El ramen es uno de los platos que Japón ha hecho suyos de forma muy particular, dándolo a conocer alrededor del mundo. Pero ¿qué pasa si, por motivos religiosos o de salud, no se puede consumir por contener cerdo? ¿No queda más que rendirse? La respuesta es… ¡No! A continuación mencionaremos algunas alternativas de ramen apto para aquellos que no quieran comer carne de cerdo.
Aunque parezca vegetariano, no lo es
Para aquellos con situaciones dietéticas específicas, el problema con el ramen reside en que una de las carnes que más se utiliza en la comida asiática para darle sabor al caldo de base del plato son los derivados de cerdo, como el clásico menú tonkotsu, cuyo caldo se obtiene cociendo la carne y huesos de cerdo por horas para su elaboración.
Investigando entre diversos restaurantes y puestos locales de esta deliciosa comida encontramos que, en su inventiva, los japoneses han creado toda una mística y cultura al alrededor del plato, dando origen a una gran variedad de diferentes bases de caldo para crear un sabor único que les aporte tanto identidad competitiva, como la creación de un nicho comercial específico que los distinga de los fideos chinos originales. De esta manera logran ofrecer una alternativa atractiva para quienes el consumir cerdo no es una opción viable.
Al entrar al establecimiento, antes de pedir es siempre mejor asegurarse de que tienen opciones veganas, preguntando lo siguiente: «Sumimasen, ramen no supu wa buta haite imasuka» («Disculpe, ¿la sopa de ramen contiene cerdo?« ). Por lo general, los encargados les guiarán amablemente en el proceso de elegir la opción de ramen que más les apetezca y el tamaño de la porción de fideos que desean que se les sirva, pudiendo elegir entre chiisai o pequeña, chu o tamaño medio y omori, grande.
Ramen sin cerdo #1: shoyu ramen
Como primera opción les presentamos el clásico shoyu ramen, el cual, como su nombre sugiere, utiliza como base la salsa de soja japonesa, diluida y sazonada con caldo, ya sea de pollo, pescado, vegetales o algas japonesas combu. Caracterizándose por su color ambarino, si se combina con caldo de pollo la grasa natural se puede apreciar en pequeñas burbujas en el caldo. Combinado con caldo de pescado toma una consistencia más espesa, casi lechosa, y con combu la sopa se torna un poco más oscura.
El shoju ramen con base de combu o caldo de verduras es la elección ideal para probar el ramen japonés por primera vez, ya que su sabor no solo es delicioso, sino que la consistencia ligera de su sopa base es amigable para estómagos sensibles, pudiéndolo consumir incluso niños pequeños y adultos mayores.
Ramen sin cerdo #2: miso ramen
Para quienes deseen probar un sabor muy nipón, en segundo lugar les recomendamos el miso ramen. Este ramen tiene uno de los caldos de consistencia más rica y espesa de las opciones que se puedan encontrar, ya que el caldo se adhiere armoniosamente a los fideos, proporcionándoles cuerpo, sumándose al sabor dulce acidulado característico de la pasta de soja miso.
Ramen sin cerdo #3: tantanmen
Si se sienten con espíritu aventurero, como tercera opción pueden probar una variedad del tantanmen con base de caldo de pollo. Este ramen, rico en condimentos y especias, como la pimienta molida, diferentes tipos de chile, semillas de sésamo y nueces, tiene uno de los caldos con color y olor más atractivos, ofreciendo un sabor provocador en cada bocado que les levantará el ánimo y estimulará el sistema inmunológico con su sabor algo picante aderezado con jugo de cítricos como el yuzu.
Para finalizar, vale la pena recordarles llevar cambio en monedas o efectivo para poder utilizar las máquinas del menú y recalcarles que, como cada establecimiento hace un tipo de caldo específico para sus platos, para no errar, lo mejor es preguntar qué caldo fue utilizado para la base y ver si se ajusta a nuestras necesidades. Si se quiere comer kosher, halal o comida vegana, la opción ideal sería elegir uno de los tres platos anteriores combinados con bases de caldo de combu, vegetales o pescado. ¡Buen provecho!