«Un japonés nace sintoísta, se casa cristiano y muere budista.» Esta frase, que parece contradictoria, refleja a la perfección la singular espiritualidad en Japón. A diferencia de Occidente, donde la religión suele ser exclusiva, en Japón coexisten el budismo, el sintoísmo y otras creencias en armonía, influyendo en la cultura, las festividades y la vida cotidiana. Si quieres entender la religión en Japón, su historia y su impacto en la sociedad, prepárate para un viaje fascinante.
Te aviso: una vez a bordo del tren de las religiones en Japón no querrás dejar de aprender cada vez más y más para poder entender mejor su cultura y sociedad. Desde los santuarios sintoístas hasta los templos budistas, descubre con nosotros cómo la espiritualidad moldea el día a día en Japón.
Religión en Japón: ¿cuál es la más relevante?
Según el informe oficial de 2021 del Ministerio de Asuntos Internos y Comunicación, el 48,1% de los japoneses se considera sintoísta y el 46,5% budista, mientras que solo un 1,05% es cristiano y un 4,3% pertenece a otras religiones. Sin embargo, estos datos suman 181 millones de creyentes en un país con solo 126 millones de habitantes. ¿Cómo es posible? La respuesta es simple: muchos japoneses practican tanto el sintoísmo como el budismo, lo que refleja la fuerte conexión y sincretismo religioso entre ambas creencias a lo largo de la historia.
Sintoísmo, la religión autóctona de Japón
La palabra shinto 神道 significa literalmente el camino de las deidades. El primer kanji 神 significa kami (deidad, espíritu) y el segundo 道 corresponde a michi (camino).
¿Qué es el sintoísmo?
El sintoísmo es una religión milenaria basada en el culto a los kami (espíritus), profundamente arraigada en la cultura japonesa y con rituales únicos. A diferencia de otras religiones, no tiene fundador, deidad suprema ni textos sagrados. Su sincretismo con el budismo ha permitido su permanencia a lo largo del tiempo, fusionando rituales y costumbres.
A pesar de que podemos encontrar religiones parecidas en otros países como el taoísmo chino, la propia religión sintoísta solo existe en la cultura japonesa, siendo Japón el único país que tiene el sintoísmo como una religión oficial. Tan solo hay algunos pequeños santuarios (llamados kaigai jinja – santuarios fuera del país) en países donde ha habido mucha inmigración japonesa como Hawaii, Brasil o Estados Unidos. Al mismo tiempo, el sintoísmo no tiene misioneros en otros países. Es por eso que podemos decir que el sintoísmo está completamente arraigado en el archipiélago japonés y sus habitantes. Es una forma de comprender el entorno, la naturaleza, los elementos e incluso el orden social japonés y su emperador.
¿Un kami es un Dios?
La figura de un kami no equivale al dios omnipresente tal y como lo conocemos en occidente. Se podrían definir como un espíritu con poderes superiores a los mortales.
Los kami se manifiestan de varias formas. Forman parte de la lista dioses importantes como Amaterasu, espíritus que pueden vivir dentro de elementos vivientes como los animales, elementos de la naturaleza como montañas o una tormenta y antepasados fallecidos que incluyen los antiguos emperadores de Japón.
Los kami no son dioses omnipotentes, sino espíritus con poderes superiores. Pueden ser deidades como Amaterasu, fuerzas de la naturaleza, animales o incluso objetos sagrados como el Monte Fuji. Se cree que habitan en un shintai 神体 (objeto sagrado), como un espejo, una joya, una espada entre otros y este objeto está almacenado en una caja oculta dentro del edificio principal del santuario.
Orígenes de la religión sintoísta
El sintoísmo surge en la prehistoria Jomon, cuando comunidades animistas atribuían espíritus a fenómenos naturales. Con la unificación del Estado de Yamato, se decidió unificar todas estas pequeñas religiones para imponer una “verdad única”. Estas creencias se recopilaron en el Kojiki, el texto más antiguo de Japón, que vincula la mitología sintoísta con la familia imperial, descendiente de la diosa Amaterasu.
El sintoísmo: ¿símbolo del nacionalismo japonés?
El sintoísmo ha sido usado con fines nacionalistas, especialmente durante la Restauración Meiji, cuando el gobierno intentó convertirlo en la única religión oficial, suprimiendo el budismo. Durante el sintoísmo de Estado, los santuarios fueron administrados por el gobierno hasta el fin de la Segunda Guerra Mundial.
A pesar de que el sintoísmo estatal fue abolido, la relación con el nacionalismo japonés y el sintoísmo tiene aún heridas abiertas. El ejemplo más claro es el santuario Yasukuni en Tokio. Este santuario creó en 1869 para conmemorar a los soldados que murieron durante la Guerra Boshin, y desde ese entonces, como ya explicamos en el artículo de los fantasmas yurei, muchos de los combatientes de guerra han sido consagrados como kami, incluyendo a criminales de clase A de la Segunda Guerra Mundial. Todo esto podría formar parte del pasado, pero en la actualidad, muchos de los primeros ministros han ido a rendir sus respetos a los kami del santuario en nombre del gobierno.
Santuarios sintoístas en Japón
Los santuarios sintoístas, llamados jinja (神社), se construyen en lugares donde se cree que residen los kami. Algunos de los que hemos visitado son:
- Izumo Taisha: uno de los santuarios más antiguos.
- Fushimi Inari Taisha: dedicado a Inari, el kami mensajero.
- Hayatama y Kamikura: de gran valor espiritual.
- Santuarios en Osaka con características únicas.
Si quieres leer más sobre cómo reconocer un santuario sintoísta, lee el artículo de Gaël donde explica las diferencias entre un templo y un santuario.
Budismo, la otra religión predominante en Japón
El budismo es una religión y filosofía fundada por Siddhartha Gautama (Buda) en la India entre los siglos VI-IV a.C. Buda no es un dios, sino un maestro que alcanzó un alto nivel espiritual. Sus enseñanzas han influenciado profundamente la espiritualidad y cultura de varios países asiáticos, incluido Japón, y su base es que si sigues las doctrinas budistas podrás alcanzar la felicidad completa.
¿Cómo llegó el Budismo a Japón?
El budismo llegó a Japón durante el siglo VI, en el Período Nara (710-794), con el apoyo de familias influyentes y emperadores como Shomu, quien impulsó su expansión con la construcción del templo Todaiji en Nara. Con el tiempo, el budismo se arraigó en la sociedad, incluso llegando a tener influencia política hasta el Período Sengoku.
Algunas escuelas budistas han llegado a tener poderes más allá de la religión, introduciéndose en política y la corte imperial, hasta que en el Período Sengoku se obligó al budismo a abandonar ese poder.
Las escuelas budistas en Japón
A lo largo de los siglos, surgieron varias corrientes budistas en Japón:
- Escuela Shingon (budismo esotérico): Fundada en 815, es una corriente esotérica del budismo con sede en Koyasan.
- Budismo de la Tierra Pura: Centrada en educar y expandirse entre las clases bajas durante el Período Kamakura, enseña que la salvación se logra recitando el nombre de Buda Amida.
- Budismo Zen: Procedente del budismo Chan de China, se centra en la meditación y se divide en Rinzai (práctica del koan) y Soto (meditación y autoconocimiento).
La muerte en el budismo japonés
El sintoísmo considera la muerte como algo negativo, por lo que los monjes budistas asumieron la responsabilidad de los rituales funerarios. Desde el gobierno de los Tokugawa, se exigió que todos los fallecidos fueran enterrados por monjes budistas.
Aunque hoy en día es posible elegir un funeral sintoísta, la mayoría de los japoneses prefieren la tradición budista. Además, celebraciones como el Obon están relacionadas con los espíritus y la memoria de los ancestros.
Templos budistas en Japón
Los templos budistas, identificables por sus grandes puertas y el símbolo del manji (卍) y otros elementos que podrás leer en el artículo de templos y santuarios, son los lugares de culto del budismo. Algunos templos que hemos visitado son:
- Futagoji en Oita, en plena naturaleza.
- Koyasan, centro del budismo Shingon.
- Todai-ji en Nara, con el Gran Buda.
- Katsuo-ji en Osaka.
- Hoko-ji en Hamamatsu, ideal para la práctica de la meditación zen.
¿Dónde practicar otra religión en Japón?
Japón alberga más de 80.000 santuarios sintoístas y 75.000 templos budistas, pero también ofrece lugares de culto para otras religiones en sus principales ciudades.
Cristianismo en Japón
El cristianismo en Japón llegó en el siglo XVI con misioneros europeos, y tras unas décadas de arraigamiento en el país fue prohibido en el Periodo Edo y restaurado en el siglo XIX. Hoy, solo el 1% de la población es cristiana, aunque se pueden visitar iglesias y catedrales en ciudades como Tokio (Catedral de Santa María), Kobe y Nagasaki. Y en algunas zonas de Japón, especialmente en la isla de Kyushu, podrás encontrar parte del legado cristiano.
También existen catedrales e iglesias ortodoxas como la Holy Resurrection Cathedral y anglicanas como la Saint Andrew’s Cathedral.
Islam en Japón
El Islam en Japón comenzó a expandirse después de 1853 y actualmente hay 80 mezquitas en el país, con alrededor de 230,000 musulmanes (50,000 de ellos japoneses conversos). Algunas mezquitas destacadas son Tokyo Camii, la Mezquita de Kobe y la Mezquita de Fukuoka.
Judaísmo en Japón
A pesar de que muchos judíos que vivían en Japón emigraron a Israel después de la segunda guerra mundial, aún existen pequeñas comunidades. Una de la más grande es la de Kobe, la Jewish Community of Kansai, donde viven expatriados o judíos que se toman un año sabático en Japón. También thay una comunidad en Tokio (Chabad-Lubavitch), en Kioto (Chabad Kyoto) incluso la prefectura de Gifu (Chabad Takayama).
Además, en la pequeña ciudad de Yaotsu, ubicada en la prefectura de Gifu, podemos encontrar el Museo Memorial de Chiune Sugihara (Chiune Sugihara Memorial Museum), el lugar de nacimiento de Chiune Sugihara. Este diplomático japonés rescató a 5558 judíos durante el Holocausto ofreciéndoles visados para vivir en Japón y así poder salvarles la vida. A parte de visitar el museo, la tumba de este diplomático se encuentra en Kamakura y muchos judíos pasan por allí para rendirle homenaje.
Comer en Japón con restricciones religiosas
En este último apartado nos centraremos en qué y dónde comer en Japón si sigues una dieta halal o kosher.
Comida halal en Japón
Para los musulmanes que siguen una dieta halal tienen dos opciones: buscar tiendas con productos halal para poder preparar tu propia comida o hacer una búsqueda previa por internet y localizar restaurantes que sirvan comida halal.
Es importante tener en cuenta que existen varios platos japoneses, que a pesar de no parecerlo, incluyen cerdo. Por ejemplo, muchos tipos de ramen utilizan cerdo para elaborar el caldo, así que la alternativa es buscar ramen vegetariano o de pollo. También puedes probar platos como la tempura u otros productos japoneses vegetarianos.
Restaurantes Halal en Tokio
- Honolu Ramen (también disponible en Osaka) – Ramen halal
- Gyuumon – Carne de ternera halal
- Tokyo Chinese Muslim Restaurant – Comida china halal
- Coco Ichibanya (Shinjuku y Akihabara) – Curry halal
- Asakusa Sushi Ken – Primer restaurante de sushi halal en Tokio
Restaurantes Halal en Osaka
- Halal Ramen Naniwaya – Ramen y otros platos halal
- Matsuri – Menú variado con opciones musulmanas
Restaurantes Halal en Kioto
- Okabeya – Especializado en tofu con menú halal
- Yoshiya Arashiyama – Comida japonesa certificada halal
Si quieres buscar más restaurantes halal, aquí tienes una página web con un gran buscador de restaurantes halal donde puedes elegir distintas categorías.
Comida kosher en Japón
Los alimentos kosher en Japón son limitados, pero disponibles en supermercados de Tokio como National Azabu Supermarket y Nissin World Delicatessen, además de restaurantes como Chana’s place y Kosher Delica. Aquí tienes una lista de pescado kosher, con los nombres en japonés e inglés.
Este viaje a través de la espiritualidad japonesa no ha hecho más que empezar. Espero tengas más ganas de seguir descubriendo más aspectos sobre la religión en Japón y que puedas aplicar todo lo aprendido en tu próximo viaje.
Para escribir este artículo se han utilizado como referencia los siguientes libros: “La vía de los Kami” de Sokyo Ono y Historia de Japón de Brett L.Walker.