Los castillos japoneses eran fortalezas construidas principalmente en madera y piedra. Evolucionaron a partir de las empalizadas de madera de los siglos anteriores y adquirieron su forma más conocida en el siglo XVI. Sólo hay doce castillos que se consideran “originales» . Uno de ellos es el castillo de Himeji, patrimonio de la humanidad según la UNESCO.