Después de haber sufrido sucesivas destrucciones, Tokio ha sido un campo perfecto para la experimentación con la arquitectura. Aquí está nuestra selección de 3 iconos de la arquitectura del siglo XX que no te puedes perder.
Arquitectura moderna : el museo nacional de arte occidental
En el parque de Ueno encontramos el museo nacional de arte occidental diseñado por Le Corbusier en 1959, con el objetivo de albergar una colección privada de Kojiro Matsukata. En el edifico encontramos los elementos emblemáticos de la arquitectura moderna: azoteas, pilotes y galerías. Según Le Corbusier, el plan de espiral cuadrado permite una expansión ilimitada: un museo que crece hasta el infinito.
Esta es la única obra de Le Corbusier en Japón, el edificio catalogada como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 2016. Aprovecha el Día Internacional de los Museos, el 18 de mayo, para visitar este ícono arquitectónico… ¡de forma gratuita!
Museo nacional de arte occidental creado por Le Corbusier
Arquitectura monumental : la catedral de Santa Maria
Tras la destrucción de la catedral de madera original, la archidiócesis de Tokio designó al arquitecto japonés Kenzo Tange para reconstruir la catedral de Santa Maria, finalizada en 1964 en el barrio especial de Bunkyo. Con una estructura compuesta por 8 muros curvos, vista desde arriba forma una cruz. Esta clásica disposición en cruz contrasta con la modernidad del edificio. En el exterior, el hormigón está cubierto con láminas de acero inoxidable, cuyos reflejos juegan con la luz.
En el interior, podemos caminar en una cavidad de hormigón iluminada por una luz cenital. Kenzo Tange deseaba transcribir el Evangelio según Mathieu «es una roca donde uno encuentra la luz». Sus dimensiones son monumentales: altura 39,4 m – longitud 55,5 m – ancho 40,70 m, con capacidad para 2600 personas, incluyendo 600 asientos. Al salir, no olvides echar un vistazo a la réplica de la gruta de Lourdes.
Catedral de Santa Maria de Kenzo Tange
Arquitectura en cápsulas : la torre Nakagin
Icono del movimiento metabolista creado en los años 60 en Japón, la torre Nakagin es el primer ejemplo de arquitectura de cápsulas. Construido en 1972 por el arquitecto Kisho Kurokawa, consta de dos torres de cemento que proporcionan una fluida distribución y circulación. En esta mega estructura hay 140 cápsulas prefabricadas de 2,3 m x 3,8 m x 2,1 m. Este sistema escalable debía permitir el crecimiento orgánico para responder al cambio demográfico. Las celdas residenciales desmontables y reemplazables pueden conectarse entre sí, por lo que ofrecen configuraciones espaciales variadas desde el estudio de 9,00 metros cuadrados hasta un apartamento familiar.
Originalmente diseñado para durar 25 años, ninguna cápsula ha sido reemplazada. El edificio, ahora altamente degradado, está en el centro de un debate entre sus defensores que luchan por su inscripción en el patrimonio cultural para financiar su renovación y detractores que desean su destrucción. Vive la experiencia de una noche inusual al alquilar una de las cápsulas en la web de Airbnb.
Torre de cápsulas Nakagin de Kisho Kurawa
Traducción por Maria Peñascal
Original de Fabienne