más espacio en el albergue principal.
Luego, mientras caminas por los callejones de Nakatsugawa-juku, descubrirás algunas tiendas a la vez que muchos edificios históricos con su arquitectura tradicional, suficientes para retroceder 400 años en el tiempo.
Los entusiastas de la arquitectura estarán encantados de descubrir los dos tipos de construcción tradicional que conviven en Nakatsugawa: edificios de madera y edificios de pared namako («pared de pepino de mar») hechos de baldosas diagonales, diseñadas para evitar incendios.
Ser propietario de una residencia así era algo reservado para los ricos. Si miras hacia arriba, verás el cortafuegos udatsu (techo con forma de cola de dragón), un signo de riqueza. También puedes observar un oni gawara (monstruos protectores), ambos para protegerse de los incendios y atraer la buena suerte bajo su techo.
Siguiendo el camino con las piedras de dos colores que marca la ruta Nakasendo, nos alejamos lentamente de la civilización para adentrarnos en el bosque. En el camino, después de pasar el santuario de Asahigaoka Fushimi, simplemente déjate llevar suavemente por la calma de la naturaleza.
Ochiai-juku (落合宿)
Ese día soleado fue perfecto para disfrutar de los arrozales, cascadas y casas rurales que pasamos por el camino, dominado por el Monte Ena (恵 那山, 2191 metros).
A continuación, llegó el camino pavimentado de Ochiai que se extiende por 840 metros. Característico del Nakasendo, sus 70 metros de piedras originales están en la lista de sitios históricos nacionales. Un poco alejado del camino pavimentado encontramos musgo, bosques de bambú y cascadas, que dan al lugar un ambiente mágico.
Estamos en Ochiai-juku, la 44a etapa del Nakasendo, donde se encuentra Ochiai-juku Honjin (落合宿本陣), la última posada en la prefectura de Gifu reservada para los señores feudales. Sus edificios, portón y jardín son auténticos y abren al público todos los domingos.
A pesar de que Nakatsugawa y Ochiai son menos populares que Tsumago y Magome, esta parte de la ruta fue mi favorita porque puedes admirar paisajes magníficos y disfrutar de un entorno excepcional.
Magome-juku (馬籠宿)
Magome es la 43ª etapa de la ruta Nakasendo. La región es adecuada para cultivo de arroz, por lo que hay muchos arrozales, esenciales para los habitantes.
Magome es famoso por sus calles bordeadas de casas tradicionales, que dan la impresión de caminar en un escenario de película. La reconstrucción de Magome después de un incendio en 1895 la convirtió en un museo al aire libre, actualmente popular entre fotógrafos.
Ten en cuenta que a pesar de esta pintoresca atmósfera, los diversos edificios y residencias de Magome todavía están habitados. La gente lleva una vida tranquila, como en una especie de enclave temporal que ha trasladado a sus habitantes a 400 años en el pasado.
A través de sus pendientes y ríos, Magome ofrece un paisaje atemporal e incluye muchas tiendas, posadas, cafés y restaurantes donde disfrutar del ambiente.
Por último, no te pierdas Jimba, el mirador de Magome con vistas panorámicas del Monte Ena, antiguamente utilizado para detectar los enemigos desde lejos. Mientras tres abuelas contemplaban tranquilamente esta impresionante vista, yo me sorprendía por la belleza del valle de Kiso.
Tsumago-juku (妻籠宿)
La caminata de 9 kilómetros (aproximadamente 3 horas a pie) entre Magome y Tsumago es la más conocida. En el camino te encontrarás con algunas campanillas para osos, pero no te preocupes: han pasado años desde que se ha avistado alguno por la zona.
Por el camino, me sorprendió gratamente descubrir un bosque un poco más salvaje que el que hay entre Nakatsugawa y Magome. Allí, puedes encontrarte con animales salvajes como ciervos, jabalíes y monos.
Bienvenidos a Tsumago, la 42ª etapa de la ruta Nakasendo. A diferencia de Magome, el pueblo se salvó de las llamas por lo que aún mantiene su autenticidad. Los cables eléctricos están soterrados y los coches tienen prohibido su acceso. Se hace todo lo posible para preservar la atmósfera del período Edo y la atmósfera aquí es menos turística que en Magome.
En el pueblo se pueden encontrar numerosos minshuku y ryokan, lo que brinda a los viajeros un descanso durante su viaje. También encontrarás algunas tiendas y restaurantes, pero ten en cuenta que el sol se pone temprano en el valle de Kiso y la mayoría de las tiendas cierran alrededor de las 4 p.m.
Nakatsugawa y sus alrededores
La mayoría de las veces, los turistas solo se quedan un día en Tsumago y Magome, y regresan directamente por la noche. Aun así, hay muchos sitios en la región que no te puedes perder.
Las ruinas del castillo de Naegi
Con vistas al valle, los muros del castillo de Naegi (苗木子跡) tenían la peculiaridad de ser rojas y no blancas como la mayor parte de otros castillos japoneses. Cuenta la leyenda que las paredes, originalmente blancas, fueron repintadas de rojo para apaciguar la ira de un dragón que odiaba el color blanco. Desmantelado en 1871, sus ruinas cautivarán a los amantes de la historia.
El escenario de ji-kabuki en Meiji-za
El teatro Meiji-za alberga un escenario de ji-kabuki, un estilo popular de teatro kabuki tradicional. Durante 120 años, los habitantes de la región han mantenido el teatro en buenas condiciones.
Es por eso que el itahegi (板へぎ) todavía se practica allí. Esta técnica tradicional de hacer tejas de madera casi se extinguió, pero ahora se está transmitiendo a las generaciones futuras.
Qué comer en Nakatsugawa
La gastronomía local no se queda atrás en Nakatsugawa, ya que la región ofrece deliciosos platos que deleitarán a los amantes de la comida.
Los kurikinton, una especialidad a base de castañas
Durante el otoño, los kurikinton (栗きんとん), deliciosos dulces de castañas, son un éxito total. Hay varios tipos y cada tienda tiene su propia receta. Incluso puedes llevarte algunos a tu casa para ofrecer a tu familia o amigos.
San-mon-mochi y gohei-mochi
El san-mon-mochi (三文餅) es un pastel tradicional hecho con pasta de arroz y azúcar moreno que se puede disfrutar en Echizenya Café, una tienda ubicada en una casa tradicional de 200 años en el camino entre Nakatsugawa-juku y Ochiai-juku. No tiene un sabor excesivamente dulce pero será un deleite para tus papilas gustativas.
El gohei-mochi (五平餅) es una brocheta de mochi cubierta con miso agridulce que se puede probar de distintas formas. Un agradable snack que podrás disfrutar durante tu visita.
Hoshigaki: deliciosos caquis secos
Podrás encontrar caquis en todas partes del área, y muchos lugareños los cuelgan frente a sus casas para secarlos. Estos caquis secos, llamados hoshigaki (干し柿), son increíblemente dulces, y además de estar buenos, ¡son muy fotogénicos!
Cómo llegar a Nakatsugawa
La forma más fácil de llegar a Nakatsugawa es ir primero a Nagoya. Tardarás alrededor de 1 h 40 min desde Tokio y 35 minutos desde Kioto en Shinkansen.
Después, tardarás unos 50 minutos en tren con el JR limited express desde Nagoya hasta Nakatsugawa. Estos viajes están cubiertos con el Japan Rail Pass.
Incluso hoy en día, hay viajeros que consideran Magome y Tsumago como ciudades de paso durante un día. Pero hay tantas cosas que hacer en Nakatsugawa que puedes quedarte allí más tiempo, ya que su región ofrece una multitud de recorridos y actividades (artesanías, piragüismo, ciclismo, pesca, camping, etc.). Después de una caminata desde Nakatsugawa, recomiendo sin dudarlo pasar la noche en la región para descubrir todos sus tesoros.
Artículo patrocinado por la ciudad de Nakatsugawa
Traducido por Maria Peñascal