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La cola iba serpenteando varias veces dentro del recinto, extendiéndose afuera, casi dando la vuelta a la esquina. Mucho más larga de lo que esperaba. «Menuda ingenuidad la mía, ¿no?», murmuraba para mis adentros, resignada a la espera en el Museo de Arte Contemporáneo de Tokio. Al igual que los cientos, o quizás miles, delante de mí, había reservado tickets con antelación, pero no había tenido en cuenta el inmenso atractivo de la exposición Ryuichi Sakamoto | seeing sound, hearing time, incluso entre semana.

Detrás de mí, una mujer mayor se sorprendía igual que yo. Nos reímos juntas por un instante ante la ironía; pues claro que el interés sería descomunal. Casi dos años después del prematuro fallecimiento de Sakamoto en marzo de 2023, había subestimado las multitudes dispuestas a honrar su memoria en el MOT. Terminé esperando alrededor de una hora, tiempo durante el cual traté de aprovechar para pensar cómo articularía esta pieza. Para quienes no estén familiarizados con la obra de Sakamoto, el hecho de que un importante museo de Tokio celebre su legado dice mucho de su enorme influencia como artista contemporáneo más allá del ámbito musical.

Pero en lugar de enumerar sus logros (que se pueden encontrar fácilmente en Google y Wikipedia), prefiero hablar de la obra de Sakamoto compartiendo mis álbumes favoritos tal como los descubrí. Su música me ha acompañado de manera más o menos constante durante las últimas dos décadas. Su versatilidad y la forma en que sus composiciones minimalistas expresan emociones con precisión quirúrgica siempre me han llamado la atención, así que permítanme contároslo en el mismo orden que seguí.

Toni Takitani (BSO) (2004)

El impacto de esto vino por partida doble. Descubrí su música a través de esta adaptación del relato corto de Haruki Murakami, el cual me hizo lanzarme de lleno a escarbar todo cuanto hubieran producido ambos creadores hasta la fecha. En esta banda sonora, Sakamoto evoca la melancolía contenida de la reflexión de Murakami sobre la solitud. Las notas dispersas de sus composiciones para piano hablaban con suavidad, pero con claridad, reflejando sutilmente la sensación de aislamiento y quietud emocional del protagonista, como si Sakamoto supiera con precisión qué emociones revelar y cuánto contener. 

DNA Intro

El año anterior me había mudado sola a Barcelona, y vi reflejada la dualidad de mi naturaleza introvertida-extrovertida en cada nota, reflejando también el estilo narrativo de Murakami: sobrio, conmovedor y con cierto desapego existencial. La banda sonora parecía una voz elocuente que profundizaba el impacto emocional de la película, con un sonido que la hacía muy elocuente, sin apenas elevar su voz por encima de un susurro.

Mis pistas favoritas:

  • DNA Intro
  • Solitude

Más adelante supe que Sakamoto se había sumergido en el estilo narrativo tranquilo y meditativo de Haruki Murakami y, al mismo tiempo, estaba cada vez más interesado en narrativas discretas y expresiones minimalistas en comparación con trabajos anteriores, incluidas las bandas sonoras. Por eso sentí que se trataba, en cierto modo, de un recorrido compartido.

BTTB (Back To The Basics) (1999)

Al revisar la discografía de Sakamoto en ese momento, BTTB fue el álbum que más sentido tenía seguir escuchando. Había salido cinco años antes y la música estaba reducida a su esencia más pura: un solo piano y un compositor discretamente seguro de sí mismo. En aquel entonces, desconocía que el tema Energy Flow había sido un éxito inesperado, convirtiéndose en el primer tema instrumental en alcanzar el número uno en las listas japonesas. No era de extrañar que el país entero se hubiera dejado envolver por la tranquila y hermosa melancolía de esta pieza.  

坂本龍一 — energy flow

Había algo tremendamente reconfortante en este álbum, que hasta el día de hoy sigue siendo uno de mis favoritos cuando necesito desconectar. Verán, fui una pianista fracasada. En el sentido de que a menudo bromeo diciendo que pasé siete años fracasando al piano. La música era una parte importante de la educación en la familia de mi madre, pero ella no tenía buenos recuerdos de sus estrictas clases de solfeo y, por lo tanto, quería ahorrarme las partes aburridas y más estrictas de la formación musical. 

Pero mis manos, pequeñas y torpes, no eran muy compatibles con los matices que exige tocar el piano, y la falta de una base sólida hizo que me costara mucho leer partituras complejas, así que al final simplemente me rendí. La simplicidad de BTTB me reconcilió con el piano como oyente y me ayudó a soltar el pequeño arrepentimiento que todavía arrastraba.

Mis pistas favoritas:

  • opus
  • Energy Flow

Insen (2005)

Para variar, esta colaboración con el compositor alemán de electrónica minimalista Alva Noto (Carsten Nicolai) es, en esencia, la alquimia musical más estimulante: la integración del piano de Sakamoto con la electrónica microscópica y las texturas rítmicas de Noto. El resultado es un paisaje sonoro que se siente a la vez abstracto y emotivo, si es que eso tiene sentido. Mucho antes del furor del ASMR, ya se exploraba el placer sensorial de los sonidos que “cosquillean el cerebro”, en un juego entre lo digital y lo acústico, lo humano y lo mecánico, de forma casi hipnótica.

Moon

Mis pistas favoritas:

  • Moon
  • Berlin

En ese momento, Sakamoto vivía principalmente en Nueva York, pero se movía con regularidad entre Tokio, Berlín y otros centros creativos internacionales, posicionándose en la vanguardia de un movimiento que mezclaba instrumentos clásicos con paisajes sonoros digitales experimentales. Esta colaboración sería una de muchas, y marcó un punto de inflexión: dejó de perseguir el éxito comercial y comenzó a enfocarse en superarse artísticamente.

Thousand Knives (1978)

Explorando los sonidos más electrónicos de Sakamoto, me llegué a Thousand Knivesentendí de inmediato por qué era un clásico de culto y una obra fundamental para gran parte de lo que vendría durante la década siguiente. Los sintetizadores eran todavía relativamente nuevos y un terreno prácticamente inexplorado (salvo por la banda alemana Kraftwerk, una gran influencia para Sakamoto), y su audaz mezcla de electrónica, jazz y melodías japonesas estaba dibujando un mapa completamente nuevo. 

A mediados de los 2000, el synth-pop de los 80 y el New Wave vivían un renacer en la escena musical de Barcelona entre quienes rondábamos la veintena, lo que me ayudó a aliviar la sensación de haber llegado décadas tarde a estas joyas musicales. Las plataformas de intercambio de música digital en aquel entonces eran la pesadilla de la industria, pero para mi generación, fueron un refugio que nos permitió descubrir y desarrollar un gusto musical más selecto, al margen del aburrido pop comercial que dominaba por todos lados.

THOUSAND KNIVES(2016 リマスター)

Mis pistas favoritas:

  • Thousand Knives
  • Plastic Bamboo

Este álbum se sintió como la culminación de la era de experimentación cultural japonesa de finales de los 70. Sakamoto adoptó con entusiasmo estas herramientas para trascender fronteras con las influencias de los locales underground de Tokio y su efervescente escena musical experimental. Por aquella misma época, fundó Yellow Magic Orchestra con Haruomi Hosono y Yukihiro Takahashi, una banda que pronto lo catapultaría al estrellato pop.

Merry Christmas, Mr. Lawrence (1983) 

En 1983, Ryuichi Sakamoto creó una banda sonora maravillosamente evocadora con Merry Christmas, Mr. Lawrence, compuesta para la emotiva película bélica del director Nagisa Oshima. Con la participación de David Bowie y del propio Sakamoto en su debut cinematográfico, la película aborda con profundidad temas complejos como el choque cultural, el conflicto humano y la vulnerabilidad emocional. La banda sonora se convirtió instantáneamente en un icono, venerada no solo como música de cine, sino como obra independiente. 

Merry Christmas Mr. Lawrence

Mis pistas favoritas:

  • Merry Christmas, Mr. Lawrence
  • Germination
  • Forbidden Colours  (versión vocal de Merry Christmas, Mr. Lawrence con David Sylvian. También recomiendo la versión orquestal que aparece en el álbum Cinemage de Sakamoto).

Cualquier atisbo de ambigüedad se disipa con la elección del título de Forbidden Colours (Colores Prohibidos), tomado de la novela homónima de Yukio Mishima de 1951. El título es un eufemismo para el amor prohibido o amor homosexual, en referencia a la obsesión del Capitán Yonoi por el Comandante Celliers (Sakamoto y Bowie, respectivamente).

Bricolages (2006) 

Este álbum es particularmente entretenido. Aquí, Ryuichi Sakamoto abrió su repertorio de ideas musicales para que otros las reinterpretaran, con resultados que van desde lo brillante hasta lo caótico. Así que, si alguna vez te preguntaste cómo sería una fusión creativa de las composiciones minimalistas de Sakamoto con remixes innovadores, esta colección ecléctica es esencial. 

Luminarias electrónicas como Alva Noto, Taylor Deupree, Fennesz, entre otros, reimaginan los delicados originales de Sakamoto de su álbum de 2004 Chasm, con texturas llenas de irregularidades, experimentos de ruido ambiental y manipulaciones electrónicas, dándole un giro fresco y reafirmando su constante innovación musical.

undercooled (Alva Noto Remodel)

Mis pistas favoritas:

  • undercooled (remix de Alva Noto)
  • World Citizen (remix de Taylor Deupree)

Esta apertura me pareció especialmente significativa considerando que Sakamoto, ya un veterano de la música, puso voluntariamente sus composiciones, cuidadosamente elaboradas, en manos de artistas experimentales, mostrando confianza y curiosidad en lugar de ego o celo protector. Por aquel entonces yo aún compaginaba mis estudios de periodismo con la fotografía, y seguía sintiéndome atraída por Bricolages como una inspiración de lo que probablemente representaba la madurez artística.

async (2017) 

Con este álbum tengo sentimientos encontrados. async fue la respuesta profundamente personal de Sakamoto a la mortalidad, la belleza y la fugacidad de la vida. Lanzado tras una pausa de ocho años, marcada por su lucha contra el cáncer de garganta, el álbum irradia honestidad emocional, introspección y, una vez más, experimentación deliberada. Coincidió con un año caótico para mí, por decirlo suavemente, cuando una serie de circunstancias personales culminaron en mi mudanza de Barcelona a Tokio.

Este álbum puede entenderse como un diario auditivo, intensamente personal, lleno de texturas, y profundamente conmovedor. Las composiciones de Sakamoto se mueven entre paisajes sonoros ambientales, melodías fragmentadas y grabaciones de campo, creando una música orgánica y frágil, en una meditación melancólica sobre la propia vulnerabilidad. La naturaleza sincopada de los sonidos fragmentarios reflejaba el caos de reorganizar mi vida adulta y todo lo que conlleva decidir asentarse de nuevo al otro lado del mundo. En ese momento, parecía que Sakamoto lograría superar el cáncer.

Ryuichi Sakamoto -

Pero en retrospectiva, los temas de este álbum adquieren una profunda sensación de pérdida. Perdí a mi madre por cáncer tres días antes del fallecimiento de Sakamoto, así que ahora async trae consigo un complejo conjunto de emociones. La fuerza conceptual del álbum se ve realzada con muestras de voz sutiles pero cargadas de emoción. fullmoon, que incluye una lectura de The Sheltering Sky de Paul Bowles, resuena profundamente con los temas de la reflexión existencial, la mortalidad y la impermanencia humana. 

La vida es fugaz. El duelo también.  

Pistas significativas:

  • solari
  • fullmoon

El legado de Ryuichi Sakamoto

Como era de esperar, varios de los temas de async se reflejan en la exposición del MOT, entre varias instalaciones diseñadas para que el público experimente la música con todos sus sentidos, jugando con las percepciones y el orden lineal. Sus experimentos sonoros permiten explorar en profundidad su trayectoria como pionero del sonido, la tecnología y el arte visual, incluyendo obras icónicas y piezas nunca antes vistas, concebidas poco antes de su muerte.

"LIFE-fluid, invisible, inaudible...". instalación de Ryuichi Sakamoto en el Museo de Arte Contemporáneo de Tokio

Es difícil encapsular la esencia de toda una vida dedicada a ir más allá de los límites de la música y a explorar las intersecciones entre el sonido y el tiempo. Aunque podría extenderme más, espero que esta selección profundamente personal de Ryuichi Sakamoto que he compartido con vosotros despierte vuestro interés por explorar la obra del más grande músico contemporáneo japonés.

Toshiko Sakurai

Toshiko Sakurai

Disparo (¡con mi cámara!), luego existo. Pinto con luz y junto letras como buenamente puedo. Llegué a Tokio desde Barcelona en otoño de 2017 y desde entonces me dedico a capturar rincones de la ciudad a bordo de mi bicicleta. Cuando no llevo la cámara encima, acostumbro desafiar la ortodoxia culinaria mezclando estilos de todos los lugares donde he vivido.